Aznar, para cuando las encuestas vienen mal dadas

Aznar vuelve para hacer campa?a por el PP. En las ¨²ltimas europeas el presidente de honor lament¨® ante las c¨¢maras no haber podido subir al estrado junto a su ¡°amigo Miguel Arias Ca?ete¡±. Entonces se le convoc¨® por tel¨¦fono a trav¨¦s de una secretaria, la v¨ªspera del mitin en Valladolid. Interpret¨® que no eran formas.

Ahora el partido anuncia que tendr¨¢ presencia en actos de las municipales y auton¨®micas. Se lo ha pedido personalmente Mariano Rajoy. Esperanza Aguirre, que aspira a suceder a su esposa, Ana Botella, como alcaldesa de Madrid, ha sido la primera en decir que lo quiere a su lado. Se trata de recuperar al votante ideol¨®gico, desencantado con las siglas del PP, que se inclina por la abstenci¨®n o incluso sopesa apoyar a otras opciones como Ciudadanos. ¡°Ahora le dan juego porque les interesa, tal y como est¨¢n las encuestas y una parte de nuestro electorado. Si no, seguir¨ªan como hasta ahora¡±, sostiene un ministro de Aznar que sigue manteniendo con ¨¦l una comunicaci¨®n fluida.

El PP adem¨¢s ha entregado la direcci¨®n de la campa?a a uno de sus j¨®venes de confianza, Pablo Casado, diputado nacional y responsable de su agenda de expresidente durante casi tres a?os.

Por el medio, Aznar protagoniz¨® otra de sus ¡°fil¨ªpicas¡± durante la ¨²ltima convenci¨®n nacional el pasado enero, donde reivindic¨® la ¡°centralidad del PP¡±, la necesidad de bajar impuestos desde el Gobierno y dejar de castigar a las clases medias. Su discurso, que eclips¨® al del propio presidente del Gobierno, atron¨® en el auditorio, plagado de mandos intermedios y org¨¢nicos de administraciones del PP, como una enmienda a la gesti¨®n de Rajoy en su momento m¨¢s delicado. Otra m¨¢s.

Y eso que formalmente, ¡°Aznar no est¨¢ en pol¨ªtica interna¡±. Lo repiten los aznaristas, sus enemigos internos y desde luego FAES, la fundaci¨®n que impuls¨® reci¨¦n salido de La Moncloa en 2004, y que lleva cuenta de los kil¨®metros y d¨ªas que pasa en el extranjero para demostrarlo: en lo que va de a?o cuatro viajes a Estados Unidos, tres a Italia, dos a Reino Unido (donde ha estado esta semana) y uno a Panam¨¢. En total, 64.601 kil¨®metros y un mes fuera de Espa?a. El a?o pasado fueron 472.088 y 209 d¨ªas en el extranjero. Haciendo de todo: desde asesorar a gigantes industriales como News Corp del controvertido magnate Rupert Murdoch, impartir conferencias contratado por la Washington Speakers Bureau ¡ªque tambi¨¦n tiene en n¨®mina al resto del tr¨ªo de las Azores, George Bush y Tony Blair¡ª o acudir como profesor invitado a la Johns Hopkins University. ¡°Puedes conseguir que pronuncie una charla y se someta a preguntas por 15.000 euros si se celebra en Madrid¡±, asegura un intermediario que ha requerido de su presencia, ¡°muy efectiva para atraer a los medios de comunicaci¨®n¡±.

Esos honorarios se triplican si el evento se celebra fuera de Espa?a, asegura la misma fuente, que alaba la profesionalidad de Aznar. Y ah¨ª estos ¨²ltimos a?os ha cabido casi cualquier cosa, desde conferencias neoliberales a foros sobre ¡°la apertura¡± de la econom¨ªa de la Rusia de Putin.

¡°Est¨¢ enfadado con Rajoy pero no volver¨¢ a la primera l¨ªnea¡±, dice un exministro

Famaztella, la sociedad l¨ªmitada que explota los derechos de propiedad intelectual de la familia Aznar Botella gan¨® en 2013, seg¨²n las ¨²ltimas cuentas presentadas, 207.406,04 euros. Desde 2004 la empresa que naci¨® con un capital de 3.000 euros, acumula un patrimonio de 2,4 millones.

Pese al runr¨²n, cada vez que cuestiona en p¨²blico a su sucesor o repite ¡ªen las contadas entrevistas que concede¡ª que nunca rehuir¨¢ su responsabilidad en el PP, nadie en el partido cree vaya a volver a la primera l¨ªnea. ¡°Est¨¢ enfadado y lo manifiesta en cada intervenci¨®n p¨²blica, puede caer peor o mejor pero es transparente y tiene derecho a decirlo porque es el referente m¨¢s importante del partido¡±, sostiene su amigo exministro. ¡°Pero no va a volver a la primera l¨ªnea, ¨¦l es fiel a su palabra y se ha ido, otra cosa es que quiera fijar su posici¨®n sobre un proyecto en el que cree¡±.

¡°No hay un solo pronunciamiento de Aznar que pugne con los principios del partido, ni con su programa. Habr¨ªa que matizar las cr¨ªticas. En la convenci¨®n se public¨® que hab¨ªa abroncado a quienes estaban all¨ª, debe ser la primera vez que los abroncados aplauden de esa manera¡±, ironiza uno de sus m¨¢s estrechos colaboradores en FAES. ¡°?l ha pedido que el partido se reencuentre en t¨¦rminos pol¨ªticos, afectivos y simb¨®licos con una parte de su electorado, pero Rajoy y Aznar hablan mucho m¨¢s de lo que se dice. Se conocen bien y mantienen un respeto mutuo, personal y pol¨ªtico¡±.

¡°Nunca ha pugnado con los principios y el pograma del PP¡±, recuerda FAES

¡°Las diferencias son de estilo y se ha hecho mucha literatura con ellas, en el fondo no son tan distintos, y por mucho que se diga, yo no veo a Aznar mandando a detener a Artur Mas por sacar las urnas a la calle¡±, asegura un tercer dirigente que estuvo a sus ¨®rdenes directas en La Moncloa.

En el Gobierno, tanto como sus cr¨ªticas p¨²blicas, molestan alguna de sus compa?¨ªas internacionales. Por ejemplo en Israel, donde tiende a reunirse con el sector partidario de las posiciones m¨¢s duras en el conflicto palestino. Una posici¨®n dif¨ªcil de conciliar con la del partido, que viene de apoyar en el Congreso de los Diputados una moci¨®n sobre el reconocimiento de Palestina como Estado. Y se le reprocha sobre todo, haberse desentendido de esc¨¢ndalos como G¨¹rtel o apuestas personales fallidas como Rodrigo Rato y Miguel Blesa ¡ª¡±yo respondo del primero al ¨²ltimo de mis actos¡±, dijo en la convenci¨®n¡ª. Sus colaboradores m¨¢s cercanos invocan ahora el auto del juez Pablo Ruz, ¡°que no cita la palabra Aznar¡±. Y subrayan que mientras estuvo a su lado, Rato fue ¡°un gran vicepresidente econ¨®mico¡±. Las mismas fuentes apuntan que Aznar y su exministro se distanciaron definitivamente cuando Rato decidi¨® regresar del Fondo Monetario Internacional, mucho antes de colocarse en Bankia. ¡°Aznar movi¨® apoyos para auparlo a la presidencia y su renuncia nunca la entendi¨®¡±, recuerdan.