Salto cualitativo
El ataque contra ¡®Charlie Hebdo¡¯ ha pretendido reivindicarse como ¡°un acto de justicia¡±
El ataque al semanario Charlie Hebdo ha sido, sin duda, un acto terrorista, pero ha sido un acto terrorista de naturaleza distinta a los que se hab¨ªan producido hasta el momento, en la medida en que se ha presentado como un ¡°acto de ejecuci¨®n de una sentencia¡± dictada en su d¨ªa por un sistema de administraci¨®n de justicia propio. El ataque ha sido mucho m¨¢s que un atentado. No ha pretendido tanto generar terror, como reivindicarse como un ¡°acto de justicia¡±.
La definici¨®n de la justicia no os compete exclusivamente a vosotros. Tambi¨¦n nosotros disponemos de una forma espec¨ªfica de definici¨®n de lo que es justo o no y estamos dispuestos a hacer lo necesario para que resulte visible. Hacia fuera y hacia dentro. Pues el mensaje del ataque va dirigido tanto a la poblaci¨®n europea como a la poblaci¨®n ¨¢rabe, independientemente de su lugar de residencia. Es el monopolio en la definici¨®n de la justicia por el Estado, por cada uno de los Estados europeos democr¨¢ticamente constituidos, lo que el ataque pone en cuesti¨®n. La legitimidad de nuestra definici¨®n de la justicia no es menor que la vuestra.
Esto es lo que diferencia el ataque contra el semanario franc¨¦s de todos los actos terroristas producidos hasta la fecha. Con este ataque no se ha tratado de sembrar el terror, como ocurri¨® con el atentado de las Torres Gemelas o con los del metro en Madrid y Londres, sino de algo distinto. Estos actos terroristas supon¨ªan una amenaza potencial para la vida de los habitantes de los pa¨ªses occidentales. Os puede ocurrir a cualquiera. El asalto a Charlie Hebdo no supone una amenaza para nadie que no haya caricaturizado al Profeta. Es un acto de ejecuci¨®n personalizada contra individuos condenados a muerte mediante una sentencia dictada hace diez a?os.
Aqu¨ª reside lo nuevo del acto terrorista del pasado mi¨¦rcoles en Par¨ªs. No es un acto terrorista m¨¢s, sino algo distinto, que exige una respuesta diferenciada. El ataque al semanario franc¨¦s supone un salto cualitativo en la estrategia terrorista, al que se tiene que dar una respuesta tambi¨¦n cualitativa, muy reflexionada. Puesto que no supone una amenaza adicional inminente para la poblaci¨®n, no hay ninguna urgencia para aprobar nueva legislaci¨®n antiterrorista.
La naturaleza del reto exige que sea analizado detenidamente y que se dise?e una respuesta para el mismo, que se adecue a la diferencia espec¨ªfica que lo define. Todo lo contrario de lo que se ha empezado a hacer. No es mayor la amenaza terrorista que antes del mi¨¦rcoles. Es distinta. No tiene sentido, en consecuencia, apresurarse a aumentar el arsenal antiterrorista tradicional, sino en pensar algo nuevo.
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