Un reh¨¦n de 8.000 millones
Hussein Salem lleva tres a?os imputado en la Audiencia Nacional por blanqueo El sumario contra el empresario no se cierra por la t¨¢ctica dilatoria del Gobierno de Egipto
Se llama Hussein Salem, tiene 82 a?os, est¨¢ considerado uno de los empresarios de cabecera del expresidente de Egipto Hosni Mubarak y lleva m¨¢s de tres a?os imputado por la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales. El sumario est¨¢ empantanado desde hace meses sin que el juez Pablo Ruz y los fiscales Javier Zaragoza y Daniel Campos act¨²en ante la estrategia dilatoria del Gobierno de Egipto. Mientras tanto, este empresario hispano-egipcio (tiene la nacionalidad espa?ola desde 2006) tiene todos sus bienes embargados. La ¨²nica explicaci¨®n que ven en su entorno es una reclamaci¨®n de los accionistas de su antigua empresa, East Mediterranean Gas (EMG), contra el Estado egipcio por valor de 8.000 millones de euros pendiente de arbitraje, que mantiene a Salem y su familia pr¨¢cticamente como rehenes en una de sus viviendas de lujo de La Moraleja en Madrid.
La vida de este empresario se empez¨® a torcer con la llegada de la primavera ¨¢rabe a Egipto, en febrero de 2011. Salem formaba parte del selecto club de millonarios hombres de negocios del entorno del expresidente Hosni Mubarak y cuando su amigo fue derrocado y detenido, opt¨® por abandonar el pa¨ªs con toda su familia. A bordo de un avi¨®n privado tom¨® rumbo a Espa?a con toda su familia, porque pens¨® que era el pa¨ªs en el que iba a estar m¨¢s seguro por tener nacionalidad espa?ola.
Pero nada m¨¢s lejos de la realidad. La Rep¨²blica ?rabe de Egipto, con los Hermanos Musulmanes en el poder, comienza en 2011 a perseguir a las empresas privadas exportadoras de gas, con el objetivo de expropiar sus participaciones y justificar la ruptura del suministro a Israel. Un suministro acordado en los pactos de Camp David (1978), sobre los que se ciment¨® la consecuci¨®n de un periodo de paz y el impulso de las relaciones entre Egipto e Israel.
Espa?ol desde 2006
Hussein Salem consigui¨® la nacionalidad espa?ola en 2006, manteniendo adem¨¢s la egipcia. Su relaci¨®n con nuestro pa¨ªs se remonta a los a?os setenta, cuando realiz¨® importaciones de camiones Pegaso al Ej¨¦rcito egipcio, por valor de 20.000 millones de pesetas (m¨¢s de 120 millones de euros). Sus hijos tienen la nacionalidad espa?ola desde los a?os noventa.
Este empresario tiene un importante patrimonio en Espa?a, del que destacan dos chal¨¦s de lujo en la madrile?a urbanizaci¨®n de La Moraleja, as¨ª como media docena de viviendas en la localidad malague?a de Marbella. Entre las medidas cautelares del juez Pablo Ruz figura el embargo de todos sus bienes en Espa?a.
Desde hace m¨¢s de tres a?os, Salem recibe ayudas de amigos para poder mantener su nivel de vida y no ha conseguido que la Audiencia Nacional le levante el embargo o la fianza para poder hacer frente a deudas con Hacienda. La nacionalidad espa?ola s¨ª le sirvi¨®, sin embargo, para que el Tribunal Constitucional impidiera, en diciembre de 2012, su extradicci¨®n a Egipto, como hab¨ªa aprobado la Audiencia Nacional unos meses antes.
Desde el principio, los sectores musulmanes m¨¢s extremos consideraron el tratado de exportaci¨®n de gas y petr¨®leo una traici¨®n, al proporcionar al enemigo elementos para su subsistencia. La Liga ?rabe lleg¨® a expulsar a Egipto de la organizaci¨®n. Ello no evit¨® la construcci¨®n del gasoducto Pan Ar¨¢bico, con participaci¨®n de Egipto, Jordania, L¨ªbano, Siria y Turqu¨ªa.
Hussein Salem consigui¨® el contrato de suministro de gas a Israel para su empresa EMG en 2000, para lo que construy¨® un gasoducto entre ambos pa¨ªses. El negocio fue viento en popa y el empresario decidi¨® hacer caja, por lo que fue vendiendo participaciones de la empresa (inicialmente ten¨ªa el 65%). En 2003, dej¨® de ser presidente del consejo de administraci¨®n y entre 2007 y 2008 abandon¨® el accionariado de la sociedad, que qued¨® en manos de varias sociedades norteamericanas y tailandesas.
Cuando los Hermanos Musulmanes toman el poder e inician el macroproceso contra Mubarak por los asesinatos de la plaza Tahrir y diversos delitos de todo tipo, incluyen entre los procesados a Salem, al que imputan delitos de estafa, corrupci¨®n en las transacciones internacionales, fraude, cohecho y blanqueo de capitales. Adem¨¢s, le ponen en busca y captura internacional por fraude en los contratos de suministro de gas y petr¨®leo a Israel por debajo de su precio establecido y por soborno al expresidente Mubarak, al regalarle varias mansiones en el complejo Sharm el-Sheik, en la costa del Mar Rojo, donde Salem ha construido hoteles de lujo.
Interpol emiti¨® una orden para su arresto en mayo de 2011 y un mes despu¨¦s fue arrestado y encarcelado junto a uno de sus hijos. El 17 de junio el titular del Juzgado de Instrucci¨®n 5 de la Audiencia Nacional, el juez Pablo Ruz, se?ala en un auto que este empresario recibi¨® en cuentas abiertas en Espa?a 17 millones de euros ¡°existiendo indicios suficientes que indican que tales fondos proceden de la il¨ªcita actividad desarrollado por Hussein Salem en Egipto y por la que se sigue procedimiento penal por estafa en ese pa¨ªs¡±. El auto inclu¨ªa una fianza a Salem y su hijo, que pasaron cinco meses en la prisi¨®n de Soto del Real, de 12 millones de euros, as¨ª como el embargo de todos sus bienes.
Poco despu¨¦s, lleg¨® la petici¨®n de extradici¨®n por parte de Egipto, aprobada por la Audiencia y rechazada por el Tribunal Constitucional en diciembre de 2012 por ser ciudadano espa?ol. Hussein Salem fue juzgado en rebeld¨ªa y condenado por los tribunales egipcios a siete a?os de prisi¨®n y una multa de 4.000 millones de d¨®lares. Sin embargo, tras varios recursos, el noviembre de 2014, la Corte Egipcia absolvi¨® a Salem de la principal acusaci¨®n, dentro de la sentencia absolutoria a Mubarak.
Desde entonces, la representaci¨®n legal del empresario en Espa?a ha solicitado el sobreseimiento del caso, con escaso ¨¦xito. Los fiscales Javier Zaragoza y Daniel Campos consideran que sigue habiendo caso, a pesar de que la justicia egipcia lo haya cerrado. A su juicio, hay otras acusaciones en Egipto que recomiendan mantener las medidas cautelares, por lo que Salem sigue embargado y tiene que acudir a la Audiencia todos los meses.
Adem¨¢s, Egipto mantiene la acusaci¨®n particular en Espa?a contra Salem y no responde a los requerimientos del juzgado. La defensa del empresario considera que las autoridades egipcias est¨¢n utilizando todo tipo de pr¨¢cticas dilatorias con un solo objetivo: presionar a Hussein Salem para que retire una demanda de la empresa EMG al Estado egipcio por la paralizaci¨®n de las actividades de transporte y suministro de gas a Israel, por lo que reclaman en torno a 8.000 millones de euros. La demanda se encuentra en el Centro Internacional de Arbitraje de Inversi¨®n (CIADI), ¨®rgano de medici¨®n del Banco Mundial, y puede tardar a?os en resolverse.
Sin embargo, el empresario hispano-egipcio asegura que ya no tiene nada que ver con EMG, sociedad que vendi¨® en 2008. Y ah¨ª surge un nuevo problema. Las autoridades egipcias consideran que la venta fue ficticia y que Salem sigue detr¨¢s de la sociedad. Algo de lo que parecen haber convencido a la justicia espa?ola que, sin embargo, incurre en contradicciones.
La Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF), explicaba en un informe de noviembre de 2011 que el supuesto delito cometido habr¨ªa consistido en ¡°inflar el valor de las acciones de uno a nueve d¨®lares por acci¨®n y con el beneficio obtenido realizar m¨²ltiples transferencias con el fin de desvincular el dinero de su origen il¨ªcito¡±. Aunque luego a?ade que la venta de dichas acciones es ficticia.
Mientras tanto, Hussein Salem sigue viviendo en su mansi¨®n embargada de La Moraleja, sin poder hacer uso de fortuna para hacer frente a sus pagos y deudas, incluso con Hacienda. Recibe ayuda econ¨®mica de amigos y espera una respuesta de la Audiencia Nacional.
Sus abogados insisten en que el caso no puede seguir abierto m¨¢s tiempo. O que se sobresea o que se cierre el sumario y se inicie el juicio oral para que el empresario pueda defenderse. En la Audiencia, el juez Ruz sigue la l¨ªnea marcada por los fiscales Zaragoza y Campos y espera respuesta de Egipto a la informaci¨®n y a las comisiones rogatorias solicitadas. Una respuesta que nunca llega, porque puede valer m¨¢s de 8.000 millones.
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