Ruz procesa a 11 mandos militares marroqu¨ªes por genocidio en el S¨¢hara

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz proces¨® ayer a 11 altos cargos de Marruecos ¡ªocho mandos militares y tres civiles¡ª por su supuesta participaci¨®n en el genocidio del pueblo saharaui entre 1976 y 1991. Ruz, que tambi¨¦n ordena detener a siete de ellos, considera acreditado que tras el abandono del S¨¢hara Occidental por parte de Espa?a se produjo ¡°un ataque sistem¨¢tico contra la poblaci¨®n civil saharaui por parte de las fuerzas militares y policiales marroqu¨ªes¡±. Estas acciones, seg¨²n el juez, ten¨ªan el fin de ¡°destruir total o parcialmente¡± a la poblaci¨®n aut¨®ctona y ¡°apoderarse del territorio¡± de la antigua colonia y provincia espa?ola.

El magistrado describe en su auto ¡ªresoluci¨®n razonada¡ª al menos 50 casos de asesinato, seis desapariciones, 202 detenciones ilegales y hasta 23 casos de torturas supuestamente infligidas por estos imputados, de los cuales uno podr¨ªa haber fallecido en 2010, seg¨²n informaciones period¨ªsticas. El resto no ha sido localizado porque Marruecos no ha respondido a las diferentes comisiones rogatorias ¡ªpeticiones de auxilio judicial entre Estados¡ª cursadas en esta investigaci¨®n.

Ruz, que en los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢ relevado al frente del Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5, cierra su paso por la Audiencia Nacional con un auto que previsiblemente tensar¨¢ las relaciones entre Espa?a y Marruecos. El juez da por concluida la investigaci¨®n iniciada por su antecesor, Baltasar Garz¨®n, en 2007, a ra¨ªz de una querella de la Asociaci¨®n de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis. En su resoluci¨®n final, Ruz relata ¡°bombardeos contra campamentos de poblaci¨®n civil, desplazamientos forzados de poblaci¨®n civil, asesinatos, detenciones y desapariciones de personas, todas ellas de origen saharaui¡±, y con independencia de que fueran miembros del Frente Polisario, la guerrilla que hasta 1991 luch¨® contra Marruecos por la autodeterminaci¨®n del Sahara.

Tambi¨¦n rese?a el magistrado que se produjeron ¡°encarcelamientos prolongados sin juicio, algunos durante muchos a?os¡±, y ¡°torturas a personas saharauis por parte de funcionarios militares y policiales marroqu¨ªes en diversos centros oficiales de detenci¨®n ubicados tanto en territorio del S¨¢hara Occidental como en Marruecos¡±. Ruz sostiene que tales hechos fueron ¡°impulsados¡± por los altos mandos de los cuerpos militares marroqu¨ªes.

El juez dedica las primeras siete p¨¢ginas de las 40 que componen el auto a realizar un recorrido hist¨®rico y jur¨ªdico sobre la presencia de Espa?a en el S¨¢hara Occidental, que se inici¨® en 1885 con la Conferencia de Berl¨ªn, y termin¨® en los estertores de la dictadura de Franco en noviembre de 1975 con la Marcha Verde ordenada por Hassan II de Marruecos. Esta introducci¨®n, en apariencia m¨¢s propia de un libro de ensayo que de un auto judicial, tiene un sentido muy claro: poner de manifiesto que Marruecos no tiene soberan¨ªa sobre el S¨¢hara y que los casi 74.000 nativos saharuis censados en 1974, antes de la ocupaci¨®n marroqu¨ª, ten¨ªan ¡°la consideraci¨®n de espa?oles¡±.

El hecho de que las v¨ªctimas tuvieran DNI, pasaporte y libro de familia espa?ol por el hecho de haber nacido en unos territorios que Espa?a consideraba ¡°provincias¡± suyas, ha evitado que la investigaci¨®n fuera archivada por la reforma de la justicia universal del PP en marzo de 2014.

El magistrado divide los hechos investigados, que se iniciaron cuando Espa?a a¨²n no hab¨ªa salido del territorio, en dos grupos. El primero es el de los que no tienen autor conocido. Entre ellos se relata el asesinato de ocho personas en Amgala, en la zona de Smara, entre los d¨ªas 12 y 13 de febrero de 1976. Un hombre que entonces ten¨ªa 10 a?os, Abba Ali Said, vio c¨®mo soldados marroqu¨ªes disparaban directamente en el pecho en su presencia a dos pastores saharauis que se negaron a responder preguntas sobre el Frente Polisario. Despu¨¦s le lleg¨® el turno a ¨¦l, pero un soldado marroqu¨ª intercedi¨® ante los oficiales salv¨¢ndole la vida. Escondido tras un cami¨®n, esa misma noche presenci¨® el asesinato de otras seis personas, entre ellas un primo suyo de 14 a?os. Los restos de estas v¨ªctimas fueron hallados en dos fosas comunes separadas entre s¨ª por 30 metros en la zona de Fedret Leguiaa en febrero de 2013. La excavaci¨®n de la fosa, donde se hallaron los DNI de algunas de las v¨ªctimas, as¨ª como varios billetes y monedas, y las pruebas de ADN practicadas por los forenses Mart¨ªn Berist¨¢in y Francisco Echevarr¨ªa han sido una prueba ¡°fundamental¡± para corroborar la veracidad de los testimonios de las v¨ªctimas supervivientes recogidos en la querella y ratificados ante el propio magistrado por algunas de ellas.

Otro episodio sin autor conocido es el bombardeo con napalm y f¨®sforo blanco del campamento de desplazados Un Dreiga el 20 de febrero de 1976. Ese d¨ªa, dos aviones de la fuerza a¨¦rea marroqu¨ª arrasaron las jaimas donde se refugiaban cientos de saharauis. Al menos 39 personas han sido reconocidas por Ruz como muertas en aquel ataque ¡ªotras fuentes elevan la cifra a entre 100 y 200¡ª y al menos 75 fueron heridas. La agresi¨®n afect¨® incluso a una tienda hospital se?alada con una media luna roja.

Los hechos con autor conocido se registraron en las ciudades de Smara y El Aaiun. En el cuartel de la primera poblaci¨®n, en enero de 1977 un prisionero presenci¨® c¨®mo al reci¨¦n nacido de otra presa ¡°le cortaron los dedos y se los trajeron a la madre despu¨¦s en la comida¡±. Tambi¨¦n vio c¨®mo los militares envolvieron a un anciano saharaui de 70 a?os en una manta, lo rociaron con gasolina y lo quemaron. Al mando del cuartel se encontraban el coronel Abdelak Lemdaour y el teniente de la Gendarmer¨ªa Real Driss Sbai.

En los a?os 80, las detenciones irregulares y las torturas estuvieron supuestamente coordinadas por el wali (gobernador) Hassan Uychen. Entre sus v¨ªctimas figura la activista m¨¢s conocida de la causa saharaui en la actualidad, Aminatu Haidar.

¡°Las acciones investigadas cometidas por militares o polic¨ªas marroqu¨ªes se dirigen un¨ªvocamente contra los saharauis, que son sometidos a persecuci¨®n ¨²nicamente por ser originarios de ese territorio que reclama Marruecos y con la finalidad de destruirlos, mediante el asesinato, o desapareciones forzadas o incluso mediante la reclusi¨®n durante grandes periodos de tiempo. Existe, por tanto una finalidad de destrucci¨®n biol¨®gica de esas personas simplemente por su origen ¨¦tnico¡±, concluye el juez Ruz.