Madre protectora

Si usted sigue la campa?a andaluza por la televisi¨®n nacional, seguramente tendr¨¢ una idea confusa sobre candidatos gritando en m¨ªtines de tarde y repartiendo besos de ma?ana. Si va de paso por Andaluc¨ªa, notar¨¢ que se respira un ambiente revuelto, inquieto, como cuando faltan unas semanas para la Feria de Abril, pero, si lo que usted nota es un fervor impaciente, es que ha colado en un acto en el que se espera a Susana D¨ªaz. Y no es por la novedad. Todo es nuevo en esta campa?a, candidatos, partidos, alianzas y, sin embargo, es una campa?a del todo previsible, aburrida, incluso, fea.

Si Susana D¨ªaz gusta a los suyos no es por el tono emotivo. Todos los candidatos se ponen tiernos en campa?a. "Un liderazgo humilde", el de Juan Manuel Moreno, casi pidiendo perd¨®n. "S¨ª se puede", dice Teresa Rodr¨ªguez; y habla de un franquismo que no conoci¨®. "Andaluc¨ªa, nuestra casa", dice Antonio Ma¨ªllo, un poco con aire de final de peonada.

Tampoco es por el peculiar nacionalismo andaluz, el que se mide en los millones de la deuda hist¨®rica. Los expresidentes Chaves y Gri?¨¢n, hombres de pocos afectos, m¨¢s bien parec¨ªan aplastados por la responsabilidad de gobernar. Pero la presidenta se supo liberar de ese peso con el a?o nuevo, despachando a sus perplejos socios de gobierno y convocando elecciones.

Parad¨®jicamente, en campa?a, los candidatos se olvidan de los ciudadanos y se refugian en afiliados y simpatizantes, se rodean de ellos y se contagian mutuamente con m¨²sica y consignas. Son los ritos de nuestra democracia. Pero, para Susana D¨ªaz esta no es otra campa?a, ella no sale a no perder, no tiene miedo a los errores. Esa es su fuerza, sale a demostrar que a su Andaluc¨ªa ni se le toca, que lo de los ERE no es cosa de ella, ni de su Gobierno y, si me apuran, ni de su partido, ni de Andaluc¨ªa, vamos que es cosa de otro tiempo.

Pero las encuestas no le siguen. Es algo demasiado dif¨ªcil, incluso, para la nueva "madre protectora" utilizando el famoso frame de Lackoff. Primeros, s¨ª, y en todas las provincias, pero con menos votos y diputados. Seg¨²n el CIS, el 15% de los electores duda ente votar al PSOE o a Podemos, el 12% entre el PSOE y el PP. Le queda una semana, o un debate que dir¨ªa otro andaluz ilustre. Veremos.

Joan Navarro es soci¨®logo y vicepresidente de Llorente y Cuenca.