El PP conf¨ªa en que Rajoy use la ca¨ªda de Mato para un cambio m¨¢s profundo

Mariano Rajoy concluy¨® ayer, encerrado en La Moncloa reflexionando sobre los pr¨®ximos cambios, ¡°una de las peores semanas de su mandato¡±, seg¨²n la define uno de sus fieles. La ca¨ªda de Ana Mato por el caso G¨¹rtel ha sido un alivio para muchos ¡ªa pesar del aprecio personal que le tienen¡ª, pero a la vez una llamada de atenci¨®n ¡ªla crisis ha llegado al n¨²cleo duro del presidente¡ª y, para la mayor¨ªa, una oportunidad. El PP, seg¨²n diversos dirigentes consultados, espera ahora que Rajoy aproveche esta ocasi¨®n para hacer cambios m¨¢s profundos en el Gobierno y el partido, y no se limite simplemente a un relevo t¨¦cnico en el Ministerio de Sanidad. El retraso en la decisi¨®n ¡ªal menos hasta el martes, dice el Gobierno¡ª desata las especulaciones, aunque Rajoy lleva tan en secreto estas cuestiones que nadie tiene certezas.

Varios dirigentes coinciden en una idea que domin¨® los corrillos el viernes y el s¨¢bado en Barcelona, donde coincidieron alcaldes, presidentes, auton¨®micos, ministros y cuadros del partido: el Gobierno y el PP han perdido la iniciativa y deben recuperarla. El discurso de Rajoy en Catalu?a, muy criticado fuera del PP por estar pensado casi en exclusiva para su partido, ha gustado mucho dentro de esta formaci¨®n, que cree que el presidente pasa a la ofensiva con la idea puesta en unas elecciones inminentes. Y varios dirigentes, sobre todo los territoriales que se la juegan en 2015, creen que ahora debe completar ese giro con un cambio claro en el Gobierno y tambi¨¦n un refuerzo del partido, al que ven cada vez m¨¢s desarbolado y sin pulso para afrontar un duro a?o electoral.

Rajoy tiene pendientes decisiones importantes, sobre todo las candidaturas en lugares clave como Madrid o la Comunidad Valenciana, pero tambi¨¦n en otros lugares que pueden afectar al Gobierno como Canarias. Jos¨¦ Manuel Soria, ministro de Industria, sigue siendo el l¨ªder del PP all¨ª, aunque no tiene intenciones de ser candidato. Todas estas inc¨®gnitas, sumadas al hundimiento en las encuestas, empujan a algunos a pensar que, pese a la reticencia de Rajoy a los cambios, es el momento para hacer un giro. ¡°Es ahora o nunca, si solo hay un cambio t¨¦cnico volveremos a perder la iniciativa en pocos d¨ªas y estaremos a merced de los pr¨®ximos esc¨¢ndalos¡±, explica un dirigente.

¡°Rajoy centr¨® todo en la econom¨ªa y ahora se ha dado cuenta de que finalmente es la pol¨ªtica la que puede decidir las elecciones¡±, se?ala otro. Precisamente en el momento en que la econom¨ªa empieza a dar algunas buenas noticias, o al menos mucho mejores que en 2012 y 2013, es la pol¨ªtica ¡ªsobre todo los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y la crisis catalana¡ª la que est¨¢ hundiendo a Rajoy.

¡°Las elecciones se han puesto muy complicadas pero Rajoy, como jefe del partido, tiene que salir a ganar. Puedes perder pero no dejar de intentarlo. Y eso implica arriesgar y poner pesos pesados en las candidaturas, si es necesario tirando del Gobierno. Perder las auton¨®micas y municipales implica destruir una red de miles de cuadros, es una cat¨¢strofe, como se ha visto en el PSOE, que no levanta cabeza desde su debacle en las municipales de 2011¡±, explica un dirigente.

Cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero tuvo un momento as¨ª, en los ¨²ltimos a?os de su mandato, hizo un Gobierno muy pol¨ªtico, con Rubalcaba como vicepresidente y Jos¨¦ Blanco primero como ministro de Fomento y despu¨¦s portavoz. Rajoy es muy distinto a Zapatero y mucho m¨¢s reacio a los cambios, pero en el PP muchos esperan que haga algo. Nadie cree que vaya a tocar a Mar¨ªa Dolores de Cospedal a unos meses de unas elecciones auton¨®micas en las que ella se la juega a todo o nada en Castilla-La Mancha y con buenas perspectivas, en funci¨®n de los ¨²ltimos resultados en las europeas, mejores que en otras comunidades. Sin embargo, por debajo de ella hay muchos movimientos posibles en el PP.

¡°Desde la dimisi¨®n de Alberto Ruiz-Gallard¨®n no levantamos cabeza. Cada semana es peor que la anterior. Necesitamos un revulsivo. Lo ¨²nico que nos salva es que el PSOE est¨¢ peor, en nuestro momento de mayor debilidad eso nos da algo de tiempo, pero no mucho¡±, resume otro destacado miembro del partido.

Rajoy es, por encima de todo un hombre de aparato, de partido. Ha dedicado a esa tarea media vida y as¨ª empez¨® su ascenso al poder en el mundo de Aznar, como vicesecretario de organizaci¨®n en los noventa, y jefe de campa?a de las generales en 1993, 1996 y 2000. Ahora lo que le piden los suyos es que se preocupe de reforzar el PP ante unas elecciones muy dif¨ªciles. Si no, cada esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, explica un dirigente, servir¨¢ para engordar a¨²n m¨¢s a Podemos, la formaci¨®n que cada vez condiciona m¨¢s todos los movimientos, aunque en el PP insisten en que perjudica mucho m¨¢s al PSOE que a ellos.