El caso Ciudadanos

De repente, el partido C¡¯s ha pasado a ocupar la atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n de toda Espa?a. Muchos creen incluso que se trata de un partido de reciente creaci¨®n. No es as¨ª. C¡¯s se fund¨® en julio de 2006, tras un previo proceso de formaci¨®n que se alarg¨® un a?o, y a los cuatro meses ya obtuvo tres diputados en el Parlamento de Catalu?a, una proeza si se tiene en cuenta que desde 1988, en que el CDS de Su¨¢rez logr¨® tres diputados, en la c¨¢mara catalana solo cinco partidos, siempre los mismos, se repart¨ªan los esca?os. C¡¯s volvi¨® a repetir los tres diputados en 2010 y aument¨® a nueve en 2012. Finalmente, en las europeas del a?o pasado, obtuvo dos diputados.

?Qu¨¦ ha necesitado C¡¯s para darse a conocer? Salir de Catalu?a

?Por qu¨¦ siendo esto as¨ª, hasta su resultado en las ¨²ltimas europeas era casi desconocido en Espa?a? En primer lugar, porque solo obten¨ªa resultados de una cierta relevancia en Catalu?a, no en Espa?a ni en Europa. Aunque no s¨¦ si esto es causa o consecuencia de lo que voy a decir a continuaci¨®n. Porque, en segundo lugar, los medios de comunicaci¨®n catalanes, tanto en las informaciones como en las opiniones, hab¨ªan optado por tratar a C¡¯s con una doble t¨¢ctica: el silencio y la tergiversaci¨®n.

En efecto, a pesar de que sus tempranos ¨¦xitos en Catalu?a eran noticia, las informaciones sobre C¡¯s eran casi inexistentes. Por ejemplo La Vanguardia, el peri¨®dico m¨¢s influyente de Catalu?a, no concedi¨® una amplia entrevista a Albert Rivera hasta principios de 2013, tras seis a?os de ser diputado. Y as¨ª los dem¨¢s medios catalanes. Este silencio solo se quebraba con alguna informaci¨®n irrelevante pero perjudicial, como que un desconocido militante abandonaba el partido, o simplemente falsa a sabiendas, por ejemplo, de que en las siguientes elecciones C¡¯s se integrar¨ªa en las listas del PP.

Muchos creen incluso que se trata de un partido de reciente creaci¨®n

M¨¢s grave que este silencio fue la tergiversaci¨®n permanente: un partido anticatal¨¢n, anticatalanista, neofalangista, de extrema derecha, ¨²nicamente preocupado por la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica, antiautonomista, centralista. En realidad, y ah¨ª est¨¢n el ideario y los programas para constatarlo, los principios de C¡¯s han permanecido invariables: constitucionalismo, regeneraci¨®n pol¨ªtica, no nacionalismo y defensa del Estado de bienestar, todo ello dentro de los valores propios del liberalismo y la socialdemocracia. Pero el hecho de que C¡¯s no participara del consenso nacionalista pon¨ªa de los nervios a toda la prensa: no hab¨ªa que informar y era necesario mentir.

?Qu¨¦ ha necesitado C¡¯s para darse a conocer? Salir de Catalu?a, proyectarse en el resto de Espa?a, ah¨ª los medios de comunicaci¨®n act¨²an con menos prejuicios, son m¨¢s libres, m¨¢s plurales. Con frecuencia, en Catalu?a se habla peyorativamente de la ¡°prensa de Madrid¡±. ?Ay del d¨ªa que hablemos en serio de la ¡°prensa de Barcelona¡±!