Terror a bordo de la patera
Dos detenidos por matar y tirar al mar a, al menos, 7 sin papeles que viajaban en la barca La neum¨¢tica fue rescatada por Salvamento Mar¨ªtimo cuando se encontraba a la deriva
A oscuras en mitad de la noche, envueltos por el silencio del alta mar, inquietos ante las primeras olas y a medio camino entre Europa y ?frica. M¨¢s de 50 inmigrantes observan asustados en la madrugada del 5 de diciembre c¨®mo el Mediterr¨¢neo empieza a golpear su patera. El viento sopla con fuerza. La niebla aparece. La marejada se intensifica. Y el miedo irrumpe cuando los primeros caen al agua, cuando las madres que van a bordo intentan evitar sin ¨¦xito que sus beb¨¦s desaparezcan ante sus ojos. Se escuchan los gritos, los llantos. Un pastor nigeriano, cristiano, reza atemorizado por la posibilidad del naufragio. Y varios de sus compatriotas le acompa?an en las plegarias, hasta que los dos cameruneses que pilotan la barca arrancan varias tablas de madera y los golpean sin piedad, les roban sus pocas pertenencias y los tiran por la borda. En apenas unos minutos, seg¨²n las conclusiones de los investigadores.
El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) ha anunciado este jueves la detenci¨®n de estos, los cameruneses Alain B. y Herb¨¦ T., acusados de matar a entre 7 y 10 inmigrantes subsaharianos. Estos llegaron a Almer¨ªa, junto a los 27 supervivientes, el mismo 5 de diciembre, despu¨¦s de que Salvamento Mar¨ªtimo los rescatara a todos tras perder el motor de la embarcaci¨®n y quedar a la deriva. "Los arrestados cre¨ªan que el tiempo empeoraba cada vez que rezaban las v¨ªctimas, que llevaban unos cinturones m¨ªsticos tribales", explican fuentes de la investigaci¨®n. Esta ha resultado "muy complicada" debido al fuerte estado de shock que sufr¨ªan los inmigrantes al alcanzar tierra.
No quer¨ªan hablar en un primer momento. Aterrados, no quer¨ªan revivir la tragedia. As¨ª que los agentes dejaron pasar el tiempo para que fueran asumiendo la desgracia. Les observaron en los primeros d¨ªas, cuando permanec¨ªan en Almer¨ªa y a¨²n no hab¨ªan sido trasladados, dos d¨ªas despu¨¦s, hasta el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras (C¨¢diz). Los polic¨ªas vieron c¨®mo el grupo no manten¨ªa contacto con los dos cameruneses. No se hablaban. No se miraban. "Ten¨ªan una actitud temerosa hacia ellos", recalcan fuentes policiales, que sospechan que ambos eran tambi¨¦n los patrones de la barca neum¨¢tica, de casi 10 metros de eslora.
La Brigada de Extranjer¨ªa de Almer¨ªa y la Unidad de Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsedades Documentales de Algeciras comenzaron las pesquisas. La primera declaraci¨®n de un testigo se produjo cuando ya estaban en las instalaciones de la ciudad gaditana. Primero, uno de los inmigrantes cont¨® que hab¨ªa habido una discusi¨®n entre varios pasajeros. Sin dar m¨¢s detalles. Pero despu¨¦s llegaron los avances definitivos, tras trasladar a los dos sospechosos, musulmanes y de complexi¨®n fuerte, a un m¨®dulo exterior del CIE ¡ªsituado en la isla de Punta Paloma (Tarifa)¡ª; seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Una vez lejos de los presuntos homicidas y ya bajo protecci¨®n policial, tres v¨ªctimas se atrevieron a relatar todos los pormenores de la agresi¨®n. Y a?adieron que los acusados, antes de tirar por la borda a los fallecidos, les despojaron del dinero que ten¨ªan. En total, seg¨²n los supervivientes, unos 1.500 euros. Cantidad que coincide con el dinero que llevaba uno de los arrestados.
"Me pongo en su pellejo y no quiero ni pensar el miedo que tuvieron que pasar", recalca un agente. Los inmigrantes salieron de Nador (Marruecos) rumbo a la Pen¨ªnsula el mi¨¦rcoles 3 de diciembre. Una ONG alert¨® el jueves por la ma?ana de que la patera estaba a la deriva con 57 personas a bordo. Hasta ese momento, les acompa?¨® el buen tiempo. Pero, en la noche del 4 al 5, la climatolog¨ªa cambi¨®. Y lleg¨® la tragedia.
Esa que "hund¨ªa, que destrozaba el alma de los supervivientes" ¡ªen palabras de los servicios de rescate¡ª cuando pisaron la d¨¢rsena del puerto pesquero de Almer¨ªa. Tan solo unas horas despu¨¦s de que el mercante Flinterbirka, de bandera holandesa, avistase la barca neum¨¢tica. Faltaban diez minutos para las diez de la ma?ana cuando el buque dio la voz de alarma a Salvamento Mar¨ªtimo, que hall¨® la patera a 23 millas al sureste de Cabo de Gata. En su interior solo encontraron a 29 personas ¡ª19 hombres, 9 mujeres y una ni?a de tres a?os¡ª. Ni rastro de los otros 28 sin papeles que tambi¨¦n iban a bordo, entre ellos siete beb¨¦s, seg¨²n el testimonio de los subsaharianos, varios de los cuales necesitaron tratamiento psicol¨®gico.
"No todos los desaparecidos fueron v¨ªctimas de los detenidos, que pasar¨¢n en las pr¨®ximas horas a disposici¨®n judicial. En base a lo dicho por los testigos protegidos, calculamos que entre 7 y 10. Aunque no han sabido precisar cu¨¢ntos. Porque, en medio de la noche, apenas se ve¨ªa nada", inciden fuentes de la investigaci¨®n, que remachan que el resto cay¨® al Mediterr¨¢neo por las malas condiciones climatol¨®gicas. Entre ellos, los ni?os.
"Las madres llegaron al puerto en estado de shock, pero se agarraban a la esperanza de que sus beb¨¦s siguiera vivos", relata uno de los miembros de Cruz Roja que atendi¨® a los sin papeles en el puerto. Reconoce que en ese momento, cuando los rescatados bajaron del barco de Salvamento Mar¨ªtimo, a los voluntarios se les "encogi¨® el coraz¨®n". Estaban empapados. Rotos por el dolor. Apenas pod¨ªan andar despu¨¦s de observar c¨®mo, supuestamente, los dos detenidos y el Mediterr¨¢neo trajeron la muerte a bordo.
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