Falsa ropa de marca para pobres por mandato judicial

La ropa falsificada ser¨¢ producto de un delito cometido por mafias organizadas, pero puede tener un destino mucho m¨¢s ¨²til que la hoguera. As¨ª lo ha entendido la titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 1 de Vigo, Ana Mar¨ªa Lorenzo Carou que ¡ªen contra de la voluntad de varias marcas afectadas¡ª ha ordenado entregar a una orden ben¨¦fica que atiende a indigentes decenas de sudaderas y otras prendas comercializadas por Internet e incautadas a dos hombres de Vigo. Eso s¨ª, esta ONG est¨¢ obligada a eliminar los logotipos de la ropa incautada con tinta indeleble.

Las v¨ªctimas de las actividades delictivas de estos empresarios piratas, que han sido condenados a pagar tres indemnizaciones de 4.000 euros por haber comercializado productos falsificados, son Adidas, Hugo Boss y Bikkembergs. Y los beneficiarios, los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Vigo, una orden que viste y da de comer a alrededor de 200 personas en exclusi¨®n social o a punto de caer en ella. ¡°Entendemos la preocupaci¨®n de estas empresas porque las prendas puedan volver al mercado ilegal, pero agradecemos que gente como esta jueza valore nuestra labor¡±, dice Jos¨¦ Luis Delgado, director de la organizaci¨®n ben¨¦fica. ¡°Ninguna prenda va a salir con la etiqueta. Ese es nuestro compromiso¡±.

La ley de marcas de 2001 prev¨¦ ¡°la destrucci¨®n o cesi¨®n con fines humanitarios, si fuere posible¡± de productos il¨ªcitamente identificados con una marca, igual que la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Pero generalmente se opta por su destrucci¨®n. Ocurre, pero no es lo m¨¢s usual que la justicia opte por un destino ben¨¦fico. La magistrada de Vigo lo decidi¨® as¨ª el 14 de noviembre ¡°dado el ¨ªnfimo valor¡± de las prendas intervenidas, y dado que ¡°su realizaci¨®n por otro medio ser¨ªa antiecon¨®mica¡±.

Las marcas se opusieron por temor a ver de nuevo estos productos decomisados en mercadillos atentando contra el derecho a la propiedad intelectual, as¨ª que cinco d¨ªas despu¨¦s presentaron un recurso. Reclamaron ¡°la inmediata destrucci¨®n de las prendas y productos intervenidos en la causa¡±. No les bastaba con la eliminaci¨®n de los logos de marca. ¡°Basta con observar los productos incautados para concluir que resulta imposible la eliminaci¨®n de dichos signos distintivos sin afectar, o m¨¢s bien destruir dichos productos¡±, alegaron sus abogados. ¡°La pr¨¢ctica¡±, a?adieron, ha demostrado adem¨¢s ¡°que lamentablemente en aquellas ocasiones en que los productos falsificados han sido entregados con fines humanitarios sin que previamente se hubiesen eliminado los logotipos, dichos productos il¨ªcitos han vuelto al mercado como consecuencia del aprovechamiento que ciertos individuos han hecho de la buena voluntad de las instituciones ben¨¦ficas¡±. La juez, siguiendo un informe del fiscal, rechaz¨® su petici¨®n.

¡°No es que nos opongamos a esta medida. Las circunstancias sociales y econ¨®micas son las que son y es bueno el prop¨®sito de darle un destino ¨²til¡±, dice Jos¨¦ Antonio Moreno, director general de la Asociaci¨®n Nacional para la Defensa de la Marca, Adema. ¡°El problema es que lo que hay detr¨¢s del negocio de las falsificaciones son grupos criminales superprofesionales en lo suyo que controlan todas las rutas. Y nos hemos encontrado con casos en que unas partidas supuestamente destinadas al S¨¢hara estaban a los diez d¨ªas en mercados de Madrid¡±, contin¨²a. ¡°Aqu¨ª se plantea eliminar los logos para garantizar el derecho de marca, pero eso cuesta dinero¡±. Los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Vigo no saben si tendr¨¢n recursos para costearlo. ¡°Nos vendr¨ªa muy bien si la polic¨ªa nos echara una mano¡±, dice Delgado.