Espa?a ampl¨ªa sus dominios mar¨ªtimos
El Estado reclama en la ONU la soberan¨ªa de 296.500 kil¨®metros cuadrados en el Atl¨¢ntico Portugal reivindica parte de esa zona, ubicada al oeste de las Islas Canarias
"Es la mayor ampliaci¨®n de la soberan¨ªa desde Crist¨®bal Col¨®n", dice Luis Somoza Losada, coordinador del equipo de 13 personas ¡ªsiete civiles y seis militares¡ª que se ha encargado de apuntalar la ambiciosa expansi¨®n marina de Espa?a. El Gobierno acaba de presentar ante la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) una propuesta para aumentar los l¨ªmites de la plataforma continental espa?ola al oeste de las Islas Canarias. El Estado reclama la soberan¨ªa sobre los recursos naturales (incluyendo el subsuelo) de un ¨¢rea marina de 296.500 kil¨®metros cuadrados en el Atl¨¢ntico, una superficie similar a la que ocupa todo el territorio emergido de Italia.
Parte de esa zona, unos 10.000 kil¨®metros cuadrados al suroeste de Madeira, tambi¨¦n la reivindica Portugal. Los dos Estados deben entenderse en este caso, que previsiblemente acabar¨¢ con un salom¨®nico reparto.
Somoza, miembro del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME), a¨²n arrastra el jet lag. Acaba de regresar de Nueva York, donde el 17 de diciembre registr¨® la reivindicaci¨®n espa?ola. Es un documento en el que se detallan las coordenadas de 448 puntos del Atl¨¢ntico. Cuando se unen, forman la nueva frontera mar¨ªtima que reclama Espa?a.
El S¨¢hara y las islas Salvajes
El anterior Gobierno anunci¨® ante la ONU su propuesta de ampliaci¨®n de la plataforma continental de Canarias en 2009. En el documento registrado en Nueva York entonces, se apuntaba a que en la zona sur la extensi¨®n "podr¨ªa superponerse con una eventual ampliaci¨®n m¨¢s all¨¢ de las 200 millas marinas de la plataforma continental del margen continental saharaui". Y, como en el caso portugu¨¦s, se fiaba el futuro de esa hipot¨¦tica disputa a una negociaci¨®n bilateral entre Estados. Pero el S¨¢hara occidental es un territorio aut¨®nomo gestionado por el Comit¨¦ de Descolonizaci¨®n de la ONU. No hay a¨²n reclamaci¨®n saharaui de ampliaci¨®n de la plataforma ni Estado con el que pueda negociar Espa?a. Del texto definitivo presentado hace diez d¨ªas por el Gobierno se ha eliminado la referencia expresa al S¨¢hara. Solo se hace una menci¨®n gen¨¦rica a "los derechos de terceros que puedan ser reclamados en su d¨ªa". "Cuando haya un Estado constituido, se negociar¨¢", resume Luis Somoza Losada.
Otro punto de conflicto podr¨ªan haber sido las Salvajes, unas peque?as islas portuguesas situadas entre las Canarias y Madeira. Espa?a no discute que sean de Portugal, pero s¨ª rebate la zona econ¨®mica exclusiva que el Gobierno luso quiere para las Salvajes. Para evitar conflictos, en las dos propuestas de ampliaci¨®n de la plataforma continental que han presentado ambos pa¨ªses no se incluyen estas islas.
La linde est¨¢ ahora fijada en las 200 millas marinas desde la l¨ªnea de costa, seg¨²n se establece en la Convenci¨®n de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Pero esta norma permite que los Estados la ampl¨ªen hasta las 350 millas. El ¨¢rea comprendida entre la frontera de las 200 millas y la nueva es lo que reclama ahora Espa?a como propio.
Si el Gobierno lo logra tendr¨¢ todos los derechos de "exploraci¨®n y de la explotaci¨®n de sus recursos naturales". Y con las pol¨¦micas prospecciones que Repsol desarrolla en las islas ¡ªlos sondeos son en la zona este, no est¨¢n en el ¨¢rea de ampliaci¨®n¡ª es imposible no pensar en hidrocarburos. "En la zona hay gas", apunta Somoza. "Otra cosa es que sea rentable extraerlo", a?ade. Depende, seg¨²n este investigador, de si hay grandes bolsas en el subsuelo y de la profundidad. "Tambi¨¦n puede haber petr¨®leo", dice Somoza. "Lo que no hay es caladeros, porque son aguas muy profundas".
Si se cumplen las pretensiones de Espa?a, el Estado no solo tendr¨¢ derechos: "Tendr¨¢ la obligaci¨®n de preservar la zona". Somoza resalta entre las potencialidades cient¨ªficas las l¨ªneas de investigaci¨®n que se est¨¢n abriendo para la biomedicina gracias a las bacterias descubiertas en los sedimentos de los oc¨¦anos. "Algunas tienen propiedades anticancer¨ªgenas", indica.
Pero, para ganar esos 296.500 kil¨®metros cuadrados (el equivalente al 60% del territorio emergido de Espa?a) hace falta que la Comisi¨®n de L¨ªmites de la Plataforma Continental de la ONU valide la propuesta. El equipo de Somoza ha realizado seis campa?as a bordo de tres buques oceanogr¨¢ficos p¨²blicos (el Hesp¨¦rides, el Miguel Oliver y el Sarmiento de Gamboa) para documentar los l¨ªmites exteriores de la plataforma. En total, han recorrido 72.352 kil¨®metros. Los t¨¦cnicos de la ONU tendr¨¢n que verificar ahora la informaci¨®n recabada.
Hay, al menos, otro escollo que se debe salvar. Portugal present¨® hace cinco a?os su propuesta de ampliaci¨®n de la plataforma continental ante la ONU y parte de sus reivindicaciones se solapan con las de Espa?a. "Son unos 10.000 kil¨®metros cuadrados", calcula Somoza, ubicados al noroeste de las Canarias.
La disputa no tiene visos de llegar al crudo enfrentamiento en el que andan enfrascados Canad¨¢, Noruega, Rusia, EE UU y Dinamarca en el ?rtico. Pero Espa?a y Portugal se han cruzado tres escritos sobre este asunto ante la ONU desde que el pa¨ªs vecino present¨® su propuesta en 2009.
Para el Ejecutivo luso, la ampliaci¨®n de la plataforma continental es un asunto prioritario. En la Estrategia nacional para el mar, aprobada por el Gobierno portugu¨¦s en 2006, se establece que este proceso de ampliaci¨®n supondr¨¢ extender la soberan¨ªa mar¨ªtima hasta los cuatro millones de kil¨®metros cuadrados (lo que supone el 4% de todo el Atl¨¢ntico). "Las esperanzas depositadas en la capacidad de desarrollo econ¨®mico y social del mar constituyen una de las escasas buenas noticias que el actual Gobierno puede dar a la sociedad portuguesa, en el contexto de una agenda pol¨ªtica y medi¨¢tica dominada por el rescate", escrib¨ªa Amparo Sereno ¡ªinvestigadora del centro luso de Estudios Jur¨ªdicos Econ¨®micos y Ambientales¡ª en el ¨²ltimo n¨²mero de la Revista Electr¨®nica de Estudios Internacionales.
Tanto esta investigadora como Somoza apuestan por una f¨¢cil salida negociada. "Habr¨¢ negociaciones bilaterales y, seguramente, esa franja se dividir¨¢ en dos y se repartir¨¢", vaticina el miembro del IGME. Somoza habla desde la experiencia. Guarda en su bagaje profesional otra ampliaci¨®n: la extensi¨®n de 78.000 kil¨®metros cuadrados de la plataforma continental espa?ola en el mar Cant¨¢brico, que ya ha aprobado la ONU. Todav¨ªa est¨¢ pendiente en Nueva York otra petici¨®n: 50.000 kil¨®metros cuadrados de ampliaci¨®n de la plataforma en Galicia.
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