Una ley infausta que acab¨® con Gallard¨®n
El Gobierno renunci¨® a su reforma del aborto tras dos a?os de protestas
El sue?o se convirti¨® en pesadilla para Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y la pesadilla se consum¨® en este a?o 2014. Uno de los pol¨ªticos m¨¢s omnipresentes y veteranos de Espa?a y el m¨¢s popular a izquierda y derecha durante dos d¨¦cadas, eterno aspirante a la presidencia del Gobierno mientras encadenaba mayor¨ªas absolutas en Madrid, s¨ªmbolo de la derecha m¨¢s pura y, a la vez, verso suelto en el PP, acab¨® estrellado cuando menos lo esperaba: tras dar el salto, por fin, a la pol¨ªtica nacional. Despu¨¦s de tres a?os como ministro de Justicia en los que fue declarando un incendio tras otro con sus reformas legales y desplom¨¢ndose en los ¨ªndices de popularidad, Gallard¨®n anunci¨® su dimisi¨®n irrevocable y abandon¨® la pol¨ªtica el pasado 23 de septiembre, horas despu¨¦s de que el presidente Mariano Rajoy decidiera aparcar definitivamente un proyecto maldito que su ministro hab¨ªa asumido y defendido sin matices: la ley del aborto.
Esa inesperada dimisi¨®n dej¨® dos noticias sobre la mesa: una, la obvia, el adi¨®s a la pol¨ªtica de Gallard¨®n, Homo politicus. Otra, menos obvia pero fundamental: la renuncia del PP a sacar adelante su ley del aborto, que estaba llamada a ser la m¨¢s restrictiva en 30 a?os. Una ley que Rajoy encarg¨® a Gallard¨®n y lleg¨® a aprobar en primera vuelta (en diciembre de 2013) y que despu¨¦s, por el camino, los populares entendieron que hab¨ªa perdido todo apoyo social, incluso entre su electorado. Distintas encuestas publicadas en estos tres a?os ven¨ªan mostrando un respaldo mayoritario de la poblaci¨®n (y de los votantes del PP, y de los cat¨®licos practicantes) a la actual ley de plazos del aborto, la que aprob¨® el PSOE en 2010 y que otorga a la mujer el derecho a interrumpir su embarazo sin alegar motivo en las primeras 14 semanas de gestaci¨®n.
La direcci¨®n del PP asisti¨® estupefacta a esa evoluci¨®n social que no hab¨ªa previsto (el apoyo progresivo a una ley que el PSOE hab¨ªa aprobado en 2010 sin ni siquiera anunciarla en su programa electoral para evitar rechazo) y concluy¨®, aparentemente, que en esa evoluci¨®n ya no hab¨ªa marcha atr¨¢s. Algo muy parecido a lo que ocurri¨® a?os antes con la ley del matrimonio entre homosexuales, que el PP lleg¨® a recurrir ante el Tribunal Constitucional pero que finalmente, cuando alcanz¨® el Gobierno, renunci¨® a derogar.
El proyecto original de Rajoy y Gallard¨®n para la ley del aborto (que consist¨ªa en volver al modelo de supuestos despenalizados que rigi¨® hasta 2010, pero endureci¨¦ndolo y eliminando el supuesto espec¨ªfico de malformaci¨®n fetal) decay¨®, pues, tras dos a?os de protestas de todos los partidos de oposicion y de asociaciones feministas y colectivos m¨¦dicos. El presidente del Gobierno comunic¨® en septiembre que, ante la ¡°division¡± generada, solo se modificar¨ªa un aspecto puntual de la ley vigente, para obligar a las embarazadas de 16 y 17 a?os a contar con la autorizaci¨®n de sus padres si deciden abortar. Un cambio que se anunci¨® como inminente pero que tampoco le est¨¢ siendo f¨¢cil al PP sacar adelante: el Consejo de Estado ya ha advertido al Gobierno de que la v¨ªa r¨¢pida por la que pretende articular esa minireforma no es v¨¢lida.
En manos del Constitucional
El futuro de la legislaci¨®n sobre el aborto sigue estando, en todo caso, en manos del Constitucional. Como la ley de 2010 fue recurrida por el PP, si el alto tribunal da la raz¨®n a los populares y llega a dictaminar que en Espa?a no cabe constitucionalmente un modelo de plazos como el vigente, esa sentencia no solo permitir¨ªa al Gobierno derogar la ley de 2010 sino que impedir¨ªa a un Gobierno futuro, por ejemplo del PSOE, recuperarla. Varios partidos han pedido por ello al PP que, adem¨¢s de renunciar a la ley Gallard¨®n, retire el recurso de inconstitucionalidad, pero ni el PP ha mostrado voluntad de hacerlo ni est¨¢ claro que jur¨ªdicamente pudiera hacerlo (quienes tienen la potestad de retirar el recurso son los diputados que lo presentaron, que ya no son los mismos que en la actualidad).
A la espera de esa decision del Constitucional, Espa?a sigue teniendo una ley de plazos del aborto. Y, de la mano de esta polemica, la escena pol¨ªtica espa?ola ha dicho adi¨®s a quien siempre aspir¨® a presidir un Gobierno que finalmente ha enterrado su carrera: el expresidente auton¨®mico,?exalcalde y exministro Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
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