La Constituci¨®n, una ley eternamente transitoria
Catedr¨¢ticos de Derecho y magistrados avalan "el ¨¦xito" de la Constituci¨®n Abordan su reforma con el pulso de Catalu?a como epicentro del debate
Un debate sobre la reforma de la Constituci¨®n, una de las cuestiones que m¨¢s ha marcado la actualidad pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os, se convirti¨® este martes en una amplia reflexi¨®n sobre el marco de convivencia del Estado de las autonom¨ªas y las relaciones entre la Generalitat de Catalu?a y el Gobierno central. Ocho juristas de distinta procedencia convocados a un coloquio organizado por La Revista de Libros en el CaixaForum de Madrid y moderado por Manuel Arag¨®n, magistrado em¨¦rito del Tribunal Constitucional, abordaron varios aspectos relacionados con la renovaci¨®n de la ley de leyes, coincidiendo en ¡°el ¨¦xito¡± que ha supuesto hasta ahora para el marco de convivencia el pacto de 1978 y adentr¨¢ndose en las mejoras que necesitar¨ªa el texto de esa Ley ¡°eternamente transitoria¡±, en palabras de alg¨²n ponente.
?Puede ser una soluci¨®n adoptar, de manera expresa, el Estado federal? ?O Espa?a ha adoptado ya, de facto, ese modelo? La mayor¨ªa de los intervinientes plante¨® la necesidad de una reforma del T¨ªtulo VIII de la Ley Fundamental, el que trata de la organizaci¨®n territorial del Estado. ¡°Es verdad que el T¨ªtulo VIII es vago e indefinido, pero la circunstancia hist¨®rica [el acuerdo que se alcanz¨® en 1978] no permit¨ªa hacer una cosa distinta. La Constituci¨®n no pudo haberse hecho de manera distinta en la organizaci¨®n territorial del Estado¡±, razon¨® ?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo, presidente em¨¦rito del Tribunal Constitucional,
Francesc de Carreras, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, plante¨® el problema desde el punto de vista de las competencias. ¡°?Qu¨¦ funciona mal de la cuesti¨®n competencial?¡±, se pregunt¨® antes de llevar el debate a un debate pol¨ªtico que, en su opini¨®n, al menos de momento, lleva a un callej¨®n sin salida. ¡°Hay una parte de partidos que est¨¢ por la independencia, y el 9 de noviembre se hizo un amago de refer¨¦ndum. Otros est¨¢n en contra y otros est¨¢n por una tercera v¨ªa. Pero, ?esta tercera v¨ªa cu¨¢l es?¡±. Incluso en una Constituci¨®n reformada, en la que existan competencias especificas para Catalu?a, De Carreras duda de cu¨¢les deber¨ªan ser esas competencias: ¡°?Lo de blindar competencia qu¨¦ quiere decir? ?En qu¨¦ se concreta esta tercera v¨ªa? A m¨ª se me escapa¡±.
T¨ªtulo VIII
- El debate sobre la reforma de la Constituci¨®n pas¨® por la reflexi¨®n sobre la renovaci¨®n del T¨ªtulo VIII de la Ley Fundamental y, en concreto, el art¨ªculo 149.
- Este art¨ªculo es clave, porque su final regula parte de las relaciones entre Estado y autonom¨ªas.
- "Las materias no atribuidas expresamente al Estado por esta Constituci¨®n podr¨¢n corresponder a las comunidades aut¨®nomas, en virtud de sus respectivos Estatutos. La competencia sobre las materias que no se hayan asumido por los Estatutos de Autonom¨ªa corresponder¨¢ al Estado, cuyas normas prevalecer¨¢n, en caso de conflicto, sobre las de las comunidades aut¨®nomas en todo lo que no est¨¦ atribuido a la exclusiva competencia de ¨¦stas. El derecho estatal ser¨¢, en todo caso, supletorio del derecho de las comunidades".
Roberto Blanco Vald¨¦s, de la Universidad de Santiago de Compostela, llev¨® la reflexi¨®n al terreno identitario, que en el fondo guarda relaci¨®n con las competencias que se reclaman en cada territorio. ¡°La identidad no est¨¢ determinada solo por el lugar de nacimiento¡±, defendi¨® antes de considerar que no se ha planteado con suficiente fuerza ¡°una batalla de las ideas¡±. ¡°La batalla la hemos perdido porque no la hemos dado. Hemos consentido que la identidad la determine la pertenencia territorial. Es mentira. Ser nacionalista es tan leg¨ªtimo como no serlo. No m¨¢s. Igual de leg¨ªtimo¡±, enfatiz¨®. ¡°Cada vez que Espa?a recupera la libertad el problema que tiene es el de la estructura territorial, que es un problema de reparto de poder. Una parte enorme de desconfianza que tienen los ciudadanos hacia los partidos es porque consideran los partidos c¨®mplices de un sistema que est¨¢ en sus manos¡±, agreg¨® el notario Juan Jos¨¦ L¨®pez Burniol.
Santiago Mu?oz Machado, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo en la Universidad Complutense de Madrid, advirti¨® por su parte de que si se descuidan las tensiones territoriales, el tejido social sobre el que se asienta el sentimiento de independencia podr¨ªa consolidarse y cambiar la percepci¨®n de la comunidad internacional.
El debate, en el que particip¨® tambi¨¦n ?ngel de la Fuente, director de FEDEA, abord¨® tambi¨¦n cuestiones relacionadas con la regeneraci¨®n de los partidos pol¨ªticos y la reforma del sistema electoral. Francisco Rubio Llorente, vicepresidente em¨¦rito del Constitucional, consider¨® que el hecho de que ¡°la sociedad no interviene m¨¢s en la vida de los partidos pol¨ªticos¡± refleja ¡°que en buena medida tenemos una cultura de s¨²bditos y no una cultura de ciudadanos¡±. En una l¨ªnea parecida, F¨¦lix Ovejero, profesor de Filosof¨ªa Pol¨ªtica en la Universidad de Barcelona, apunt¨® que ¡°buena parta de nuestros problemas no tiene que ver con los problemas de Constituci¨®n sino con los modelos de democracia que se han ido configurando¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.