El salto del ?ngel
El exministro de Educaci¨®n de Zapatero, catedr¨¢tico de Metaf¨ªsica y exrector de la Universidad Aut¨®noma asume el reto de evitar la derrota del PSOE en Madrid
A mediados de los a?os setenta, cuando los alumnos del colegio de los Corazonistas de Madrid a¨²n se llevaban alg¨²n cachete que otro, hab¨ªa un profesor muy distinto de los dem¨¢s. Aquel fraile llamaba la atenci¨®n porque era muy alto, melenudo y jugaba mejor que nadie al f¨²tbol. Y porque hac¨ªa cosas muy diferentes del resto, como una extra?a actividad llamada cinef¨®rum y otra que consist¨ªa en ponerles a los chavales en el tocadiscos las canciones que Joan Manuel Serrat hab¨ªa compuesto con poemas de Le¨®n Felipe o Miguel Hern¨¢ndez. Ense?aba Lengua, Literatura y Filosof¨ªa. Se llamaba ?ngel Gabilondo.
Durante muchos a?os, cuando alguien en Espa?a mentaba a Gabilondo, la mayor¨ªa pensaba inmediatamente en uno de sus hermanos mayores, el periodista, I?aki. Pero hace ya alg¨²n tiempo que salta la duda, porque tal vez se est¨¢n refiriendo a aquel fraile que dej¨® de serlo en 1979, se licenci¨® a los 31 a?os en la carrera de Filosof¨ªa, despu¨¦s fue profesor y catedr¨¢tico de Metaf¨ªsica, decano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras y rector de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, presidente de la Conferencia de Rectores (de la Madrid y de la estatal) y, entre 2009 y 2011, ministro de Educaci¨®n con el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero. Y en las ¨²ltimas semanas casi no hay duda de que estar¨¢n hablando del quinto de los nueve hermanos Gabilondo, ?ngel, nacido en San Sebasti¨¢n en 1949.
Ha publicado m¨¢s de una docena de libros sobre divulgaci¨®n de la filosof¨ªa. En ellos se puede atisbar la forma de pensar de alguien a quien le gusta jugar con las palabras, con las ideas y los conceptos que encierran las palabras, dando las vueltas que hagan falta ¡ªa veces, algunos nos podemos perder¡ª hasta comprender, a ¨¦l y a los dem¨¢s. Pero al final, siempre llegar¨¢ a donde quiere y lo dir¨¢ de un modo cristalino. ¡°Aguardar a que todo se presente claro y sin fisuras para actuar es un pretexto para no hacerlo¡±, ha escrito en la ¨²ltima entrada de El salto del ?ngel, el blog que mantiene en EL PA?S.com desde enero de 2012, titulada La Claridad.
Casado y con dos hijos, Gabilondo tiene un enorme apego a su extensa familia. ¡°Los hermanos ejercen mucha influencia unos en otros y se defienden como gatos panza arriba¡±, dice un viejo conocido. Algunas de las personas que han trabajado con ¨¦l le describen como un hombre t¨ªmido, pero muy cari?oso en las distancias cortas, que siempre escucha a todo el mundo y nunca le levanta la voz a nadie. Pero tambi¨¦n como alguien muy exigente en el trabajo, con ¨¦l mismo y los que tiene alrededor, ya sean los alumnos de los Corazonistas o los cargos y asesores del ministerio. ¡°Es como un martillo pil¨®n¡±, cuenta el ex secretario de Estado de Educaci¨®n Mario Bedera al recordar c¨®mo Gabilondo preguntaba machaconamente en cada una de las reuniones de direcci¨®n por los programas que se hab¨ªan puesto en marcha para cumplir los objetivos marcados: ¡°Y el biling¨¹ismo, ?qu¨¦? ?C¨®mo va? ?Y los programas de refuerzo?...¡±.
Ha publicado m¨¢s de una docena de libros de divulgaci¨®n de la filosof¨ªa
Gabilondo ha asegurado que ¨¦l nunca hab¨ªa aspirado a nada: ¡°La gente que espera ser ministro es un peligro social¡±, dijo en una entrevista. Durante todo el tiempo en el Gobierno insist¨ªa en que m¨¢s que ser ministro, ¨¦l estaba de ministro. Pero siempre se ha declarado, tambi¨¦n, dispuesto a pensar seriamente, si le llaman para encomendarle alguna tarea, si ¨¦l podr¨ªa ser la persona adecuada. Y unas veces ha dicho que no (cuentan que a secretario de Estado de Universidades o a ser n¨²mero dos en la lista del PSOE al Congreso por Valencia) y otras que s¨ª, como a ministro de Educaci¨®n o, ahora, candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid por el PSOE. Hay quien le atribuye, sin embargo, unas ansias de poder, y se remiten a todos los cargos de su curr¨ªculo. No est¨¢ afiliado al PSOE y ha manifestado que no piensa afiliarse. Se ha declarado defensor de lo p¨²blico, de la igualdad de oportunidades y ¡°de la idea distributiva de la justicia con independencia de los carn¨¦s¡±.
Conciliador, respetuoso, extremadamente educado, muy inteligente, culto, con un sentido del humor tan sutil como afilado¡ Es casi extenuante escuchar las bondades de su car¨¢cter que repiten una y otra vez amigos, conocidos y colaboradores. Desde Podemos, Luis Alegre le ha alabado. Desde el PP, la mayor cr¨ªtica, de momento, es que es un erudito m¨¢s que un pol¨ªtico. Un hombre ¡°perdido¡± en las grandes ideas, en los debates intelectuales, pero incapaz de bajar al detalle, a una gesti¨®n que acaba dejando en manos de los que tiene por debajo, seg¨²n le describe un cargo auton¨®mico del Partido Popular. ¡°No se le conoce m¨¢s pol¨ªtica que la presupuestaria. En realidad, es un conservador puro¡±, a?ade asegurando que nunca ha hecho una verdadera reforma, ni en la Universidad Aut¨®noma ni en el ministerio.
¡°Es un hombre de consenso con visi¨®n de Estado¡±, dice un exsenador del PP
Es verdad que no sali¨®, pero lo cierto es que como ministro s¨ª intent¨®, y casi consigui¨®, un Pacto de Estado por la Educaci¨®n; el PP se ape¨® en el ¨²ltimo momento, cuando ya estaba hecho y solo faltaba la escenificaci¨®n p¨²blica. Despu¨¦s de aquello, decidi¨® seguir adelante con los acuerdos que ya se hab¨ªan alcanzado ¡ªcon decenas de partidos y organizaciones, adem¨¢s del PP¡ª, a pesar de que algunas concesiones de compromiso hab¨ªan sido muy criticadas desde la izquierda y algunos sectores del PSOE. Adem¨¢s, prohibi¨® en el ministerio echarle en cara al Partido Popular la no firma del pacto.
Porque, tenga o no ambiciones, lo que es innegable es que sus formas no son las del pol¨ªtico al uso. ¡°Nunca va al choque. Cuando lleg¨¢bamos con una propuesta para reaccionar contundentemente a alg¨²n asunto, dec¨ªa: 'Cambiadlo; mejor una frase amable. A ver si con el agua sucia de la palangana tiramos tambi¨¦n al ni?o¡±, recuerda Bedera. Las formas, sin duda, siempre son exquisitas, sin embargo, un ex alto cargo de la Comunidad de Madrid le describe como una especie de gran urdidor de intrigas de poder, d¨¢ndole la vuelta a la idea del conciliador en busca de consensos.
El exsenador del PP Adolfo Abej¨®n, uno de los negociadores de aquel frustrado pacto, no est¨¢ de acuerdo. ¡°Es un hombre de consenso y tiene visi¨®n de Estado¡±. Si Gabilondo se convierte en presidente de Madrid, ¡°que no esperen en el PSOE que se oponga a algo que sea razonable para toda la sociedad porque no le viene bien al partido. Tendr¨¢ toda la firmeza que su conciencia le dicte¡±, opina. Eso s¨ª, esas formas suaves y tranquilas no tiene claro que sirvan si al final le toca quedarse en la oposici¨®n.
Cuando est¨¢ disgustado va a correr. Por eso adelgaz¨® durante su ¨¦poca como ministro.
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