Rajoy quiere seguir y ya promete tres millones de empleos para el futuro
El presidente pide al PSOE que le ayude a no engordar la ¡°demagogia¡± de Podemos y Ciudadanos, aunque evita citar a ninguno de los dos
Todo a su alrededor parece hundirse, las encuestas se?alan que el PP corre el riesgo incluso de dejar de ser el primer partido de Espa?a, pero Mariano Rajoy no solo est¨¢ dispuesto a terminar tranquilamente la legislatura sino que ya quiere empezar a llenar de contenido y promesas sus pr¨®ximos cuatro a?os. El presidente, que ya est¨¢ en campa?a electoral, se anima a lo que era un anatema para el PP: promete la creaci¨®n de tres millones de empleos en pr¨®ximas legislaturas, a un ritmo de 500.000 al a?o.
Unas cifras de mitin electoral que despu¨¦s del panorama absolutamente optimista de la econom¨ªa que ha trasladado en la primera parte del discurso colocan el debate del estado de la naci¨®n, como se esperaba, como una gran plataforma para un a?o con cuatro elecciones clave, las primeras en menos de un mes en Andaluc¨ªa. Rajoy lanza as¨ª un mensaje no solo a los ciudadanos, sino sobre todo a los cuadros medios y a los barones de su partido, muy nerviosos ante la posibilidad de perder el poder en las elecciones de mayo.
El presidente les ha dicho a todos alto y claro que no solo piensa agotar con calma la legislatura gracias a su mayor¨ªa absoluta, sino que piensa seguir otros cuatro a?os m¨¢s y ya est¨¢ llenando la siguiente legislatura con una promesa tan impactante como arriesgada. Rajoy siempre ha huido de este tipo de n¨²mero, con el recuerdo de los famosos 800.000 empleos de Felipe Gonz¨¢lez, y Esteban Gonz¨¢lez Pons fue muy criticado internamente por decir que el PP aspiraba a crear 3,5 millones de empleos.
Rajoy es el gran defensor del bipartidismo en Espa?a en este momento. Siempre reivindica que los pa¨ªses m¨¢s importantes del mundo tienen ese esquema pol¨ªtico. Y ha hecho gala de esa defensa en varios momentos cuando le ha llegado a pedir al PSOE que le apoye y reconozca que la econom¨ªa espa?ola est¨¢ mejorando para evitar engordar a Podemos. ¡°Decir que la mejor¨ªa actual ha venido sola, que los esfuerzos de los ciudadanos no han merecido la pena, que se pod¨ªan haber evitado, es la mejor manera de preparar la tierra para que la siembren con ¨¦xito los demagogos¡±.
El presidente no ha citado en ning¨²n momento a Podemos, ni a Ciudadanos, ahora la gran preocupaci¨®n del PP porque juega en su espacio electoral. Pero todos sus mensajes eran un llamamiento al PSOE y en general a los espa?oles para que las cosas sigan como siempre, con dos grandes partidos que se disputan las elecciones. Y como contraejemplo, el presidente ha recurrido en todo momento a Grecia.
Citar a Podemos ser¨ªa ir contra su naturaleza, puesto que el presidente nunca cita a los problemas por su nombre, incluso obvia los nombres de los protagonistas como hizo con Luis B¨¢rcenas o despu¨¦s con Rodrigo Rato. ?l utiliza subterfugios verbales y el de este martes era Grecia. Para ¨¦l este pa¨ªs representa lo que podr¨ªa pasar si gana Podemos. ¡°La situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es fr¨¢gil y est¨¢ expuesta a cambios en la situaci¨®n internacional y ventoleras ideol¨®gicas¡±, ha llegado a decir. El presidente, un conservador que milit¨® en Alianza Popular desde el primer momento, siempre se muestra en p¨²blico como alguien que huye de las ideolog¨ªas.
Rajoy encara as¨ª el debate clave, el ¨²ltimo de la legislatura, el ¨²ltimo de un Congreso a¨²n bipartidista y cl¨¢sico, fingiendo que fuera no pasa nada, que Podemos no es ya un referente de la oposici¨®n, que Ciudadanos no est¨¢ arrebatando protagonismo y espacio al PP. Dentro del Congreso la realidad es la de 2011, cuando Rajoy vivi¨® el mejor momento de su vida, cuando sac¨® m¨¢s esca?os incluso que su mentor y rival, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ah¨ª dentro el presidente se sigue sintiendo c¨®modo y desde all¨ª reparte algunas buenas noticias en forma de medidas ¨Cmenos de las esperadas- y sobre todo reivindica el que considera su gran logro: haber resistido las presiones de empresarios y banqueros dentro y fuera de Espa?a para que pidiera el rescate. Con ese argumento se prepara para un duro a?o electoral.
En el fondo es el mismo argumento que utiliz¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para reivindicar su mandato: ¨¦l tampoco pidi¨® el rescate. Esa resistencia justifica para ambos todos los sacrificios. Porque aceptar el rescate hubiera sido mucho peor. Y con ese argumento, y la confianza en que los datos econ¨®micos van a seguir jugando a favor de su campa?a electoral, Rajoy se olvida ya de los viajes internacionales y de la pol¨ªtica europea que ha dominado buena parte de su agenda para centrarse en ganarse otros cuatro a?os en La Moncloa.
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