Las tres batallas de Izquierda Unida
Podemos ha puesto a IU en una tesitura compleja: arrastra al votante de centro-izquierda y a sus bases electorales tradicionales
Muchas veces hablamos de los partidos como entes unitarios cuya finalidad ¨²ltima es ganar elecciones. Pero esta idea choca continuamente con su comportamiento pr¨¢ctico: pese a que una estrategia pol¨ªtica pueda parecer la mejor para ganar, con frecuencia no la llevan a t¨¦rmino. Esta paradoja se explica porque los partidos distan de ser entidades homog¨¦neas. En realidad son organizaciones con rigideces internas que limitan sus opciones sobre el terreno.
Es posible que si la espita se ha roto en Madrid sea justamente porque es donde la amenaza de Podemos es m¨¢s clara
Aunque los partidos j¨®venes todav¨ªa no tienen este problema, Izquierda Unida es un ejemplo de c¨®mo estas organizaciones tardan en adaptarse a escenarios cambiantes. Desde 2011 las encuestas se?alaban un t¨ªmido crecimiento electoral de IU. Este hecho se explicaba m¨¢s por una desmovilizaci¨®n del centro-izquierda, refugiado en la no respuesta y la abstenci¨®n, que por un incremento de trasvases. Sin embargo, en aquel momento hab¨ªa calma. No era evidente por qu¨¦ se deb¨ªa cambiar la estrategia si las encuestas estaban de cara.
La emergencia de Podemos ha roto este escenario y ha puesto a IU en una tesitura compleja. La formaci¨®n morada no solo arrastra al votante de centro-izquierda, sino tambi¨¦n a sus bases electorales tradicionales y ahora dista de ser evidente la estrategia a seguir. Es m¨¢s, por razones internas los l¨ªderes de IU ya no pueden aplicar un viraje sin ning¨²n coste interno. Es posible que si la espita se ha roto en Madrid sea justamente porque es donde la amenaza de Podemos es m¨¢s clara.
Existe la pugna entre la direcci¨®n federal de IU y la entidad federada, IU Madrid, jur¨ªdicamente aut¨®noma, por desencuentros org¨¢nicos
Ahora mismo hay tres conflictos en IU. El primero es una lucha entre ide¨®logos y pragm¨¢ticos, es decir, entre aquellos m¨¢s propensos a mantener la identidad de la formaci¨®n y los que prefieren, para evitar malos resultados, llegar a acuerdos m¨¢s amplios. El segundo, entre un liderazgo nuevo que emerge de un mecanismo interno tambi¨¦n innovador, las primarias, frente a los cuadros medios regionales que insisten en tener su espacio. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n existe la pugna entre la direcci¨®n federal de IU y la entidad federada, IU Madrid, jur¨ªdicamente aut¨®noma, por desencuentros org¨¢nicos. Los tres conflictos se solapan entre s¨ª con un liderazgo nuevo, m¨¢s pragm¨¢tico y org¨¢nicamente aut¨®nomo enfrentado a unos cuadros regionales m¨¢s bregados. Sin duda desactivarlos requiere gran habilidad. El electorado suele penalizar la disensi¨®n interna y, en la tesitura en la que se encuentra IU, la expulsi¨®n de IU Madrid o una partici¨®n a pocos meses de las elecciones podr¨ªa resultarle fatal.
Pablo Sim¨®n es profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Carlos III de Madrid y editor del Colectivo Politikon.
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