Recetas para mejorar el futuro
Las ideas m¨¢s repetidas en los reportajes, tribunas y foros de debate de la serie de EL PA?S ¡®La Universidad a examen¡¯
La serie de reportajes La Universidad a examen arranc¨® hace un mes con la aspiraci¨®n de arrojar algo de luz al debate sobre la ense?anza superior en Espa?a que, con sus innegables logros en las ¨²ltimas d¨¦cadas, presenta una serie de carencias graves que necesitan ser atajadas con urgencia, seg¨²n numerosos especialistas. El siguiente es un resumen de las recetas m¨¢s repetidas en los art¨ªculos, las tribunas y los foros de debate abiertos en la web del diario:
Decidir el modelo
¡°Es in¨²til un debate [...] sin clarificar previamente la funci¨®n social que esperamos de nuestra universidad¡±, escribe el exrector de la Polit¨¦cnica de Catalu?a Josep Ferrer. Esto es, el primer paso de cualquier mejora es que la sociedad decida para qu¨¦ sirve la educaci¨®n superior ¡ªpara formar ¨¦lites; para dar formaci¨®n de alto nivel a amplias capas de la sociedad, incluidas las populares; como motor social, econ¨®mico; para todo¡ª, fijar unos objetivos en consecuencia ¡ªpor ejemplo, el papel y cuant¨ªa de las becas¡ª y decidir c¨®mo se va pagar ¡ªentre todos, cada uno seg¨²n el beneficio que va a obtener¡ª. ¡°Calidad de las Universidades. ?Docente, investigadora, innovadora o desarrollo tecnol¨®gico? Es necesario empezar a definir, tanto por parte de las universidades como de los Gobiernos [...], de qu¨¦ calidad estamos hablando. ?Todo? ?Algo?¡±, escribe Ram¨®n Sans, del sindicato FETE-UGT.
Rendici¨®n de cuentas
¡°La Universidad en general, en mi opini¨®n, es una de las instituciones mas opacas hoy en Espa?a¡±, opina Jes¨²s Fern¨¢ndez Abell¨¢n. ¡°Es necesaria una evaluaci¨®n cualitativa y transparente [de la docencia]¡±, a?ad¨ªa el profesor de Sociolog¨ªa Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Victoriano. Pero la rendici¨®n de cuentas tiene una segunda parte: las consecuencias. Condicionar un porcentaje alto de la financiaci¨®n p¨²blica de los campus a los resultados docentes, investigadores o de innovaci¨®n es una de las recetas m¨¢s citadas. Un instrumento que, seg¨²n Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, servir¨ªa para luchar contra la absurda proliferaci¨®n de titulaciones, la falta de esfuerzos docentes e investigadores (donde los hubiere) o la endogamia (el 73% del cuerpo docente de la universidad p¨²blica estudi¨® en el centro en el que est¨¢ contratado). Este ¨²ltimo es un mal que parece encontrar siempre resquicios en la legislaci¨®n. Juan Manuel Moreno, del Banco Mundial, se queja de "la comodidad con la que casi todos los actores en la universidad p¨²blica ¡ªizquierda y derecha, j¨®venes y viejos, capaces e incapaces¡ª entienden que ¨¦sta no es otra cosa que una plataforma para construir su chiringuito de actividad privada¡±.
Flexibilidad e incentivos
Pero las consecuencias de las evaluaciones deben tener su cara positiva, la del premio a quien bien lo hace. Muchas voces se han quejado estas semanas de falta de incentivos, por ejemplo, para atraer a los mejores docentes y cient¨ªficos. Algunas voces protestan contra la precariedad: ¡°Actualmente hay contratos basura de 1.000 euros que no permiten ning¨²n tipo de movilidad¡±, dice el profesor de la Universidad de C¨¢diz Jos¨¦ Miguel Mestre. Otras lamentan la excesiva burocracia: ¡°La prolija regulaci¨®n ha contribuido a convertir las universidades en instituciones extraordinariamente burocratizadas y ensimismadas¡±, ha escrito la ex responsable de Universidades de la Comunidad de Madrid Clara Eugenia N¨²?ez.
Proyectos diferentes
La Universidad cada vez tiene m¨¢s exigencias diferentes (formaci¨®n de profesionales, de cient¨ªficos, investigar, transferir conocimiento). Hay pa¨ªses que han optado por la especializaci¨®n (como Francia) y otros por la fusi¨®n de campus (Portugal, Finlandia...). Pero hay quien piensa que eso requiere un gobierno de la universidad m¨¢s piramidal que el que hay en Espa?a, rectores con m¨¢s capacidad de decisi¨®n y acci¨®n. ¡°No hace falta una revoluci¨®n dr¨¢stica que lo revuelva todo, basta con cambios, sobre todo en la gobernanza, que hagan que las universidades pasen de ser instituciones muy r¨ªgidas a instituciones ¨¢giles. Solo eso ayudar¨ªa mucho¡±, dice Andreu Mas-Colell, actual consejero catal¨¢n de Econom¨ªa y Conocimiento y extitular de Universidades. La clave (y la gran dificultad) es el equilibrio: no pasar de un sistema sometido a los intereses internos ¡ªesos de los que hablaba Juan Manuel Moreno¡ª para ir a otro sometido al inter¨¦s pol¨ªtico; o no pasar de la rigidez de plantillas funcionariales a otra sin derechos laborales y sin libertad de c¨¢tedra. ¡°En una democracia consolidada no tiene mucho sentido que los profesores universitarios sean funcionarios, por contraposici¨®n a jueces, polic¨ªas o bomberos¡±, escribe el catedr¨¢tico de la Pompeu Fabra Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo.
Una nueva era
Las nuevas tecnolog¨ªas no solo empujan a modernizar las formas de dar clase y las opciones que se ofrecen a los estudiantes, sino que hacen irremediable la colaboraci¨®n y, a la vez, la competici¨®n, en un mundo globalizado. ¡°Las universidades espa?olas se especializar¨¢n y tendr¨¢n que competir por estudiantes y por profesores en un entorno m¨¢s internacional y m¨¢s abierto¡±, en el que la investigaci¨®n y la transferencia se mezclar¨¢n en centros ¡°donde los profesores universitarios trabajen mano a mano con investigadores de empresas e instituciones para crear y mejorar productos y servicios¡±, escribe el rector de la Carlos III Daniel Pe?a.
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