Patentar la naturaleza
Las perspectivas industriales de los genes marinos son vastas Las posibilidades legales tambi¨¦n
Respondamos aqu¨ª dos preguntas: ?Para qu¨¦ pueden servir los genes de los organismos marinos? Y ?hasta d¨®nde se pueden patentar?
Los genes de las bacterias que viven en temperaturas extremas, como en las fumarolas hidrotermales, son ¨²tiles para obtener extremozimas (enzimas que funcionan en condiciones extremas) para usarlas en alg¨²n proceso industrial igualmente extremo. Un ejemplo son las amilasas que tratan el almid¨®n para producir biofuel. Tambi¨¦n las inte¨ªnas para producir agentes t¨®xicos en condiciones seguras. Y las polimerasas termoestables que se usan en la PCR, la prueba que se hizo famosa en la crisis del ¨¦bola.
En el otro extremo del term¨®metro, los genes de los microorganismos polares sirven para obtener enzimas que funcionan en fr¨ªo, que son ¨²tiles para procesar productos que, de otro modo, de estropear¨ªan con el calor. Se han patentado proteasas, amilasas y lipasas para fabricar detergentes que laven la ropa en fr¨ªo. Las pepsinas del bacalao sirven para desescamar el pescado, y para producir caviar. Otras enzimas fr¨ªas se pueden usar para digerir parcialmente la carne y hacerla m¨¢s tierna, pelar los calamares o eliminar la lactosa de la leche y permitir tomarla a las personas al¨¦rgicas a ese az¨²car: un gran mercado en los pa¨ªses n¨®rdicos.
El avance acelerado y abaratamiento exponencial de las t¨¦cnicas de secuenciaci¨®n (lectura) del ADN y las matem¨¢ticas asociadas a su an¨¢lisis permiten aprovechar ¡ªy patentar¡ª recursos gen¨¦ticos del oc¨¦ano incluso antes de saber a qu¨¦ organismo pertenecen. De hecho, estas t¨¦cnicas est¨¢n descubriendo continuamente nuevas especies de microorganismos. Por ejemplo, en un solo metro c¨²bico de agua del mar de los Sargazos, el equipo de Craig Venter descubri¨® 1,2 millones de genes desconocidos hasta entonces.
¡°Casi todo es registrable¡±, asegura una especialista
La segunda pregunta, sobre la patentabilidad de los genes, es m¨¢s f¨¢cil de responder. ¡°Casi todo es registrable¡±, sentencia Patricia Ramos, directora del departamento de patentes de Pons Patentes y Marcas, una de las principales firmas de propiedad industrial de Espa?a, con mucha experiencia en el ¨¢mbito biotecnol¨®gico. ¡°Las legislaciones difieren entre pa¨ªses, pero no dicen lo que se puede patentar, sino lo que no, y en la pr¨¢ctica la cuesti¨®n no tiene tanto que ver con la regulaci¨®n como con la interpretaci¨®n que se haga de ella¡±.
La clave de esa interpretaci¨®n no son las grandes cuestiones casi filos¨®ficas de las que se ocupa el legislador ¡ªla naturaleza m¨¢s o menos sagrada de los genes humanos o de las obras de la madre naturaleza¡ª, sino la regla de oro que rige la propiedad intelectual desde que se patentaron las primeras vidrieras para las catedrales g¨®ticas: decidir si aquello se trata o no de una verdadera invenci¨®n.
Por ejemplo, las regulaciones y los protocolos internacionales establecen que un producto natural no es patentable en s¨ª mismo, pero admiten que lo sea si est¨¢ aislado del organismo del que procede e identificado por criterios qu¨ªmicos. Son criterios respetables, pero no tienen mucho sentido en el caso de los genes, unas entidades que no necesitan aislarse para ser ¨²tiles, sino solo leerse, y a menudo en la pantalla de un ordenador, sin necesidad de ponerse una bata ni mancharse las manos.
La legislaci¨®n europea en este campo es m¨¢s laxa que la de EE UU
¡°Lo esencial para poder patentar un gen es que se acredite su uso para ¨¦l que suponga una innovaci¨®n¡±, dice Ramos. ¡°Si no se puede patentar el gen, se podr¨¢ patentar su uso innovador¡±.
Curiosamente, y contra lo que suele creerse, el ambiente legal europeo es ahora mismo m¨¢s permisivo que el norteamericano. Ello es as¨ª a partir de una sentencia de 2013 del Tribunal Supremo de Estados Unidos contra la firma Myriad Genetics, que comercializaba un diagn¨®stico gen¨¦tico esencial para el c¨¢ncer de mama basado en el gen humano BRCA1, cuyas variaciones son muy importantes para el pron¨®stico de esa enfermedad. Como tanto el gen BRCA1 normal como sus variantes cancer¨ªgenas son productos de la madre naturaleza, los jueces de Washington retiraron la patente a Myriad, y de paso a cualquier otra empresa que basara su propiedad intelectual en un gen natural. En Europa todav¨ªa puede hacerse.
La situaci¨®n es la contraria a la que se da con las patentes de software, donde la regulaci¨®n es m¨¢s estricta en la UE que en Estados Unidos. Seguramente es mucho pedir a un legislador que perciba que las secuencias de ADN son el software de la biolog¨ªa.
?Hay campo para patentar los genes que emergen de los oc¨¦anos? Hay un continente. Casi un planeta entero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.