Rajoy no cambiar¨¢ sus pol¨ªticas ni la estrategia del PP ante Ciudadanos

Ni autocr¨ªtica, ni correcci¨®n del rumbo ni rectificaci¨®n de las pol¨ªticas o de la hoja de ruta de las reformas aplicada desde La Moncloa, ni tampoco variaci¨®n en la agresiva estrategia del partido frente a los nuevos rivales, especialmente Ciudadanos. El PP cit¨® este lunes a su Comit¨¦ Ejecutivo Nacional ¡ªeso s¨ª, con la ausencia masiva de sus barones regionales¡ª y luego el Gobierno convoc¨® una reuni¨®n informativa para comunicar que no cambiar¨¢ pr¨¢cticamente nada. El ¨²nico reconocimiento de un fallo es que deben insistir m¨¢s en sus ideas y el socorrido t¨®pico de que pueden explicarse mejor. Mariano Rajoy tambi¨¦n habl¨® de ¡°ponerse m¨¢s las pilas¡±.

Las dos conclusiones del PP tras el resultado en Andaluc¨ªa se limitan a asumir que no fue bueno (aunque perdi¨® medio mill¨®n de votos y 17 esca?os) y, sobre todo, a que no se debe extrapolar a pr¨®ximas citas electorales, las locales y auton¨®micas de mayo, y, menos a¨²n, las generales.

En el Gobierno y el PP sostienen as¨ª que ese varapalo se debe quedar en Andaluc¨ªa, porque hist¨®ricamente es un territorio con sus propias din¨¢micas electorales, con un microclima pol¨ªtico especial, muy vol¨¢til, y as¨ª explican el aluvi¨®n de votos ahora a Ciudadanos cuando en las ¨²ltimas europeas se lo llev¨® UPyD. En esa tesitura lamentan, por un lado y con cierta envidia, que el PSOE haya conseguido no pagar en votos los casos de corrupci¨®n que han salpicado esa autonom¨ªa; y, por otra parte, corroboran que el PP, sin embargo, s¨ª padece las consecuencias de esc¨¢ndalos como G¨¹rtel o los papeles de B¨¢rcenas, cuya instrucci¨®n cerr¨® este lunes el juez Pablo Ruz acreditando una contabilidad irregular del partido durante 18 a?os.

Rajoy se arm¨® de datos para justificar la derrota andaluza y para argumentar, incluso, que no fue tan demoledora y puede tener alguna lectura optimista. Reflej¨® as¨ª que el PP cosech¨® en Andaluc¨ªa m¨¢s de un mill¨®n de votos y por tanto 300.000 papeletas m¨¢s que el suelo al que descendi¨® en las europeas de hace un a?o, cuando recab¨® 700.000. El l¨ªder popular ensalz¨® que se hab¨ªa ganado en cinco capitales (aunque solo en una de las ocho provincias, Almer¨ªa, y por los pelos) y en la mayor¨ªa de las ciudades con m¨¢s de 50.000 habitantes, lo que interpreta como un aval de futuro de las clases medias m¨¢s formadas frente al voto m¨¢s rural de los socialistas. Rajoy alab¨® la campa?a y el liderazgo del candidato, Juan Manuel Moreno, al que pronostic¨® un buen futuro pol¨ªtico. Moreno agradeci¨® esas palabras y concit¨® una gran ovaci¨®n de casi todos los presentes. De todos menos de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que aprovech¨® ese momento para cruzarse de brazos, gesto que molest¨® a varios de los ministros y dirigentes del partido presentes.

Aguirre mantiene que el resultado del PP en Andaluc¨ªa es malo, aunque no cuestion¨® al candidato, pero s¨ª c¨®mo fue elegido para el puesto, ¡°con el estigma de ser designado a dedo¡±. Aguirre no habl¨® durante la ejecutiva, ni coment¨® esas ideas a la salida con los periodistas. Las avanz¨® en Telemadrid y sostiene que le recomend¨® en privado al propio Moreno que abriera un proceso con todos los militantes. Otros dirigentes aseguran que les apunt¨® en charlas discretas que Moreno deb¨ªa dimitir. Ella les acus¨® de ¡°filtradores y chismosos¡±. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jos¨¦ Luis Ayll¨®n, le record¨® luego que a todos en el PP, incluida ella, les elige ¡°el mismo dedo¡±.

Moreno, ya por la tarde y en Sevilla, reuni¨® a su ejecutiva, prometi¨® una oposici¨®n ¡°exigente y leal¡± y anunci¨® que promover¨¢ con otros partidos varias comisiones de investigaci¨®n sobre los fondos de formaci¨®n europeos.