Corrupci¨®n de menores en el bufete
Tres abogados de Murcia, imputados por pagar a adolescentes a cambio de sexo en un despacho. Empresarios y un guardia civil jubilado tambi¨¦n est¨¢n involucrados
Luc¨ªa ¡ªel nombre es prestado, para el reportaje¡ª se inscribi¨® el a?o pasado en una p¨¢gina de Internet como canguro. Ten¨ªa 17 a?os y ning¨²n ingreso econ¨®nico. Se ofrec¨ªa a cuidar de ni?os o ancianos en sus ratos libres. Desde el mismo d¨ªa en que public¨® el anuncio, empez¨® a recibir insistentes llamadas y whatsapps ofreci¨¦ndole dinero r¨¢pido. Nada que ver con su prop¨®sito inicial. Una mujer, con acento extranjero, le propon¨ªa dar masajes a hombres mayores. Solo eso. Nada m¨¢s. Estuvo resisti¨¦ndose durante semanas porque desconfiaba de la oferta pero a la vista de que no recib¨ªa encargos como cuidadora, acab¨® probando.
Su encuentro con un guardia civil ya retirado de 82 a?os, acab¨® en drama. Seg¨²n figura en los atestados policiales, el hombre exigi¨® un ¡°final feliz¡±. El relato de la menor sostiene que su cliente se hab¨ªa tomado una viagra y estaba insoportable. Ella se neg¨® varias veces a mantener relaciones sexuales y el octogenario intent¨® forzarla. La adolescente logr¨® zafarse de ¨¦l y present¨® una denuncia por agresi¨®n sexual. Un juez lo ha imputado por una presunta agresi¨®n sexual y prostituci¨®n de menores. El guardia civil jubilado es uno de los 29 arrestados desde noviembre dentro de una red que prostitu¨ªa a mujeres y ni?as en Murcia capital y sus alrededores.
En los cat¨¢logos que exhib¨ªan a los clientes, las cabecillas de la red, tres latinoamericanas de entre 30 y 50 a?os, lleg¨® a haber 400 fotos. Estaban representadas todas las edades y pa¨ªses. Pero las estrellas eran 12 ni?as de entre 14 y 17 a?os. Por ellas, la trama cobraba hasta 200 euros a cambio de un servicio. Ellas recib¨ªan entre 50 y 60, el resto eran ganancias para la red, que seg¨²n los investigadores ven¨ªa operando en Murcia y otros municipios cercanos como Lorqu¨ª desde hace un a?o.
Cuatro taxistas furtivos, que tambi¨¦n fueron detenidos, las mov¨ªan por la capital entre pisos particulares y pensiones. Varias veces, las adolescentes fueron reclamadas por un bufete de abogados, ubicado en pleno centro de Murcia, junto a la Plaza de las Flores. Al acabar la jornada laboral, antes de que se hiciese de noche y las ni?as tuvieran que volver a casa, el despacho bajaba las persianas y tres de sus letrados practicaban sexo con ellas en las oficinas, seg¨²n consta en las declaraciones de las v¨ªctimas y ha constatado la polic¨ªa con sus seguimientos. Sus tel¨¦fonos m¨®viles, incautados por la polic¨ªa, tambi¨¦n delatan su preferencia por las menores. Los vecinos aseguran no haber visto nada raro. ¡°Son penalistas y aqu¨ª sube gente muy distinta¡±, asegura un hombre en el portal.
Fotos de 400 mujeres, 12 ni?as
- Un ¨¢lbum que corr¨ªa por whatsapp. La red desarticulada en Murcia manej¨® un cat¨¢logo con fotograf¨ªas de 400 mujeres. "Las 12 menores eran un plus porque hay clientes que las prefieren as¨ª", asegur¨® Alfonso Navarro, el comisario jefe de la Unidad de Extranjer¨ªa de la Jefatura Superior de Murcia, en la rueda de prensa junto al director general del cuerpo, Ignacio Cosid¨®, en que se present¨® la operaci¨®n. Cada vez que la red captaba a una nueva joven, enviaba sus fotograf¨ªas a clientes de alto nivel adquisitivo como reclamo.
- Una desaparici¨®n precipit¨® las pesquisas. La denuncia de una familia ecuatoriana el 10 de noviembre de 2013 sobre la ausencia de su hija, de 17 a?os, del domicilio y el repentino aumento de ingresos de la joven abri¨® la investigaci¨®n. Un joven cont¨® a los agentes que la hab¨ªa visto en un cat¨¢logo de mujeres que ejerc¨ªan la prostituci¨®n. Los investigadores constataron despu¨¦s que la madre del testigo facilitaba a la red una pensi¨®n donde celebrar los encuentros. Lleg¨® a ofrecer a la trama una planta entera de su establecimiento para dedicarla a la prostituci¨®n. La propietaria de la pensi¨®n tambi¨¦n est¨¢ imputada.
- Cliente y adem¨¢s proxeneta. Entre los arrestados hay un cliente habitual de la red que empez¨® a mover las fotos de las menores entre sus amistades. Obten¨ªa sexo gratis con las adolescentes a cambio de proporcionarles nuevos clientes.
- Una red con tres escalones. La trama se apoyaba sobre una triple estructura. En la c¨²pula estaban tres mujeres y los novios de dos de ellas (todos latinoamericanos) que captaban a j¨®venes y las ofrec¨ªan a los clientes. En el siguiente escal¨®n hay otras cinco personas (algunas de ellas espa?olas) que pon¨ªan a disposici¨®n de la red pensiones y pisos particulares para facilitar los encuentros. Adem¨¢s, se ha arrestado a cuatro taxistas piratas que transportaban a las adolescentes.
En las fichas policiales figura un cuarto abogado de otro bufete. Y varios industriales, uno de ellos muy conocido en Murcia con cargo en una organizaci¨®n empresarial. Cuando acud¨ªa a la red, este empresario sol¨ªa reclamar a las menores de dos en dos. No le gustaba repetir con las mismas chicas, seg¨²n los papeles que figuran en la causa. Espera juicio acusado de inducir a la prostituci¨®n a las menores. Como los otros 14 hombres, de entre 40 y 80 a?os, que pagaron por acostarse con ellas sabiendo que lo eran.
Aparte del uso de las nuevas tecnolog¨ªas ¡ªla polic¨ªa confisc¨® 200 tel¨¦fonos repletos de fotos de mujeres que se usaban para publicitar ante la clientela a las reci¨¦n llegadas, la organizaci¨®n no era muy sofisticada. Tres madame captaban a chicas por su cuenta y se las intercambiaban para tener m¨¢s oferta.
Las ni?as y mayores extranjeras (hab¨ªa bolivianas, ecuatorianas, paraguayas y una mexicana) las reclutaban en locales de m¨²sica latina, como la discoteca Mundo, en el barrio de Infantes adonde las j¨®venes acud¨ªan los fines de semana. All¨ª, en un ambiente muy cerrado establec¨ªan complicidades entre copas y reggaeton.
Para convencer a las adolescentes espa?olas fue clave la participaci¨®n de una ni?a de 15 a?os, amiga de familia de una de las tres madame. Empez¨® ella e hizo correr entre sus compa?eras de colegio de Murcia que se pod¨ªan sacar una paga como masajistas. La mayor¨ªa ni siquiera se lo pensaron. Dos de ellas, tambi¨¦n de 15 a?os, aceptaron probar. Los clientes que hab¨ªan contratado sexo con la red de proxenetas no se conformaron con masajes reparadores y las menores acabaron metidas en un c¨ªrculo sin salida.
La polic¨ªa ha constatado varias formas de pago. La mayor¨ªa de las chicas recib¨ªan 50 ¨® 60 euros de los clientes, que luego abonaban otros 100 ¨® 150 a las mujeres que ejerc¨ªan de intermediarias. En otros casos, ellas mismas entregaban parte del dinero a la red, que se encargaba incluso de proporcionar coartadas las menores.
En las diligencias figura el caso de una de las ni?as espa?olas prostituidas, cuya familia estaba asustada con los ingresos que manejaba en un supuesto trabajo como canguro. Los padres se empe?aron en conocer al ni?o que cuidaba. Fue una madame la que reclut¨® a un sobrino y lo meti¨® en un cochecito de beb¨¦ para hacerse la encontradiza con el padre y la adolescente, a las puertas de un centro de salud. Le cont¨® que era camarera en un bar cercano y que necesitaba a alguien que se quedase con su peque?o. El padre desconfi¨® y fue a preguntar al establecimiento si la mujer trabajaba all¨ª. Cuando comprob¨® que no, lo cont¨® a la polic¨ªa, que llevaba meses atando cabos.
Tras la desarticulaci¨®n de la trama mafiosa, varias de las adolescentes han quedado al cuidado de la Asociaci¨®n para la Reinserci¨®n de la Mujer Prostituida (Apramp).
Mientras la ciudad sigue especulando sobre qui¨¦nes son los desalmados que abusaban de las menores, todos los implicados contin¨²an en libertad tras pasar por un juzgado en cinco tandas de arrestos. Sus identidades no han trascendido pese a que el secreto de sumario ya se ha levantado.
El empresario aficionado a los tr¨ªos con menores mantiene su puesto en la directiva de una organizaci¨®n patronal. El guardia civil jubilado sorte¨® tambi¨¦n la prisi¨®n tras declarar ante el juez.
Los abogados penalistas siguen atendiendo los casos que les llegan al despacho. En la puerta del bufete, donde los letrados recib¨ªan a las adolescentes, junto a la placa con los nombres de sus dos socios, ambos imputados, un cartel publicita la recogida de tapones para Irene, una ni?a de siete a?os con una enfermedad rara.
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