El cerdo de los despojos de oro
Las empresas de porcino despuntan en China con la venta de est¨®mago, intestinos y otras partes menos apreciadas en Espa?a
Los clientes chinos se llevan todo lo que nosotros seamos capaces de producir¡±, dice un empresario
Los clientes chinos se llevan todo lo que nosotros seamos capaces de producir¡±, dice un empresario
Como Faccsa, un pu?ado de empresas espa?olas ha encontrado en el mercado chino la horma de su zapato y han logrado que el cerdo encabece la lista de exportaciones alimentarias al gigante asi¨¢tico por encima del vino o del aceite, con m¨¢s tradici¨®n de ventas en el extranjero. Se trata de fen¨®meno relativamente nuevo y creciente. Porque en China, no solo hay 1.300 millones de bocas con un paladar habituado al cerdo. Hay sobre todo una creciente clase media, que si antes com¨ªa cerdo una vez al a?o, ahora tiene acceso a la carne varias veces al mes o incluso a la semana. Los chinos profesan para colmo, una querencia especial por partes del animal que en Espa?a se desprecian. La ecuaci¨®n resulta casi perfecta. Est¨®mago, intestinos, oreja, f¨¦mur, cabeza o manos son en Asia preciados manjares, que hacen que el solomillo de lomo o el jam¨®n curado palidezcan. Para los empresarios espa?oles, el gusto de los chinos por los despojos es una mina.
Javier Serra, Consejero Jefe Econ¨®mico y Comercial de la Embajada de Espa?a en Pek¨ªn lo explica. ¡°Vemos un tremendo potencial. Es un mercado que est¨¢ creciendo mucho. Ahora hay una veintena de empresas autorizadas [para exportar]. Estamos esperando que Pek¨ªn env¨ªe veterinarios para ampliar la lista¡±. La delegaci¨®n china tiene previsto aterrizar esta primavera y visitar 17 f¨¢bricas preseleccionadas, seg¨²n fuentes del sector. Jaime Palafox, director de internacionalizaci¨®n de FIAB, la Federaci¨®n espa?ola de Industrias de la Alimentaci¨®n ofrece una explicaci¨®n adicional. ¡°[En China] hay una desconfianza de los productos locales, por eso a la clase media le interese lo importado¡±.
Cada cerdo es un mapa mundi y la complejidad de su desarmado tiende al infinito
Los datos de las Aduanas chinas que maneja Serra apuntan a exportaciones de cerdo en 2014 por valor 235 millones de euros, que representan un crecimiento de m¨¢s del 40 % respecto a 2012. De esas ventas, 111 milones de euros corresponden a despojos. Espa?a es el tercer exportador de porcino, a China despu¨¦s de Estados Unidos y Alemania. Los datos de Anice, la Asociaci¨®n Nacional de Industrias de la carne indican adem¨¢s que China es el principal comprador de despojos de Espa?a. Un total de 12.878 empresas espa?olas exportaron bienes a China el a?o pasado.A¨²n as¨ª, y m¨¢s all¨¢ de los beneficios que reporta el cerdo de los despojos de oro, Espa?a mantiene un d¨¦ficit comercial con China que alcanz¨® los 13.420 millones de euros en 2013.
En el mastod¨®ntico almac¨¦n de congelados de Faccsa, a 21 grados bajo cero, hileras de pal¨¦s cargados de orejas, sesada, cart¨ªlagos varios y manos delanteras aguardan con la etiqueta en chino pegada para cruzar el planeta. Las engrasadas comunicaciones mar¨ªtimas con China permiten un transporte f¨¢cil y sorprendentemente econ¨®mico. Paradojas de la globalizaci¨®n, resulta m¨¢s barato exportar ocho contenedores de oreja a China desde C¨¢rtama que una caja de salchich¨®n a Ronda. Desde que en 2008 comenzaran las exportaciones a China en esta y otras f¨¢bricas, el negocio ha sufrido una revoluci¨®n que ha convertido el escandallo del cerdo en un puzle casi imposible. Unas piezas se quedan en Espa?a, otras van a China, a Angola, a Canad¨¢¡ Cada cerdo es un mapa mundi y la complejidad de su desarmado tiende al infinito. Faccsa vende el 15 % de su producci¨®n en Asia y el crecimiento de la empresa en los ¨²ltimos a?os obedece exclusivamente a la exportaci¨®n. Tienen previsto crecer un 5 % este a?o, gracias a Asia.
Zhangming cen¨® ayer rodajas hervidas de oreja con sal, vinagre y salsa de soja
La nueva cartera de clientes forz¨® la incorporaci¨®n a la plantilla de Faccsa de Zhangming Shu, que ejerce de enlace con China, a donde viaja continuamente. ¡°All¨ª se aprecia m¨¢s el hueso que la carne¡±, y explica que las partes ¨®seas se utilizan para sopas y luego con una pajita se sorbe la preciada m¨¦dula. El kilogramo de f¨¦mur por ejemplo puede venderse a poco menos de un euro, pero en Espa?a habr¨ªa que tirarlo. Zhangming cen¨® ayer rodajas hervidas de oreja con sal, vinagre y salsa de soja. El est¨®mago tambi¨¦n se hierve y el coraz¨®n se fr¨ªe.
Las ventajas son evidentes, pero no faltan tampoco los riesgos y vaivenes propios del comercio exterior. El principal de ellos enumeran en el sector, es el miedo a que un problema sanitario en una f¨¢brica empa?e la reputaci¨®n de toda la producci¨®n nacional y cierre de un plumazo el mercado chino al cerdo espa?ol. Luego est¨¢ la pol¨ªtica. Un quiebro en las relaciones hispano chinas supondr¨ªa la muerte para los empresarios de porcino. Se llevaron por ejemplo un buen susto el a?o pasado, cuando la Audiencia Nacional orden¨® la detenci¨®n del expresidente Jiang Zemin y el exprimer ministro Li Peng por delitos de genocidio, torturas y cr¨ªmenes de lesa humanidad en el T¨ªbet. Acto seguido, el Partido Popular impuls¨® una reforma expr¨¦s de la ley de la justicia universal. El llamado caso del Tibet qued¨® archivado y los empresarios respiraron. El veto ruso a las importaciones de alimentos occidentales en respuesta a las sanciones impuestas por el conflicto con Ucrania ha recordado tambi¨¦n a los empresarios del peligro de concentrar sus exportaciones en un pa¨ªs, aunque sea la superlativa China.
¡°Nuestras exportaciones a China no han dejado de crecer, pero no queremos en ning¨²n caso que representen m¨¢s del 50 % de nuestra producci¨®n. No es bueno tener todos los huevos en la misma cesta¡±, estima Federico Beltr¨¢n, presidente de Famadesa, una gran f¨¢brica ¡ªunos 1.000 empleados¡ª de productos de cerdo tambi¨¦n malague?a, que acaba de invertir cinco millones de euros en adaptar sus instalaciones de Campanillas a la demanda asi¨¢tica.
La gigantesca nave de congelado es solo una de las ampliaciones con las que Famadesa aspira a seguir creciendo en China. Aqu¨ª, la idea de que se congela lo que sobra es cosa del pasado. Aqu¨ª se mata ¡ª4.500 cerdos al d¨ªa¡ª tambi¨¦n para congelar. ¡°El mercado pide cada vez m¨¢s congelados. Vendemos entre ocho y diez millones de kilos al a?o a China¡±, detalla Beltr¨¢n, quien no oculta su asombro ante la velocidad y la magnitud de los cambios que atraviesa su negocio.
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