La Zarzuela conf¨ªa en que la Infanta renuncie a sus derechos sucesorios
La Casa del Rey asegura que no va a presionarla La situaci¨®n de la hermana de Felipe VI condiciona el discurso de Nochebuena
La Casa del Rey insisti¨® este lunes en su ¡°absoluto respeto a la independencia judicial¡± y en que la decisi¨®n de la Infanta de renunciar a sus derechos es solo ¡°suya¡±. No van a presionarla, pero la renuncia, ese gesto simb¨®lico de insignificantes consecuencias pr¨¢cticas ¡ªes la sexta en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono y su renuncia no afectar¨ªa a sus hijos, que subir¨ªan un puesto en el escalaf¨®n¡ª, ser¨ªa m¨¢s que bienvenido en La Zarzuela. La instituci¨®n quiere soltar lastre, desembarazarse del caso N¨®os, o, como lo defini¨® la mano derecha de don Juan Carlos, Rafael Spottorno, de ¡°el martirio¡±. Pero do?a Cristina, que siempre ha entendido la estrategia de aislamiento de la Casa del Rey como una condena por adelantado, se ha resistido hasta el final.
La decisi¨®n del juez Castro de enviarla al banquillo como cooperadora en el fraude fiscal de su marido llega a apenas dos d¨ªas del primer mensaje de Nochebuena de don Felipe como Rey. Es su intervenci¨®n p¨²blica m¨¢s importante despu¨¦s de su discurso de proclamaci¨®n, el pasado 19 de junio, y es uno de los tres que pronunciar¨¢ este a?o ¡ªjunto al de entrega de los premios Pr¨ªncipe de Asturias¡ª que habr¨¢n escrito el Monarca y su equipo, supervisados por el Gobierno y no al rev¨¦s. Cuando se public¨® el auto, a¨²n no hab¨ªa sido grabado, seg¨²n fuentes de La Zarzuela, lo que permite a don Felipe a?adir alguna referencia a la situaci¨®n judicial de su hermana, del mismo modo que en la Nochebuena de 2011 ¡ªcuando nadie en la Casa del Rey imaginaba que el caso Urdangarin fuera a convertirse en caso Infanta¡ª su padre tuvo que aludir, sin citarlo, a la situaci¨®n de su yerno. ¡°Vivimos en un Estado de derecho y cualquier actuaci¨®n censurable deber¨¢ ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos¡±, dijo entonces don Juan Carlos.
La Zarzuela ha dispuesto cuantos cortafuegos se le han ocurrido para intentar proteger al rey Juan Carlos, primero, y al rey Felipe, ahora, de la erosi¨®n del caso N¨®os. El equipo de Spottorno apart¨® a la Infanta de la vida oficial de la familia real en octubre de 2011 y se borr¨® todo rastro de Urdangarin de la web de la Casa. Don Felipe prorrog¨® esa estrategia de aislamiento y no invit¨® a su hermana a participar en el d¨ªa m¨¢s importante de su vida: su proclamaci¨®n como Rey. Do?a Cristina no estaba aquel 19 de junio en la tribuna del Congreso, con su madre y su hermana. Tampoco en la multitudinaria recepci¨®n posterior en el Palacio Real. Pero s¨ª estuvo presente, de manera indirecta, en las primeras palabras de don Felipe como Monarca, cuando, sin citarla, prometi¨® encarnar ¡°una monarqu¨ªa renovada¡±, ¡°¨ªntegra, honesta y transparente¡±.
Desde la proclamaci¨®n de Felipe VI, do?a Cristina ya no forma parte de la familia real. Ahora tiene el estatus de familia del Rey, pero, fuera de La Zarzuela, esa distinci¨®n ¡ªque implica que no participa en actos oficiales ni recibe por tanto, dinero p¨²blico por ello¡ª es poco m¨¢s que un tecnicismo. La situaci¨®n judicial de la Infanta sigue condicionando la agenda de la Casa del Rey. Don Felipe llevaba apenas una semana en el trono cuando el juez Castro pidi¨® el procesamiento de su hermana, el pasado 25 de junio. Y, apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de que, en su discurso de entrega de los Premios Pr¨ªncipe de Asturias admitiera que ¡°la sociedad necesita referencias morales a las que admirar y respetar¡±, la Audiencia de Palma confirm¨® la imputaci¨®n de do?a Cristina por fraude fiscal.
Casi todas las medidas que ha tomado don Felipe de Borb¨®n en sus primeros seis meses de reinado tienen que ver con la determinaci¨®n de sacudirse ese lastre. Por eso, por ejemplo, prohibi¨® a los miembros de la familia real dedicarse a negocios privados. Su hermana ya no forma parte de ese n¨²cleo, pero el Rey quer¨ªa lanzar el mensaje de que no se repetir¨¢n los errores del pasado.
La Infanta est¨¢ ¡°sorprendida¡±, seg¨²n su abogado, Miquel Roca, que este lunes calific¨® la decisi¨®n del juez Castro de ¡°grave y excepcional¡±. Pero tambi¨¦n est¨¢ sola. La Zarzuela no va a mostrar ahora su ¡°sorpresa¡± o su apoyo al fiscal Pedro Horrach, como s¨ª hizo en abril de 2013, en unas declaraciones que se interpretaron como una injerencia, y que el propio don Felipe, siendo todav¨ªa Pr¨ªncipe, corrigi¨® al d¨ªa siguiente aprovechando un acto con jueces en Barcelona: ¡°Los miembros de la carrera judicial sois merecedores de la mayor confianza¡±, dijo.
El nuevo Monarca ha repetido en numerosas ocasiones la necesidad de que la Corona se mueva por un list¨®n ¨¦tico superior y sea ejemplar. Los partidos pol¨ªticos han prometido apartar de su cargo al miembro al que se haya abierto juicio oral. Exactamente la misma posici¨®n en la que se encuentra ahora la Infanta. Don Felipe necesita ese gesto de su hermana para dar credibilidad a su promesa.
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