¡®Little Venezuela¡¯ crece en Canarias con la carest¨ªa y la inseguridad del pa¨ªs

Nelson Viteznik, de 37 a?os, decidi¨® en 2002 que no quer¨ªa que Venezuela fuera el pa¨ªs en el que sus hijos crecieran. Se traslad¨® a vivir a Tenerife con su mujer, nacida en la isla, y all¨ª montaron la cafeter¨ªa El Turpial (en honor al ave oficial de Venezuela). ¡°Aqu¨ª el sistema funciona¡±, asegura, refiri¨¦ndose a la seguridad social o las garant¨ªas jur¨ªdicas. Esa es para ¨¦l la gran diferencia con su pa¨ªs. No piensa regresar. La carest¨ªa de alimentos y la inseguridad han hecho crecer en los ¨²ltimos a?os la colonia venezolana en las islas.

El archipi¨¦lago canario es refugio de muchos venezolanos ¡ªunos 47.000, seg¨²n los datos del Instituto Canario de Estad¨ªstica¡ª , el 72% en Tenerife. El n¨²mero superar¨ªa los 100.000 ¡°si se incluye a sus familiares, a aquellos espa?oles que tienen la doble nacionalidad o a quienes se encuentran en situaci¨®n ilegal¡±, explica el profesor de Historia de Am¨¦rica de la Universidad de La Laguna, Manuel Hern¨¢ndez.

La hist¨®rica emigraci¨®n canaria a Venezuela, conocida popularmente en el archipi¨¦lago como ¡°la octava isla¡±, marc¨® una relaci¨®n de ida y vuelta que hoy est¨¢ m¨¢s vigente que nunca. Resulta pr¨¢cticamente imposible encontrar una familia tinerfe?a en la que alguno de sus miembros no haya emigrado al pa¨ªs latinoamericano. Las cifras oficiales hablan de unos 72.000 canarios viviendo all¨ª, ¡°sin embargo, las personas con alg¨²n origen en las islas puede rondar el mill¨®n¡±, apunta Hern¨¢ndez. Hasta el libertador Sim¨®n Bol¨ªvar ten¨ªa ascendencia tinerfe?a.

En 1974, el entonces c¨®nsul venezolano en Canarias cre¨® la Casa de Venezuela en Tenerife, punto de encuentro de personas que compart¨ªan su afecto por aquel pa¨ªs. Con el paso de los a?os, este club social y deportivo se ha ido abriendo al conjunto de la sociedad isle?a, pero aproximadamente el 10% de sus m¨¢s 1.200 socios actuales son de origen venezolano, como Jos¨¦ Carballo, de 54 a?os, los 14 ¨²ltimos en Tenerife. ¡°En mi pa¨ªs das una patada a una piedra y te salen 100 canarios de debajo¡±, bromea. ¡°Yo estaba econ¨®micamente muy bien en mi tierra, pero la inseguridad nos oblig¨® a marcharnos¡±. Primero se mud¨® a Canad¨¢ ¡ª ¡°Pero aguant¨¦ un a?o. Demasiado fr¨ªo¡±, explica¡ª. Y puso rumbo a Tenerife, de donde proced¨ªa su esposa. ¡°Esto es id¨¦ntico a Venezuela, lo ¨²nico que organizado¡±

Venezuela est¨¢ considerada como el pa¨ªs m¨¢s inseguro del mundo seg¨²n un informe de la firma Gallup de mediados de 2014. En el plano econ¨®mico, el desabastecimiento de productos b¨¢sicos como papel higi¨¦nico o pa?ales, y una inflaci¨®n del 60 %, trasladan la imagen de un pa¨ªs al que la mayor¨ªa de los que est¨¢n fuera no tienen intenci¨®n de regresar, y del que a su vez no son pocos de los que desean salir.

¡°?Pero c¨®mo van a irse? El que no tiene recursos est¨¢ imposibilitado, y el que posee alg¨²n negocio o propiedades no encuentra qui¨¦n se las compre¡±, a?ade Carballo. Su suegro, Luis Cubas, es uno de ellos. Con 86 a?os, y despu¨¦s de 50 en Venezuela, regres¨® a Tenerife en 2004. All¨ª mantiene varios negocios que no pudo vender, y reconoce que el clima de inseguridad ya era insostenible. ¡°Me atracaron m¨¢s de 10 veces, y algunos de los ladrones eran amigos m¨ªos que conoc¨ªa de toda la vida¡±. Le gritaban entrando a la tienda: ¡°?Esto es un atraco!¡±, y ¨¦l les respond¨ªa: ¡°?Pero si eres t¨²!¡±, y entonces el atracador se levantaba la camisa y le ense?aba la pistola que llevaba sujeta a la cintura del pantal¨®n para evitar malentendidos.

Rafael Flores, El Morocho, es un m¨²sico venezolano afincado desde hace 25 a?os en Tenerife. Su amigo Renzo Larez, vocalista de la orquesta venezolana Billo ?s Caracas Boys ¡ªque congregaban a miles de tinerfe?os en los carnavales de Santa Cruz en los ochenta¡ª, le ha pedido ayuda para venirse. Preguntado por qu¨¦ quiere volver a la isla, Larez, de 55 a?os, responde: ¡°Por el entusiasmo que recib¨ª en e? a?o 85 de gente tan calurosa y alegre¡±.

En las ciudades y pueblos de Tenerife florecen locales donde degustar la cocina tradicional venezolana: arepas, cachapas, teque?os o pabell¨®n criollo. La arepera Canaima es, de entre todas, la que goza de mayor popularidad. El propio embajador de ese pa¨ªs en Espa?a no olvida pasar por aqu¨ª cuando viaja a la isla. Su propietario es Juan Jos¨¦ Fumero, emigrante canario que despu¨¦s de 22 a?os retorn¨® a la isla en 1991. Recuerda orgulloso que la ¨²ltima vez que el diplom¨¢tico estuvo en ella, hace unos meses, le asegur¨®: "He comido mejores cachapas que en Caracas".