¡°Pens¨¦ en salir a acariciar al osezno¡±
?scar Montero cuenta su encuentro con la cr¨ªa de oso en un peque?o pueblo de Le¨®n
"Lo vi y pens¨¦, qu¨¦ animal m¨¢s raro", cuenta ?scar Montero, vecino de Prioro (Le¨®n) que se encontr¨® con una cr¨ªa de oso pardo en la escalera de su vivienda. Su primer impulso fue salir. "Pens¨¦ en ir a acariciarle", recuerda. Pero la prudencia gan¨® a la tentaci¨®n.
La nieve se extend¨ªa como un manto sobre las calles y casas de este municipio de 400 habitantes, el s¨¢bado pasado. El temporal hab¨ªa incomunicado el municipio durante dos intensos d¨ªas de fr¨ªo invernal y los vecinos pasaban el fin de semana al calor de sus hogares. Lo mismo hac¨ªa Montero, de 26 a?os, que se dispon¨ªa a encender la chimenea de la casa donde vive y se encontr¨®, al mirar por la ventana, al osezno en la escalera de la vivienda.
"No me puse nervioso", asegura. Por el rabillo del ojo percibi¨®, en medio de aquella marea de nieve, una mancha color pardo. "Hice la foto sin saber bien qu¨¦ me iba a encontrar", asegura el joven, que decidi¨® inmortalizar el momento desde la seguridad del interior. Una imagen en la que se ve a una cr¨ªa de oso enterrada en nieve hasta el cuello y con la cara llena de copos. La instant¨¢nea se convirti¨® en segundos en una sensaci¨®n en las redes sociales. "La foto se ha movido mucho, nunca pens¨¦ que iba a tener tanta repercusi¨®n", explica un tanto sobrepasado por el suceso.
El osezno, desorientado, hab¨ªa descendido por un monte cercano a la casa para hacer una excursi¨®n por el pueblo. Y en su aventura, posiblemente en busca de comida, se le hab¨ªa ocurrido subir, por las escaleras exteriores, a la segunda planta de la vivienda de Montero. "Me hizo ilusi¨®n verlo", afirma.
Quiso acariciarlo, pero llam¨® antes a unos amigos, con los que vive en el pueblo, para comentarles y pedirles consejo. "Me dijeron que era peligroso, que al tratarse de una cr¨ªa, la madre podr¨ªa estar cerca", a?ade el joven, parco en palabras, quiz¨¢s cansado de repetir su haza?a a los medios de comunicaci¨®n, amigos y vecinos.
Algo m¨¢s cauto, decidi¨® continuar en la distancia su reportaje gr¨¢fico, aprovechando que el modelo segu¨ªa en la entrada. "Fui a hacer un v¨ªdeo con el tel¨¦fono y abr¨ª la puerta de la vivienda, el animal se dio la vuelta y r¨¢pidamente se escabull¨® hacia el monte por detr¨¢s de la casa", cuenta.
No es la primera vez que un oso decide pasearse por el casco urbano de Prioro. El alcalde del municipio, Francisco Jos¨¦ Escanciano, recuerda que hace 30 a?os un ejemplar adulto entr¨® en busca de comida y atac¨® un corral de ovejas. Adem¨¢s, este verano aparecieron varias huellas en las inmediaciones y se avist¨® un oso con su cr¨ªa.
Pero desde la Fundaci¨®n Oso Pardo el mensaje es de cautela. Tras la investigaci¨®n que este organismo ha iniciado al conocerse la noticia afirman que todo apunta a que se trata de un oso, pero que existen a¨²n dudas razonables de que pueda tratarse de otro animal.
En la cordillera cant¨¢brica hay 230 osos pardos, seg¨²n datos de la Fundaci¨®n Oso Pardo, y la pauta general de estos animales es que al llegar el invierno hibernen. "Hay casos de hembras con cr¨ªas que no lo hacen porque permanecer activas, si tienen comida cerca, les puede compensar el esfuerzo energ¨¦tico que supone cuidar a los oseznos", explica Guillermo Palomero, presidente de la fundaci¨®n.
Palomero prefiere no precipitarse al dar una respuesta al por qu¨¦ el animal subi¨® las escaleras de la vivienda de Montero, pero s¨ª aclara que en la zona hay una osa con dos cr¨ªas y que estos grupos familiares suelen ser bastante s¨®lidos. Resulta, por tanto, "improbable que un osezno se separe de su madre, salvo que haya pasado algo".
Montero sigue impactado. Lleva solo dos a?os viviendo en Prioro, donde se traslad¨® porque unos amigos le ofrecieron vivir con ellos para echar una mano en las labores del pueblo. El joven, natural de Palencia, estaba en paro y acept¨®. Hab¨ªa visto alguna vez caballos, vacas y alg¨²n jabal¨ª por el pueblo, pero no esperaba encontrarse a una cr¨ªa de oso pardo en la escalera.
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