El Ni?o bendice Legan¨¦s
El primer premio, dotado con 2.000.000 euros, toca ¨ªntegro en el barrio de Colonia Collado
Gustavo Fern¨¢ndez se comi¨® en Nochevieja 12 anacardos en lugar de uvas. "Solo hab¨ªamos dado pedreas por Navidad, as¨ª que pens¨¦: ¡®Esto va a traer suerte". Y lo hizo. Este lotero ha repartido ¨ªntegro, junto con su hermano, el primer premio del sorteo de El Ni?o dotado con dos millones de euros (200.000 por d¨¦cimo).
"El n¨²mero del barrio: 55487", se ha le¨ªdo durante semanas en un cartel en el 16 de la calle de Villaverde, en Legan¨¦s (Madrid). Los Fern¨¢ndez reservan todos los a?os una serie para que lo compren los vecinos de Colonia Collado: "Escogimos esa porque era de la que m¨¢s d¨¦cimos ten¨ªamos", explica ?ngel Fern¨¢ndez, el hermano de Gustavo, quien estuvo hasta la tarde anterior al sorteo vendiendo los boletos premiados. "Colonia Collado es un barrio humilde, obrero, as¨ª que saber que no hemos devuelto ninguno, que lo hemos vendido ¨ªntegro, es una satisfacci¨®n", afirma con orgullo.
Rosi Espinosa, 54 a?os, es una de las vecinas que lo compr¨® en el ¨²ltimo momento. "Ha sido el destino", afirma con un vaso de pl¨¢stico con champ¨¢n en la mano. Espinosa, quien trabaja en la secretar¨ªa de un colegio de Legan¨¦s, iba camino de la cabalgata cuando, al cruzar el paso de peatones que hay un poco m¨¢s arriba de la administraci¨®n, se acord¨® de que todav¨ªa no se hab¨ªa pasado a por el d¨¦cimo. "Siempre cojo el n¨²mero del barrio, tanto para Navidad como para El Ni?o", explica. Esta ma?ana ha sido su marido quien, al verlo en televisi¨®n, le ha chillado: "?Chiqui, que nos ha tocado!". Lo primero que va a hacer la pareja con el dinero es pagar la hipoteca. "?l ha estado mucho tiempo en paro y ahora solo trabaja a ratos. No nos faltaba para comer, pero s¨ª que lleg¨¢bamos ahogados a fin de mes. Lo necesit¨¢bamos", asegura Espinosa.
"Lo necesit¨¢bamos". Una frase que repite Julio Acosta, un alba?il peruano de 48 a?os que lleva siete viviendo en Espa?a. Acosta afirma que lleva a?os pensando: "A ver si me saco la loter¨ªa y salgo de esta". El afortunado tiene dos familias, una en Espa?a y otra en su pa¨ªs de origen, donde sus tres hijas universitarias reciben dinero cada mes. "Hemos tenido nuestros m¨¢s y nuestros menos. Ahora podremos comprarnos un piso chiquito aqu¨ª en el barrio. Vivimos de alquiler", afirma Acosta, que no puede parar de sonre¨ªr. "Tambi¨¦n voy a mandar dinero a mis hijas para que ellas vivan bien, como yo aqu¨ª". Volver a su tierra no es una opci¨®n que considere. Si traer¨¢ o no a los seres queridos que siguen all¨ª es algo que se plantear¨¢ m¨¢s adelante.
El premio, 200.000 euros por d¨¦cimo, va a ir destinado principalmente a viajes e hipotecas
Hipotecas que pagar, reformas que hacer, hijos y familiares a los que ayudar, viajes a Ribera Maya, Nueva York, Punta Cana¡ son los planes que m¨¢s se repiten bajo la lluvia de champ¨¢n entre los afortunados. Emiliano Paredes, 58 a?os, prefiere quedarse por Espa?a. "Hay muchas cosas bonitas que ver aqu¨ª", afirma. Este comerciante lleg¨® la noche de antes del sorteo a las once a su casa. Hasta esa hora, estuvo trabajando, vendiendo roscones. Paredes no se plantea jubilarse. Con el premio, terminar¨¢ de pagar el coche, har¨¢ algunas reformas en casa y ayudar¨¢ a sus hijos, "aunque solo sea un poquito", asegura mientras su mujer informa orgullosa por detr¨¢s de que tienen un nieto en camino.
"?No se me pasa, no se me pasa! Yo no s¨¦ qu¨¦ voy a hacer para que se me pase", grita Victoria, la madre de los loteros. "Yo no llevaba, pero lo han dado aqu¨ª mis hijos", repite una y otra vez con la respiraci¨®n entrecortada. N¨²mero tras n¨²mero, su hijo ?ngel y ella ve¨ªan c¨®mo ninguno de los anunciados se hab¨ªa vendido en su tienda. Pero, de repente: "?El Gordo! ?El gordo!", ha comenzado a chillar la familia en el sal¨®n de su casa. "Nos hemos puesto a dar saltos en la habitaci¨®n y hemos salido corriendo. Mi marido ha tenido que volver porque me he dejado el gas abierto", cuenta la emocionada mujer. Los repartidores de suerte de Legan¨¦s no recuerdan a qui¨¦n le vendieron el boleto: "Le preguntas a la gente que si lo llevaban y algunos te dicen que no, pero luego te gui?an el ojo".
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