Uno de cada tres m¨¦dicos agredidos no acude a los tribunales
La OMC ha registrado 2.058 agresiones en sus cinco a?os de funcionamiento
El n¨²mero de agresiones a m¨¦dicos disminuy¨® el 2,8% en 2014 respecto al a?o anterior, pero tambi¨¦n el n¨²mero de denuncias. Uno de cada tres profesionales agredidos sigue sin acudir a los tribunales, seg¨²n ha advertido este mi¨¦rcoles el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC), que en sus cinco a?os de funcionamiento ha registrado 2.058 agresiones. El mayor porcentaje de agresiones se produce en el sector p¨²blico (83%) y en el ¨¢mbito de la atenci¨®n primaria (48%).
El 18% de los 344 casos de violencia que se registraron en 2014 conllev¨® lesiones y, de ellos, el 12% necesit¨® una baja laboral. El a?o pasado se analizaron 71 sentencias: en el 61% de los casos fueron calificados de delito y en el 39%, de faltas. El 2013 se registaron 354 casos. "Pensamos que hab¨ªa que estar loco para agredir a un m¨¦dico, pero vemos que son personas normales y corrientes", ha destacado Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC; s¨®lo 13% tiene antecedentes psiqui¨¢tricos.
El presidente de la OMC, Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn, ha lamentado que la reforma del C¨®digo Penal, que acaba de aprobar el Senado, solo haya reconocido el delito de atentado, que ya estaba recogido en la jurisprudencia, y ha subrayado que en otros aspectos "lo que se ha hecho es regresivo".
Los pacientes con cita programada siguen siendo los principales agresores (36%), aunque aumentan las provocadas por familiares (del 25 al 31%), y entre las causas m¨¢s frecuentes est¨¢n las discrepancias con la atenci¨®n recibida (30%), el tiempo en ser atendido (12%) o discrepancias personales (11%).
"El caso que no presenta denuncia es uno de nuestras problemas porque la gente mide si finalmente le va a merecer o no la pena", ha asegurado Send¨ªn, que ha criticado que la demora de la justicia hace que los m¨¦dicos tengan que esperar entre dos y tres a?os hasta conocer el resultado del proceso abierto. "Y es injusto porque muchos de los profesionales tienen que seguir aguantando al agresor o a su familia durante ese tiempo en que se produce la resoluci¨®n", ha lamentado.
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