Aznalc¨®llar quiere una segunda oportunidad

Hace 15 a?os, lo primero que hac¨ªa al llegar al bar, a la hora del desayuno, era abrir el peri¨®dico por la p¨¢gina de las bolsas para ver el precio de los metales. Juan Aguilera trabajaba en la mina de Aznalc¨®llar, el principal sustento de este peque?o pueblo sevillano, y los precios en ca¨ªda libre del cobre y el zinc la pon¨ªan en serio peligro. Adem¨¢s, hab¨ªa protagonizado poco antes, en 1998, una de las mayores cat¨¢strofes ecol¨®gicas de Espa?a: la rotura de una enorme balsa de residuos dej¨® escapar cinco millones de metros c¨²bicos de lodos t¨®xicos que contaminaron gravemente el entorno del Parque de Do?ana. As¨ª que en el cuadro cl¨ªnico de la mina todo presagiaba lo peor; hab¨ªa acreedores, peleas judiciales, despidos, protestas de trabajadores, cr¨ªticas ecologistas¡­ Pero, al final, en los pueblos mineros cualquiera sabe que el suyo es un negocio que va y viene: abre cuando es rentable y cierra cuando deja de serlo. Todo lo dem¨¢s puede tener soluci¨®n; eso no.

Y as¨ª fue: la mina cerr¨® en 2002. Y as¨ª es: la Junta de Andaluc¨ªa acaba de adjudicar la reapertura al Grupo M¨¦xico, que tiene una docena abiertas en varios pa¨ªses americanos, y a su socio espa?ol, Magtel. El proyecto promete una inversi¨®n de m¨¢s de 300 millones de euros para explotar unas reservas de cobre, plomo y zinc de 30 a 35 millones de toneladas, y otros 45 millones m¨¢s de ¡°recursos probables¡± hasta 2035. La reapertura de minas se ha convertido en un eje estrat¨¦gico del Gobierno andaluz ¡ªy un empe?o de su presidenta, Susana D¨ªaz¡ª con Aznalc¨®llar en el centro de todo. El Gobierno andaluz ha sacado a concurso 634 derechos mineros desde 2012. ¡°Yo voy a apostar por que se abran todas las minas¡±, dijo D¨ªaz el jueves.?

Queda a¨²n bastante tiempo, en todo caso, hasta que las maquinas vuelvan a sacar mineral de Aznalc¨®llar. Y dificultades que salvar. La empresa finalista perdedora, la canadiense Emerita Resources, ha denunciado a la Junta porque, asegura, tiene sospechas de ¡°prevaricaci¨®n y tr¨¢fico de influencias¡± en favor de la firma local, Magtel. La Junta defiende a sus t¨¦cnicos y las compa?¨ªas ganadoras, su proyecto, pero los grupos ecologistas y Equo tambi¨¦n hablan de falta de transparencia en el concurso (resuelto un mes antes de la fecha l¨ªmite). Adem¨¢s, recuerdan el accidente en una explotaci¨®n del Grupo M¨¦xico que verti¨® el verano pasado 40.000 metros c¨²bicos de sulfato de cobre al r¨ªo Sonora, dejando sin suministro de agua a 20.000 personas en el norte de M¨¦xico.

Jos¨¦ Larios, portavoz de Equo Andaluc¨ªa, plantea muchas dudas sobre el proyecto de Aznalc¨®llar. Para empezar, que vaya a ser una mina subterr¨¢nea ¡ªcon la que buena parte de los residuos se reutilizan para ir tapando las galer¨ªas ya excavadas¡ª, pues encarecer¨¢ mucho los costes y no ser¨ªa rentable, opina. Y a¨²n siendo subterr¨¢nea, el director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana se declara ¡°preocupado¡±, porque ¡°nadie puede garantizar que no va a haber otro desastre¡± como el que puso en riesgo una de las mayores reservas ecol¨®gicas del continente. El vertido se pudo detener justo en las puertas del parque, despu¨¦s de pasar del r¨ªo Agrio al Guadiamar. La limpieza cost¨® 240 millones de euros a las Administraciones, de los que la empresa Boliden, que declar¨® en quiebra su filial espa?ola, no puso nada; la Junta acaba de reactivar la demanda para cobrarle 89 millones.

Pero el desierto de Sonora queda muy lejos de Aznalc¨®llar. Y 1998, muy atr¨¢s en el tiempo para los vecinos de este municipio de casas blancas a 40 kil¨®metros de la ciudad de Sevilla. Con un 34% de paro, seg¨²n el consistorio, quieren su mina de vuelta. ¡°Eso hoy en d¨ªa no tiene por qu¨¦ pasar. Las tecnolog¨ªas han avanzado much¨ªsimo¡±, dice Jos¨¦ Mart¨ªn Rodr¨ªguez, exminero de 62 a?os, hijo de minero. Como Mart¨ªn, otros vecinos se refieren a aquello de 1998 como a un accidente, mala suerte, un punto negro ¡ªnegr¨ªsimo¡ª en una imagen mucho m¨¢s grande y, en conjunto, bonita. ¡°Aznalc¨®llar ten¨ªa una alegr¨ªa grand¨ªsima desde que abri¨® la mina en el a?o 79, 80¡­ Las discotecas, los bares, los comercios, en la calle¡­ todo¡±, dice el alcalde, Agapito Ram¨ªrez, de IU. ¡°Desde 2002, a pesar de que se ha intentado reactivar la econom¨ªa desde lo p¨²blico, al final hay una tristeza, los bares a la noche est¨¢n todos cerrados¡±, explicaba semanas antes de que se resolviera el concurso.

Ram¨ªrez, que trabaj¨® en la mina y fue presidente del comit¨¦ de empresa, habla del Pol¨ªgono de Actividades Medioambientales creado por la Junta. Con las energ¨ªas renovables de capa ca¨ªda, da empleo a algo menos de 200 personas y en la mina, sin contar subcontratas y trabajos indirectos, hab¨ªa 426. El Grupo M¨¦xico promete 470 empleos directos y m¨¢s de 700 indirectos. El mes pasado, hab¨ªa algo m¨¢s de 1.000 vecinos apuntados al paro. ¡°El papel lo aguanta todo¡±, dice Larios, que tampoco se cree estas promesas.

Pero para Aznalc¨®llar son las luces que se?alan el final de ese tiempo de tristeza que comenz¨® en 2002 y se hizo mucho m¨¢s hiriente en 2009, cuando abri¨® en el municipio de al lado, Gerena, una nueva mina que les hizo a¨²n m¨¢s presente todo lo que hab¨ªan perdido. ¡°Mira la de Gerena, las placas de cobre que sacan¡­, da gusto verlo¡±, dice el exminero Mart¨ªn. Cobre Las Cruces, de la empresa canadiense First Quantum, sac¨® el a?o pasado 17 millones de toneladas de mineral y produjo 18.000 toneladas de c¨¢todos, esas placas de cobre de las que habla Mart¨ªn.

Aznalc¨®llar tiene 6.144 habitantes; Gerena, 7.300. En Aznalc¨®llar ten¨ªan contrato de trabajo en 2013 el 57% de los adultos en edad de trabajar; en Gerena, el 81%. El primero ten¨ªa una renta media declarada en 2012 de 13.138,13 euros; el segundo de 14.202. Uno tiene 250 comercios; el otro, 352. La alegr¨ªa va m¨¢s all¨¢ de la fr¨ªa estad¨ªstica y se percibe en cosas como el equipo de f¨²tbol. El Gerena ha ascendido cuatro categor¨ªas en cinco temporadas, hasta llegar a la Tercera Divisi¨®n, donde est¨¢ haciendo una magn¨ªfica campa?a: est¨¢ segundo de su grupo, a dos puntos del primero y a seis del tercero. Su principal patrocinador es Cobre Las Cruces, cuya fundaci¨®n tambi¨¦n financia iniciativas de formaci¨®n para desempleados o ayudas a asociaciones en Gerena y otros municipios adyacentes. El proyecto de Grupo M¨¦xico en Aznalc¨®llar prev¨¦ 27 millones de euros para proyectos de responsabilidad social en la comarca.

Pero Las Cruces tambi¨¦n tiene su cara negativa y, para Larios, es el gran ejemplo de que una cosa es lo que dicen los papeles y otra lo que acaba ocurriendo. La fiscal¨ªa especializada en delitos medioambientales ha acusado a tres directivos y exdirectivos de la mina de delitos continuados porque se han detectado ¡°concentraciones de ars¨¦nico¡± superiores a las permitidas en el agua que reinyectan en el acu¨ªfero Niebla-Posadas y porque se devuelve menos l¨ªquido del que se extrae (unos 2,5 millones de metros c¨²bicos menos entre 2010 y 2013). La compa?¨ªa lo niega, dice que el ars¨¦nico es com¨²n en las aguas de esa zona. Antonio Ramos, de Ecologistas en Acci¨®n, no tiene la menor duda de que las cosas son tal y como dice la fiscal¨ªa. Vive en Gerena y comprende muy bien las razones de todos, en su pueblo y en Aznalc¨®llar.

¡°Entre tener un hijo con 30 a?os sentado en un sill¨®n en tu casa o con un macaco cogiendo aceitunas, cuando hay aceitunas por coger, a tenerlo ah¨ª trabajando ¡ªaunque sea seis meses y te paro un mes, y luego te vuelvo a contratar¡ª, pues hay una gran diferencia¡±. Aunque la miner¨ªa sea ¡°pan para hoy y hambre para ma?ana¡±.

Pero en Aznalc¨®llar lo tienen claro: ahora toca pan. Jos¨¦ Mart¨ªn dice que las disputas entre empresas no les afectan si alguna abre, porque, al fin y al cabo, los proyectos son muy parecidos: deber¨¢n hacerse cargo de las balsas de residuos que a¨²n quedan de la antigua explotaci¨®n y que ahora gestiona el Gobierno andaluz, restaurar la zona una vez concluida la vida ¨²til de la mina y excavar hacia el lado contrario al espacio natural protegido que est¨¢ justo al lado, a escas¨ªsimos metros.

Es el Corredor Verde del Guadiamar, de 2.700 hect¨¢reas, que cubre toda la zona afectada por el brutal vertido de 1998. Hicieron falta varios a?os de limpieza y restauraci¨®n. Desde las instalaciones de la mina de Aznalc¨®llar hay una vista magn¨ªfica. Desde all¨ª, ?ngel de Andr¨¦s, asesor de la Junta, se?ala por donde se rompi¨® una balsa que hoy es un gran mont¨ªculo coronado por paneles solares. Junto al exminero Juan Aguilera, De Andr¨¦s explica que a¨²n quedan muchos meses para que de la corta de Los Frailes (la que se qued¨® a medio explotar) vuelva a sacarse algo. Preguntados por el precio de los metales, admiten que 2014 no fue un buen a?o, pero aseguran que hay margen de sobra. Por ejemplo, el cobre vale casi cuatro veces m¨¢s que en 2011 y el zinc, casi tres. En todo caso, habr¨¢ que seguir atentos.

¡°Debemos defender Do?ana¡±

¡°No pases para all¨¢. Preferible que no mires lo que hay ah¨ª". ?ngel de Andr¨¦s hab¨ªa escuchado en el telediario que una enorme balsa de residuos t¨®xicos de la mina de Aznalc¨®llar se hab¨ªa roto por una de las paredes, as¨ª que sali¨® pitando para all¨¢. ?l trabajaba para una empresa de explosivos cuyo principal cliente era la mina de cobre, propiedad de la compa?¨ªa sueca Boliden. Al llegar, se encontr¨® con esas palabras de los mineros, que le interrumpieron el paso. ¡°No estaba soltando tanto, lo que pasa es que, como hab¨ªa sido un golpe tan fuerte la rotura, se notaba que todo el valle estaba brillante. T¨² lo ve¨ªas desde aqu¨ª y lo ve¨ªas todo brillante, del lodo que hab¨ªa impregnado el valle¡±.

Aqu¨ª es un mirador, muy cerca de la Corta de los Frailes donde se sacaba el mineral, casi 17 a?os despu¨¦s de todo aquello. Ahora la antigua balsa, a 40 kil¨®metros de Sevilla, est¨¢ ocupada en su mayor parte por paneles solares que producen energ¨ªa el¨¦ctrica. Pero entonces, el 28 de abril de 1998, lo que se ve¨ªa era una enorme fractura en una de las paredes de la monta?a de residuos. Las horas, los d¨ªas siguientes fueron una sucesi¨®n de trabajo contrarreloj para impedir el avance de m¨¢s de cinco millones de metros c¨²bicos de lodos t¨®xicos hasta Do?ana, desde el r¨ªo Agrio y, despu¨¦s, el Guadiamar.

La distancia, unos 30 kil¨®metros, fue probablemente la salvaci¨®n del espacio protegido, seg¨²n el director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, del CSIC, Juan Jos¨¦ Negro. ¡°Hubo tiempo de movilizar maquinaria para contener en diques y en balsas esas aguas que habr¨ªan sido terribles para el parque¡±. Luego comenz¨® el trabajo de limpieza, casi a pico y pala, ¡°a dolor¡±, dice De Andr¨¦s, y una reconstrucci¨®n de la zona que dur¨® a?os y cost¨® 240 millones de euros.

En su despacho de Sevilla, Negro recuerda las im¨¢genes de lodos negros y c¨®mo, durante a?os, los pollos de cig¨¹e?a que nac¨ªan en el entorno del Guadiamar lo hac¨ªan con picos torcidos o patas que no les sosten¨ªan. El bi¨®logo puede entender las necesidades de los vecinos de Aznalc¨®llar, incluso las necesidades econ¨®micas a escala andaluza, espa?ola, europea¡­, pero su misi¨®n es la de preocuparse por el espacio natural, una de la mayores reservas ecol¨®gicas del continente. ¡°Enterarnos de que se pod¨ªa volver a poner en explotaci¨®n la mina nos caus¨® inicialmente perplejidad; cre¨ªamos que eso ya hab¨ªa quedado olvidado. Pero, bueno, ser¨ªa posible hacer una miner¨ªa distinta a la que dio lugar al desastre y, por lo tanto, nuestra oposici¨®n no puede ser frontal a la reapertura; tenemos que exigir salvaguardas, tenemos miedo, preocupaci¨®n, debemos defender Do?ana y debemos estar seguros de que no va a ocurrir lo mismo que pas¨® hace tan poco tiempo¡±.