Podemos pierde impulso tras la exposici¨®n de sus l¨ªderes y planes
El PSOE encabeza la intenci¨®n de voto con el 27% El PP acent¨²a su hundimiento y contin¨²a como tercera fuerza con el 20%
La exposici¨®n p¨²blica y el aterrizaje en el escenario pol¨ªtico como partido han frenado la tendencia ascendente y sostenida desde mayo de Podemos. Eso no significa que se desinfle o que no mantenga sus opciones a ser la fuerza m¨¢s votada en unas elecciones generales, pero s¨ª que los ciudadanos le someten a id¨¦ntico escrutinio que al resto de partidos y eso le ocasiona los mismos altibajos tras un ascenso continuo.
Seg¨²n el sondeo de Metroscopia para EL PA?S, Podemos tendr¨ªa una estimaci¨®n de voto del 25%, superado por el 27% del PSOE y por encima del 20% que logra el PP. Hace un mes era el partido de Pablo Iglesias el que superaba a los dos que han gobernado en Espa?a en 26 a?os de democracia constitucional.
Desde aquella encuesta hasta esta, Podemos ha vivido un mes cargado de acontecimientos; desde su constituci¨®n formal en partido pol¨ªtico a la controversia sobre el contrato de ??igo Errej¨®n, su n¨²mero dos, en la Universidad de M¨¢laga, incluyendo la presentaci¨®n de la base de su programa econ¨®mico y el repliegue medi¨¢tico despu¨¦s de una sobreexposici¨®n. El propio Iglesias ha pasado de contertulio que formula cr¨ªticas a l¨ªder entrevistado al que se le piden respuestas sobre asuntos concretos y se le cuestionan sus posiciones. Se mide en esta encuesta el grado de aceptaci¨®n de sus nuevas bases program¨¢ticas, alejadas de las propuestas m¨¢s radicales de las elecciones europeas.
En el momento en el que se hizo la anterior encuesta se viv¨ªa el impacto de casos notables de corrupci¨®n, como ha demostrado esta semana el espectacular incremento en m¨¢s de 20 puntos del grado de preocupaci¨®n de los ciudadanos sobre la corrupci¨®n, seg¨²n el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS).
En t¨¦rminos deportivos, Podemos ya est¨¢ en el terreno de juego compitiendo con el resto y, sobre todo, escrutado con lupa. Con el paso del tiempo, como es obvio, va teniendo m¨¢s pasado y una estructura que incrementa los puntos de rozamiento con la realidad, el margen de error y la presi¨®n medi¨¢tica.
El futuro lo conserva porque mantiene la tendencia a disputar la hegemon¨ªa pol¨ªtica a PSOE y PP, consolidando su capacidad para hacer saltar por los aires lo que se conoce como bipartidismo. De hecho, en voto directo, es decir, sin cocina ni ponderaci¨®n de ning¨²n tipo de dato previo, Podemos sigue estando por delante, con el 18%, aunque en el anterior sondeo tuvo el 22,2%, en plena ebullici¨®n pol¨ªtica a su favor.
Para conocer su evoluci¨®n y la consolidaci¨®n de sus posibilidades es preciso a¨²n esperar la tendencia de futuras encuestas.
Su l¨ªder no ha tenido un buen mes como flamante secretario general, seg¨²n el sondeo, que refleja un descenso de su imagen que se corresponde con hechos relevantes como su ausencia de las televisiones tras una mala actuaci¨®n en una entrevista con Ana Pastor en La Sexta. Pese a ello, es el l¨ªder pol¨ªtico mejor valorado de todos, o en t¨¦rminos m¨¢s precisos, el l¨ªder menos negativamente evaluado: del saldo positivo de noviembre (+ 1 punto) pasa a uno negativo de -17 puntos (con un 51% de desaprobaci¨®n frente a un 34% de aprobaci¨®n).
En el an¨¢lisis de las tendencias globales, el PSOE resiste gracias a una mayor movilizaci¨®n de sus electores. El partido de Pedro S¨¢nchez ha subido en fidelidad de voto del 35% al 49%, es decir, que ha logrado recuperar una parte del electorado que le abandon¨® antes. De hecho, en las generales de hace tres a?os, los socialistas tuvieron el 28,7% en voto v¨¢lido y ahora la estimaci¨®n es del 27,7%. No es el mejor dato de S¨¢nchez, pero s¨ª es superior al mes anterior y le permite mantener opciones de ser el m¨¢s votado.
La estrategia de la direcci¨®n del PSOE es, precisamente, la de intentar recuperar los posibles votantes que le dieron la espalda en favor de la abstenci¨®n y de Podemos. Conf¨ªan en que el escrutinio a Podemos provocar¨¢ la vuelta de esos electores que apoyan ahora a Iglesias, que cifran en un tercio.
El objetivo del PSOE son las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo, en las que parte de un resultado tan p¨¦simo en 2011 que cualquier avance podr¨¢ considerarse como un ¨¦xito. Aquellos comicios fueron los m¨¢s desastrosos para los socialistas y no es probable que pueda bajar m¨¢s a¨²n. Recuperar el gobierno de una comunidad o alguna capital de provincia puede considerarse como una victoria en el PSOE, lastrado, adem¨¢s, por la fragmentaci¨®n del voto de la izquierda en nuevas candidaturas.
El panorama que dibuja la encuesta reparte casi de forma similar en tres partidos las posibilidades de ganar las elecciones. El PP, con un 20%, es el que m¨¢s bajo est¨¢ y presenta una trayectoria hacia la ca¨ªda libre. El partido de Mariano Rajoy paga como ninguno el malestar ciudadano y, especialmente, el clima de corrupci¨®n. Est¨¢ a m¨¢s de 14 puntos de su voto en las generales de hace tres a?os, con tendencia a pasar de la mayor¨ªa absoluta a ser la tercera fuerza. Es el partido que m¨¢s acusa el descr¨¦dito pol¨ªtico y la desmovilizaci¨®n de los electores, que se traduce en una elevada abstenci¨®n. El porcentaje de votantes del PP que dicen ahora que no votar¨¢n solo es compensado por el de ciudadanos que nunca iban a las urnas y ahora apoyar¨ªan a Podemos si mantiene esa movilizaci¨®n durante un a?o.
Ese dato tan negativo en este momento es, parad¨®jicamente, la ¨²nica fuente de esperanza del PP, porque no son votantes que se le hayan ido a otras opciones, sino que prefieren quedarse en casa. Convencerles o insuflarles el miedo por una eventual victoria de Podemos es su forma de recuperar ese terreno perdido. Rajoy hab¨ªa basado su ¨¦xito en la reforma fiscal y en la mejora de la econom¨ªa, pero no hay noticia de ese efecto. Para que fuera as¨ª, deber¨ªan hacerse visibles tres factores: que la recuperaci¨®n fuera real, que los ciudadanos la perciban y que, adem¨¢s, la atribuyan al m¨¦rito del Gobierno. Hoy por hoy esa percepci¨®n y esas tres condiciones no se transmiten en la encuesta, porque se mantiene el pesimismo ciudadano y porque pesan m¨¢s otros factores, como el descr¨¦dito pol¨ªtico. Los d¨ªas en los que se recog¨ªan los datos de la encuesta se produjo la dimisi¨®n de la ministra de Sanidad, Ana Mato, precisamente, por su vinculaci¨®n a la red corrupta G¨¹rtel. Y no parece percibirse el discurso de regeneraci¨®n que intent¨® hacer en el Congreso al d¨ªa siguiente el presidente del Gobierno.
No ayuda nada la imagen gastada de Rajoy. Ocho de cada 10 espa?oles desaprueban su gesti¨®n ¡ªel 79%¡ª y solo un 19% le da un aprobado. Eso quiere decir que el disgusto o malestar de los votantes del PP con su l¨ªder es notable, lo que cuestiona su credibilidad y capacidad para convencer a esos electores para que salgan de la abstenci¨®n decidida y acudan a las urnas. Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa mantiene tambi¨¦n una valoraci¨®n muy negativa, por debajo del resto de l¨ªderes. Por encima de todos ellos sigue en valoraci¨®n positiva el Rey. En menos de tres a?os al frente de un Gobierno con mayor¨ªa absoluta y con un poder institucional que nunca antes hab¨ªa tenido nadie en democracia, Rajoy es ahora el l¨ªder pol¨ªtico con peor valoraci¨®n.
Hay una ligera recuperaci¨®n de IU y UPyD, a falta de confirmaci¨®n en los pr¨®ximos meses. Alberto Garz¨®n, futuro l¨ªder previsiblemente de IU, parte con una valoraci¨®n positiva solo superada por Iglesias, aunque se le conoce mucho menos.
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