Las recetas de los enfermeros abren una guerra con los m¨¦dicos

La guerra de las recetas, hasta ahora soterrada porque la llamada prescripci¨®n enfermera no acababa de ponerse en marcha, ha estallado definitivamente entre los dos colectivos m¨¢s numerosos del Sistema Nacional de Salud: m¨¦dicos y enfermeros. El Consejo General de Enfermer¨ªa anunci¨® este mi¨¦rcoles que va a emprender acciones legales contra el Consejo General de M¨¦dicos porque considera que este ha ¡°humillado¡± e ¡°insultado¡± a sus profesionales al advertir de los posibles riesgos que tiene para los pacientes el hecho de que los enfermeros puedan aconsejar determinados f¨¢rmacos y productos sanitarios. Su presidente, M¨¢ximo Gonz¨¢lez Jurado, declar¨® rotas las relaciones institucionales.

La prescripci¨®n enfermera ha estado rodeada de pol¨¦mica durante a?os, casi los mismos que llevan estos profesionales reclamando el amparo jur¨ªdico necesario para poder aconsejar o indicar el uso de f¨¢rmacos a sus pacientes. Algo que, por otro lado, ya hacen en su pr¨¢ctica diaria. La Ley del Medicamento, aprobada en 2009 por unanimidad de todos los partidos pol¨ªticos, recoge esta posibilidad, pero el reglamento que la desarrolla se ha estado posponiendo durante seis a?os. El mes pasado el Consejo Interterritorial, el ¨®rgano que agrupa al Ministerio de Sanidad y a todas las comunidades aut¨®nomas, aprob¨® por fin un borrador y la tormenta estall¨®.

Solo unos d¨ªas despu¨¦s, el Consejo General de Colegios de M¨¦dicos advert¨ªa de los ¡°graves riesgos¡± para la poblaci¨®n del hecho de que los enfermeros receten, pr¨¢ctica que podr¨ªa incluso ¡°interferir¡± con el tratamiento del m¨¦dico. La respuesta de los enfermeros ha sido explosiva. ¡°Estamos ante afirmaciones propias de hooligans o talibanes, no de una corporaci¨®n de derecho p¨²blico¡±, asegur¨® Gonz¨¢lez Jurado, que salpic¨® su intervenci¨®n ante los medios de comunicaci¨®n de calificativos como ¡°barbaridad¡±, ¡°insensatez¡± o ¡°indignidad¡±. Le preocupan, a?adi¨®, las consecuencias en el d¨ªa a d¨ªa: que los pacientes puedan dudar de los profesionales que les atienden o incluso que aumenten las agresiones.

El tira y afloja entre m¨¦dicos y enfermeros ha hecho, por ejemplo, que la propia denominaci¨®n haya cambiado en el texto del real decreto (que a¨²n tiene que pasar por el Consejo de Estado y ser aprobado por el Consejo de Ministros). Ya no habla de prescripci¨®n, sino de indicaci¨®n enfermera. Gonz¨¢lez Jurado explic¨® que esta fue una de las peticiones del Consejo de M¨¦dicos, y que ellos la aceptaron. El ministro, Alfonso Alonso, lo dej¨® claro cuando present¨® el acuerdo en el Interterritorial: ¡°La prescripci¨®n va unida al diagn¨®stico, y los que diagnostican son los m¨¦dicos¡±, record¨®.

El presidente de los enfermeros record¨® que en Andaluc¨ªa existe desde hace seis a?os un decreto de prescripci¨®n enfermera. El Tribunal Superior de Justicia lo respald¨® al considerar que no invad¨ªa competencias m¨¦dicas y desde entonces los enfermeros andaluces indican medicamentos y productos sanitarios. ¡°?All¨ª no son un peligro p¨²blico? ?Solo lo son a nivel de Estado?¡±, ironiz¨® Gonz¨¢lez Jurado. En Andaluc¨ªa los enfermeros indican 96 medicamentos que no requieren prescripci¨®n m¨¦dica, como anti¨¢cidos, laxantes, medicamentos para el dolor y la fiebre, antiinflamatorios o antihistam¨ªnicos. Adem¨¢s, pueden recomendar productos que se usan para cuidar heridas, como vendas, gasas y ap¨®sitos est¨¦riles, o para la incontinencia urinaria. En la pr¨¢ctica, esto ya lo hacen en toda Espa?a, con lo que el real decreto ¨²nicamente supone que tengan mejor cobertura legal.

El Consejo de Colegios de M¨¦dicos ratific¨® este mi¨¦rcoles su rechazo a la indicaci¨®n enfermera e insisti¨® en ¡°los riesgos de su incorrecta utilizaci¨®n con el consiguiente coste en salud y recursos¡±. La guerra puede ser larga.