?Sin infundir sospechas?
El umbral de tolerancia hacia la corrupci¨®n ha bajado y es in¨²til esperar a que escampe
Cuando empezaron a menudear los casos de corrupci¨®n en los ¨²ltimos a?os de Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, se le oy¨® decir aquello de ¡°no est¨¢bamos preparados para que estos abusos se dieran en nuestras filas¡±. Pero sucede que los abusos son consustanciales al estado de naturaleza ca¨ªda en que nos encontramos desde el episodio de la manzana y la expulsi¨®n del para¨ªso terrenal. Aquel dictado de ¡°ganar¨¢s el pan con el sudor de tu frente y parir¨¢s a tus hijos con dolor¡± se ha intentado invalidar de modo que el pan y el jam¨®n nos llegue a ser posible con el sudor ajeno y que se alcance el parto sin dolor.
La corrupci¨®n se da en todos los puntos cardinales, en todos los pa¨ªses, en el hampa, en el deporte, en la patronal, en los sindicatos...
La corrupci¨®n se da en todos los puntos cardinales, en todos los pa¨ªses, en el hampa, en el deporte, en la patronal, en los sindicatos, en la banca, en el empresariado, en los partidos de todo signo, en el funcionariado, en los municipios, en los Gobiernos regionales, en el Gobierno central, en las ONG, en las parroquias, en los internados, en las di¨®cesis, entre los imanes, entre los rabinos y entre los miembros del sacro colegio cardenalicio. Incorrupto no hay m¨¢s que el brazo de Santa Teresa. La diferencia reside en el coeficiente y en la respuesta, tolerante o radical, de cada una de los grupos o sociedades cuando la corrupci¨®n aflora, advertidos como estamos por Luis Mar¨ªa Anson de que ¡°el fruto sano se zocatea enseguida si no se le separa a tiempo del que est¨¢ cedizo¡±.
Se ha agudizado su percepci¨®n [de la corrupci¨®n], de modo que abusos antes pasados por alto ahora causan esc¨¢ndalo
Ser¨ªa gravemente injusto decir que se ha incrementado la corrupci¨®n en Espa?a, lo que ha cambiado es la sensibilidad de los espa?oles ante el fen¨®meno. Se ha agudizado su percepci¨®n, de modo que abusos antes pasados por alto ahora causan esc¨¢ndalo e indignaci¨®n popular. Quienes ostentan responsabilidades p¨²blicas siguen sordos al mensaje. Piensan que las manifestaciones de descontento son estados febriles pasajeros. No entienden que el umbral de la tolerancia ha bajado y va a seguir bajando y que es in¨²til esperar a que escampe. La dial¨¦ctica defensiva de los l¨ªderes basada en el ¡°y t¨² m¨¢s¡± ya no proporciona indulgencia para los abusos propios. Por eso, la rendici¨®n de cuentas debe empezar por aplicar mayor severidad y exigencia hacia los que se enfundan la misma camiseta. S¨®lo ese proceder es honorable.
Asombra c¨®mo en algunos casos recientes ¡ªv¨¦ase la operaci¨®n P¨²nica¡ª quienes han tenido a su lado a corruptos conocidos de todos, se excusen aduciendo que nunca les infundieron sospechas. Sabemos bien que para los l¨ªderes no hay salvaci¨®n personal, han de responder tambi¨¦n de la integridad de su entorno. Dice el art¨ªculo 23 del cap¨ªtulo primero de la Cartilla del Guardia Civil de 20 de diciembre de 1845 que ¡°para llenar cumplidamente su deber, procurar¨¢n conocer muy a fondo y tener anotados los nombres de aquellas personas que por su modo de vivir holgaz¨¢n, por presentarse con lujo, sin que se les conozcan bienes de fortuna o por sus vicios, causen sospecha en las poblaciones¡±. L¨¦ase Bajas esferas, altos fondos de Jes¨²s Pardo en editorial Losada y sobre todo Corrupci¨®n y pol¨ªtica. Los costes de la democracia de Javier Pradera en Galaxia Gutenberg. Vale.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Felipe Gonz¨¢lez M¨¢rquez
- Caso P¨²nica
- Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n
- Adjudicaci¨®n contratos
- PSOE
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Contratos administrativos
- Fiscal¨ªa
- Corrupci¨®n
- Casos judiciales
- Derecho administrativo
- Poder judicial
- Delitos
- Justicia
- Administraci¨®n p¨²blica
- PP Madrid
- PP
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Comunidad de Madrid
- Espa?a