Submarinos
Tania S¨¢nchez sali¨® de IU no hacia Podemos, sino hacia su partido sin nombre ni programa
A veces las tensiones en el interior de las organizaciones pol¨ªticas se resuelven de repente. Es el caso de la arriesgada y necesaria decisi¨®n de Pedro S¨¢nchez sobre el caso Tom¨¢s G¨®mez. Pero lo habitual es que se arrastren en el tiempo, ya que todo pol¨ªtico conoce el p¨¦simo efecto que las fracturas org¨¢nicas producen en la opini¨®n p¨²blica. M¨¢s valen prolongados pulsos en los cuales se alternan la voluntad de erosionar al adversario interno con las declaraciones unitarias hacia el exterior.
Submarino es aquel grupo o individuo pol¨ªtico que act¨²a a favor de otro partido u organismo pol¨ªtico
En el vocabulario pol¨ªtico popular del siglo XX, una especie singular de ese tipo de situaciones la protagonizan los llamados ¡°submarinos¡±. Submarino es aquel grupo o individuo pol¨ªtico que act¨²a a favor de otro partido u organismo pol¨ªtico desde el interior de la organizaci¨®n a la cual formalmente pertenece. Puede asumir labores de informaci¨®n, o, con mayor importancia a¨²n, de gestaci¨®n de una corriente pol¨ªtica que bajo la superficie prepara el tr¨¢nsito hacia otra organizaci¨®n. ?Por qu¨¦ tomarse ese trabajo? La raz¨®n es bien simple: quien decide escindirse, paga la factura, y¨¦ndose solo con sus fieles; en cambio, quien prepara el trasvase y logra ocultar sus prop¨®sitos, puede incluso arrastrar consigo al conjunto del colectivo.
Fue el caso de la magistral maniobra de Santiago Carrillo al frente de las Juventudes Socialistas en 1936, pues en vez de absorber a las minoritarias Juventudes Comunistas, puso aquellas como JSU en la ¨®rbita de la Internacional Comunista, para desesperaci¨®n de Largo Caballero. El procedimiento se repetir¨¢ en las democracias populares. Otras veces las cosas salen peor, y solo es alcanzada la escisi¨®n por orden superior (URSS): caso del nacimiento del PC filosovi¨¦tico de Ignacio Gallego.
Quien decide escindirse, paga la factura, y¨¦ndose solo con sus fieles
Desde esta ¨®ptica ha de entenderse la maniobra de captaci¨®n ejecutada por Podemos sobre IU a partir del 25-M. La fascinaci¨®n suscitada en muchos dirigentes y seguidores de IU pudo apreciarse ya en los primeros comentarios televisivos de Alberto Garz¨®n. A partir de ah¨ª, supuesto que Podemos no piensa en alianzas, sino en absorciones, la t¨¢ctica seguida consisti¨® en que el ambiente mayoritariamente favorable en IU encumbrase a sus principales peones, Garz¨®n y Tania S¨¢nchez Melero. ?sta ¨²ltima, excepcionalmente bien situada para comunicar con Iglesias.
Bastaba con que IU se adecuase al liderazgo de Podemos: la supervivencia de las siglas era rentable en estas circunstancias. Solo que la resistencia de los dirigentes tradicionales arruin¨® la conquista desde dentro. Un submarino fue tocado y Tania S¨¢nchez sali¨® hacia el espacio exterior. No hacia Podemos; ello hubiera dejado las cosas demasiado claras. Mejor hacia su partido sin nombre, ni programa, para consumar el desgaste de IU, en espera del reencuentro final con Pablo Iglesias. A Garz¨®n, como a Ignacio Gallego despu¨¦s de Praga 68, le toca esperar. IU destruida.
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