Regeneraci¨®n se escribe con cinco erres
Tras el proceso de renovaci¨®n iniciado por don Juan Carlos y Rubalcaba se abre el debate sobre si Rajoy deber¨ªa ser el candidato del PP en noviembre de 2015
Poco m¨¢s de seis meses desde que se produjera la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos y la dimisi¨®n de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba como secretario general del PSOE, se ha abierto el debate sobre la conveniencia o no de que Mariano Rajoy vuelva a ser el candidato a la presidencia del Gobierno de la Naci¨®n dentro de un a?o. En una de las ¨²ltimas encuestas que Metroscopia ha realizado para EL PA?S, en noviembre, el 68% de los preguntados (61% de los que le votaron en 2011) afirmaban que Rajoy no deber¨ªa presentarse. Sin embargo, el presidente ha afirmado esta semana en M¨¦xico que se presentar¨¢ ¡°si quiere el partido¡±.
Los llamamientos a la regeneraci¨®n pol¨ªtica en Espa?a se han ido multiplicando a medida que iban apareciendo nuevos casos de corrupci¨®n que salpicaban a las instituciones, a los partidos pol¨ªticos y a unos l¨ªderes que, seg¨²n sus propios colegas, han perdido la legitimidad para encabezar la batalla para limpiar la mala reputaci¨®n de los partidos. Regeneraci¨®n tiene dos erres, pero para que la renovaci¨®n surta efecto se han a?adido otras dos (Rey y Rubalcaba) y a lo mejor hay que situar la quinta: Rajoy.
El proceso de renovaci¨®n institucional en Espa?a se inici¨® el 2 de junio con la renuncia del rey Juan Carlos. Ese d¨ªa, el Rey afirmaba: ¡°Hoy merece pasar a la primera l¨ªnea una generaci¨®n m¨¢s joven, con nuevas energ¨ªas, decidida a emprender con determinaci¨®n las transformaciones y reformas que la coyuntura actual est¨¢ demandando y afrontar con renovada intensidad y dedicaci¨®n los desaf¨ªos del ma?ana¡±. Tambi¨¦n dec¨ªa en su discurso que ¡°ha despertado en nosotros un impulso de renovaci¨®n, de superaci¨®n, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor¡±.
El presidente logra un suspenso sistem¨¢tico en las encuestas
Don Juan Carlos cerraba con un ejercicio de generosidad casi tres a?os de crisis institucional y personal, que le llev¨® al convencimiento de que la ¨²nica soluci¨®n para la Corona y para Espa?a era dar paso a su hijo. Seis meses despu¨¦s, el prestigio del rey Felipe VI est¨¢ en unos niveles muy altos, al igual que el del Rey saliente, mientras que la Corona ha vuelto al grado de estabilidad previa a la crisis.
La segunda erre (o la cuarta de regeneraci¨®n) tard¨® muy poco en renunciar. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba esper¨® a cumplir sus compromisos como estadista y dej¨® la Secretar¨ªa General del PSOE a finales de junio, despu¨¦s de casi tres a?os de enorme sufrimiento para ¨¦l y para su partido. Su intento de refundaci¨®n del PSOE despu¨¦s del batacazo de noviembre de 2011 (28,76% de los votos) fracas¨® y recibi¨® la puntilla con los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo (23,01%). Con su salida, el Partido Socialista eligi¨® en primarias a un nuevo secretario general, Pedro S¨¢nchez, que muy poco a poco est¨¢ recuperando posiciones. El PSOE ha conseguido cambiar la tendencia.
En menos de un a?o, el PP ha perdido m¨¢s de 15 puntos en intenci¨®n de voto
El caso de la tercera erre (o la quinta) es m¨¢s complicado. Mariano Rajoy lleg¨® al poder en noviembre de 2011 con una amplia mayor¨ªa absoluta sustentada en el 44,6% de los votos. Era, y es, el presidente del Gobierno con m¨¢s poder de la etapa democr¨¢tica espa?ola, si contamos con las comunidades aut¨®nomas y los Ayuntamientos que gobierna su partido. Sin embargo, es el ¨²nico presidente al que las encuestas no le dan ni la confianza ni la aprobaci¨®n en el momento de la elecci¨®n. La evoluci¨®n de su valoraci¨®n personal en las encuestas de Metroscopia muestra un suspenso sistem¨¢tico entre la mayor¨ªa de los electores e incluso algunos meses de las personas que declararon haberle votado en noviembre de 2011.
Lo peor es que su mala imagen personal est¨¢ empezando a afectar muy negativamente a los resultados que muestran las encuestas de intenci¨®n de voto al Partido Popular. En menos de un a?o, el PP ha perdido m¨¢s de 15 puntos de intenci¨®n de voto, llegando al suelo del 20% hace apenas diez d¨ªas, ampliamente superado por el PSOE (27,7%) e incluso por Podemos (25%). El ambiente ha llevado a que muchos de los electores fieles empiecen a pensar que quiz¨¢ sea el momento de cambiar de candidato de cara a las elecciones generales de 2015.
Los espa?oles no le reconocen al jefe del Gobierno eficacia en la gesti¨®n de la crisis
¡°Si ma?ana se celebrasen elecciones Generales, ?cree usted que Mariano Rajoy deber¨ªa ser el candidato del PP o que deber¨ªa serlo otra persona?¡±. La pregunta la hizo Metroscopia hace menos de veinte d¨ªas y la respuesta es demoledora: 18% para Rajoy y 68% para otra persona. Y lo que es peor, 31% contra 61% entre los votantes del PP en 2011. La ¨²nica noticia positiva la dan los encuestados que declaran que votar¨¢n a los populares en las elecciones futuras: el 53% prefiere a Mariano Rajoy, frente al 42% que buscar¨ªa otro candidato.
Todo ello ha llevado a que se empiecen a disparar algunas alarmas entre los dirigentes populares y en el sector empresarial, que ya hab¨ªa mostrado su preocupaci¨®n en los ¨²ltimos meses ante el ascenso de Podemos. La cr¨ªtica se centra en que el presidente ha centrado su estrategia y acci¨®n de Gobierno tan solo en la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, olvidando asuntos tan importantes como el problema catal¨¢n, el clima social, la desigualdad, la corrupci¨®n o las propias luchas internas en el partido.
Algunos populares creen que se ha olvidado de Catalu?a y de la desigualdad social
Adem¨¢s, los espa?oles tampoco le reconocen la eficacia en la gesti¨®n de la crisis. Por el contrario, le echan en cara que no haya cumplido su programa electoral, especialmente la subida de impuestos y los recortes (aunque ¨¦l los llame ajustes) en sanidad, educaci¨®n y pensiones.
Dentro del Partido Popular y del propio Gobierno, nadie quiere hablar. La mayor¨ªa se muestran preocupados por la marcha de las encuestas, pero no dan la cara. Se limitan a comentar en los distintos centros de poder que se han ido creando: los corrillos de G¨¦nova, en donde Mar¨ªa Dolores de Cospedal gobierna; en el entorno de la vicepresidenta Soraya S¨¢ez de Santamar¨ªa, cada vez con m¨¢s poder; o en las comidas mensuales del ahora llamado G-7 (Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, Ana Pastor, Jorge Fern¨¢ndez, Jos¨¦ Manuel Soria, Isabel Garc¨ªa Tejerina, Rafael Catal¨¢ y, cuando est¨¢ en Madrid, Miguel Arias Ca?ete). Todos saben que los versos sueltos acaban cayendo y es mejor estar callados.
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