La juez Alaya tiene v¨ªa libre para un ascenso y dejar el ¡®caso ERE¡¯

La juez de los ERE, Mercedes Alaya, est¨¢ en posici¨®n de lograr el ascenso que ha solicitado a la Audiencia Provincial de Sevilla, lo que le obligar¨¢ a dejar el juzgado desde el que ha puesto contra las cuerdas a la Junta de Andaluc¨ªa. La juez pidi¨® antes de Navidad optar a una de las cuatro plazas de la Audiencia de Sevilla ofertadas en el ¨²ltimo concurso de traslados convocado por el Consejo General del Poder Judicial. El plazo de presentaci¨®n de solicitudes ya se ha cerrado, y, seg¨²n fuentes del consejo, Alaya cumple los requisitos para garantizarse una de las plazas que ha pedido.

Los servicios t¨¦cnicos comenzar¨¢n a ordenar la semana que viene las m¨¢s de 740 solicitudes de traslado que han recibido, pero las fuentes del Poder Judicial consultadas se?alan que, de acuerdo a las peticiones registradas hasta mediados de esta semana, Alaya conseguir¨¢ el ascenso. Aunque el plazo de solicitudes termin¨® hace varios d¨ªas, el consejo ha dejado un margen por si llegaba alguna de ¨²ltima hora.

La previsible salida de Alaya librar¨¢ al PSOE andaluz de su principal quebradero de cabeza a las puertas de las elecciones municipales y a un a?o de las andaluzas. Durante los ¨²ltimos cuatro a?os, el PP ha convertido las causas de Alaya en el eje de su oposici¨®n. La juez ha investigado todas las consejer¨ªas del Gobierno andaluz y en los ERE ha se?alado a los expresidentes Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, que acab¨® dimitiendo acosado por las informaciones que d¨ªa tras d¨ªa sal¨ªan del juzgado de Instrucci¨®n 6.

Los nuevos titulares de las plazas deben ocupar en marzo el destino que se les adjudique. El entorno de Alaya afirma que ha manifestado su intenci¨®n de pedir una comisi¨®n de servicios de seis meses prorrogables para poder quedarse en su puesto hasta acabar algunas de las cuatro macrocausas abiertas: los ERE, los cursos de formaci¨®n, el caso Madeja y el delito societario de Mercasevilla.

Sin embargo, el Poder Judicial no contempla esta posibilidad y limita a apenas cuatro o cinco meses las opciones de Alaya de permanecer en su plaza. Para ello, podr¨ªa pedir acogerse al art¨ªculo 319.2 de la ley Org¨¢nica del Poder Judicial, que permite al juez diferir su traslado para terminar alg¨²n asunto relevante. En el caso ERE, por ejemplo, tiene pendientes de analizar decenas de expedientes subvencionados por la Junta. En cualquier caso, la decisi¨®n depende de la comisi¨®n permanente del consejo, previo informe del tribunal superior andaluz.

No hay un plazo m¨¢ximo para posponer el traslado por esta v¨ªa, pero las fuentes consultadas se?alan que, como mucho, ser¨ªa hasta que haya un nuevo titular para su plaza en el Juzgado de Instrucci¨®n 6. Y, seg¨²n las previsiones del Poder Judicial, esta plaza y las dem¨¢s que ahora queden vacantes saldr¨¢n a concurso en cuanto se ejecute la convocatoria actual, por lo que el juzgado de los ERE tendr¨ªa nuevo titular el pr¨®ximo verano, vaticinan estas fuentes.

En su decisi¨®n de pedir el traslado han podido influir varios factores: la presi¨®n de estar en el ojo del hurac¨¢n medi¨¢tico con cinco macrocausas y que ya le provoc¨® en 2012 una baja de seis meses por enfermedad; el ascenso profesional que supone acceder a la Audiencia; adem¨¢s, la juez, de 51 a?os, tiene cuatro hijos y la dedicaci¨®n al juzgado ha acaparado su jornada en los ¨²ltimos cuatro a?os.

En teor¨ªa, la sustituci¨®n de Alaya por otro juez no deber¨ªa afectar al curso de las investigaciones. Pero solo en teor¨ªa. Los cr¨ªticos y los defensores de la juez coinciden en que sus investigaciones son ¨²nicas, por el volumen que abarca y la prosa afilada de sus autos. La Junta ha acusado a Alaya de dirigir una ¡°causa general¡± en su contra que ata?e a todas las consejer¨ªas y sus principales empresas p¨²blicas.