La pobre ciudad rica de Arona

Arona no es una ciudad de grises. La localidad tur¨ªstica tinerfe?a es una de las tres ciudades m¨¢s pobres de Espa?a en renta personal media anual, con 14.437 euros, pero, al mismo tiempo, se sit¨²a entre las primeras en concentraci¨®n de mayores ingresos en unos pocos de sus residentes: solo 23 de ellos acaparan hasta el 6,5% de las rentas generadas, el equivalente a 21,5 millones de euros, seg¨²n el an¨¢lisis de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea) sobre la renta personal de los municipios espa?oles de m¨¢s de 50.000 habitantes.

La renta media es de 14.437 euros; 23 de sus vecinos acaparan el 6,5% de la riqueza

Arona es uno de los principales municipios tur¨ªsticos de Tenerife, e integra destinos tan populares como Los Cristianos y playa de Las Am¨¦ricas. Recibe al a?o 1,4 millones de visitantes, que generan ingresos superiores a los 1.000 millones de euros, gran parte de los cuales se quedan en el municipio. Entonces, ?c¨®mo es posible que ocupe las ¨²ltimas posiciones del pa¨ªs en renta personal?

Antonio Sosa, primer teniente de alcalde de Arona, da algunas claves. ¡°La gran evoluci¨®n del turismo en el municipio estos a?os ha atra¨ªdo, por un lado, a importantes inversores, y por otro, a poblaci¨®n que viene a buscar una oportunidad, un empleo en este sector¡±. Apunta que esos trabajadores no disfrutan de una situaci¨®n laboral y econ¨®mica consolidada, circunstancia a la que se une ¡°la influencia de la econom¨ªa sumergida, que implica que se presten servicios por los que se declara una cantidad determinada y se cobre otra parte en b¡±.

El paradigma de la opulencia en Arona lo representa la denominada milla de oro, una exclusiva zona comercial repleta de boutiques de moda, joyer¨ªas de lujo, restaurantes de alto nivel y hoteles de cinco estrellas. ¡°El metro cuadrado cuesta 23.000 euros, y hay colas de inversores nacionales y extranjeros esperando que se quede libre un local para venir y pagar lo que cueste por ¨¦l¡±, explica Roman Ivanenko, propietario de la inmobiliaria Eten, afincada en la zona. Es la evidencia de que la atracci¨®n del municipio para quienes disponen de capital sigue siendo enorme.

El paradigma de la opulencia en Arona lo representa la denominada milla de oro, una exclusiva zona comercial

En ese mismo lugar convive la otra cara de la realidad. Trabajadores que perciben salarios que rondan los 1.000 euros: relaciones p¨²blicas de locales, empleados de tiendas, cajeros de supermercados¡­ Al menos aqu¨ª, parecen mostrarse satisfechos con su situaci¨®n econ¨®mica. Jos¨¦ Jes¨²s es asturiano y camarero de uno de los restaurantes mejor situados de la milla de oro. Lleva un a?o en Tenerife y gana 1.200 euros al mes, ¡°m¨¢s propinas¡±, por 40 horas de trabajo. ¡°Es todo un lujo comparado con las condiciones que ten¨ªa en empleos similares en mi tierra, donde hac¨ªa jornadas de sol a sol por mucho menos¡±, asegura sonriente mientras atiende a dos turistas que se han sentado a una de las mesas.

El aumento demogr¨¢fico experimentado por Arona en poco m¨¢s de 30 a?os ha sido excepcional. En 1981 contaba con 13.000 vecinos. Terminar¨¢ 2014 rondando los 90.000. Unas cifras que sirven a Francisco Ramos, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de La Laguna, para afirmar: ¡°Ese incremento de poblaci¨®n ha ahondado en las diferencias, porque crecer tan r¨¢pido implica hacerlo de manera desordenada¡±. Ramos a?ade: ¡°Cuando el sector terciario tiene tanto peso en una econom¨ªa, como en este municipio, donde el turismo supone el 60% de su riqueza, los desajustes son inevitables¡±.

Los datos del an¨¢lisis de Fedea est¨¢n realizados a partir de las declaraciones de IRPF de 2007. Jorge Onrubia, uno de sus coautores, cree que su extrapolaci¨®n a la actualidad podr¨ªa mostrar una brecha mayor. ¡°Lo m¨¢s normal es que, como consecuencia de la crisis, se haya agrandado la desigualdad¡±, asevera. Sobre el terreno, Tom¨¢s P¨¦rez, asesor fiscal en Arona, explica que ha notado en los ¨²ltimos a?os entre sus clientes asalariados ¡°rebajas de hasta un 20% en las n¨®minas, a la par que su carga de trabajo ha aumentado¡±.