Una madre paga 4.000 euros a los falsos secuestradores de su hijo

¡°Gracias mami, te amo mami¡±, fueron las palabras que hicieron que Lola Fornier supiera que la voz que escuchaba al otro lado del tel¨¦fono no era la de su hijo. Esta madre, con residencia en Las Rozas, recibi¨® una llamada el pasado viernes 6 de febrero pidiendo auxilio: ¡°Socorro, socorro, no me pegue, ya, ya¡±, escuch¨® nada m¨¢s descolgar, gemidos con los que identific¨® a su hijo Javier, de 30 a?os y residente en San Sebasti¨¢n. Se trataba de una banda chilena, desarticulada el pasado viernes, que fing¨ªa tener secuestrado a su hijo y que le pidi¨® que ingresara 5.000 euros inmediatamente.

¡°Si no quiere que le hagamos da?o a su hijo haga una transferencia donde le digamos. H¨¢ganos tres pagos, dos de 2.000 y uno de 1.000. Al decirle que yo no sab¨ªa hacer transferencias bancarias por Internet, not¨¦ que a mi hijo le pegaban¡±, cuenta Fornier. Le dijeron que seguro que conoc¨ªa a alguien que supiera, por lo que, efectivamente, localiz¨® a un amigo que la realiz¨® sin hacerle m¨¢s preguntas. La llamada dur¨® una hora y media, sin ninguna interrupci¨®n. Una de las estrategias de este grupo consist¨ªa precisamente en no perder la conexi¨®n con la v¨ªctima para que no pueda intentar localizar al supuesto secuestrado y evitar que confesase las amenazas.

Tras ese primer ingreso, llam¨® a su hija Mar¨ªa para que transfiriera otros 2.000. A ella le sonaba extra?o y la acribill¨® a preguntas. ¡°?Una transferencia? ?A qui¨¦n? ?A Chile? ?Seguro, mam¨¢?¡±. Fornier, firme y sin perder el control, transmit¨ªa las ¨®rdenes del interlocutor, quien le hab¨ªa mandado que dijera que ten¨ªa un problema con una amiga en Chile y que no diera m¨¢s explicaciones. Mar¨ªa, muy confusa, obedeci¨®. Pero no se quedaba tranquila, as¨ª que pidi¨® a su cu?ado que por favor se acercara a casa de su madre porque ¡°algo estaba pasando¡±.

Tras haber hecho la transferencia de 4.000 euros, Fornier pidi¨® hablar con su hijo. ¡°Le dije que estuviera tranquilo, que le iban a soltar y que yo ma?ana cog¨ªa el primer avi¨®n y me iba a verle a San Sebasti¨¢n. Entonces me dijo: ¡®Gracias mami, te amo mami¡¯. ?l no me ha dicho ¡®te amo¡¯ en la vida¡±, relata. Les dijo que ese no era su hijo, les insult¨® y les colg¨®. Justo acababa de llegar a casa su yerno y fue entonces cuando llamaron por primera vez a su hijo Javier. El tel¨¦fono lo cogi¨® su mujer, quien les dijo que estaba cenando a su lado. Con el susto a¨²n en el cuerpo, Fornier se baj¨® a la Guardia Civil a denunciar los hechos.

Fornier ingres¨® 4.000 euros en dos transferencias bancarias

La llamada no era an¨®nima y a¨²n sigue sin entender c¨®mo desde la c¨¢rcel chilena consiguieron llamar una hora y media. ¡°Tiene usted mucho coraje se?ora, beba agua que la noto la boca muy seca¡±, le recomendaba el interlocutor con acento muy marcado. La Polic¨ªa Nacional ya alert¨® en febrero de la extensi¨®n de esta pr¨¢ctica en Espa?a y dos agentes se desplazaron a Santiago de Chile, donde en cooperaci¨®n con las autoridades locales, localizaron a los autores de esta estafa telef¨®nica en un centro penitenciario.

En dos meses la polic¨ªa ha recibido 162 denuncias, la mayor¨ªa de ellas, 75, en Madrid. Pero los estafadores solo consiguieron que pagaran 14 de sus v¨ªctimas, que en total ingresaron m¨¢s de 11.000 euros. La elecci¨®n de sus v¨ªctimas era completamente aleatoria y la informaci¨®n consegu¨ªan sonsacarla a trav¨¦s de las mismas. ¡°No ten¨ªan datos de ¨¦l. Lo que ten¨ªan se lo di yo¡±, cuenta Fornier, quien confiaba en que una vez realizado el pago dejar¨ªan a su hijo en libertad. Afortunadamente, el banco consigui¨® cancelar las transferencias y todo qued¨® en un susto.