Espa?a niega el asilo a una lesbiana perseguida en Camer¨²n

Christelle Nangnou lleva 23 d¨ªas retenida en la sala de inadmitidos del aeropuerto de Adolfo Su¨¢rez-Barajas en Madrid. Tiene 29 a?os y tuvo que huir de Camer¨²n porque su vida corr¨ªa peligro ?Su delito? Ser lesbiana. Nangnou viaj¨® a Espa?a buscando asilo, pero se top¨® con la negativa del Ministerio de Interior. Acudi¨® entonces al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que paraliz¨® su expulsi¨®n temporalmente. Espera ahora que Estrasburgo emita su resoluci¨®n definitiva, prevista para el pr¨®ximo viernes.

¡°No me siento nada bien. Estoy sola¡±, susurra al otro lado del tel¨¦fono la camerunesa. La homosexualidad est¨¢ castigada en Camer¨²n con penas de entre seis meses a cinco a?os de prisi¨®n, pero tambi¨¦n ha habido casos de intentos de linchamiento. Por eso Nangnou decidi¨® huir en cuanto supo que la polic¨ªa la persegu¨ªa por su condici¨®n sexual. Su foto sali¨® incluso en la prensa camerunesa bajo un titular en el que se le¨ªa: ¡°Se busca a la l¨ªder de un grupo de lesbianas¡±.

A Nangnou no le qued¨® m¨¢s opci¨®n que alojarse en casa de una amiga hasta que consigui¨® coger un avi¨®n y volar a Nigeria, donde permaneci¨® nueve d¨ªas escondida. De ah¨ª sali¨® para Madrid, seg¨²n relata. Pero la mujer ten¨ªa un documento de identidad falso. ¡°En el aeropuerto vieron que no era m¨ªo y por eso estoy aqu¨ª¡±, explica la camerunesa, que lleva casi un mes en la sala de inadmitidos de Barajas. ¡°Al llegar a Espa?a solicit¨® asilo pero el Ministerio de Interior deneg¨® su petici¨®n porque no se cre¨ªa su historia¡±, explica su abogado, Eduardo G¨®mez.

¡°En un primer momento ella no present¨® el recorte de prensa porque no lo ten¨ªa. Adem¨¢s, su historia no resulta cre¨ªble porque duda mucho, pero es normal. En Camer¨²n la homosexualidad se castiga con mucha dureza y no le resulta f¨¢cil hablar de su orientaci¨®n¡±, a?ade G¨®mez. Ante la primera negativa, Nangnou present¨® un recurso ante la Audiencia Nacional, relata su abogado, y pidi¨® como medida cautelar que no se la expulsara hasta que no se resolviera el recurso. Pero la Audiencia deneg¨® su petici¨®n. Finalmente, la defensa de Nangnou recurri¨® a Estrasburgo, que paraliz¨® temporalmente su expulsi¨®n.

¡°Si vuelvo ser¨¦ condenada porque en mi pa¨ªs no aceptan mi sexualidad¡±, explica la camerunesa, que narra c¨®mo en Barajas intentaron subirla a un avi¨®n rumbo a Camer¨²n en cuatro ocasiones. ¡°La ¨²ltima vez me ataron las manos y me tiraron contra el suelo, no pod¨ªa respirar¡±, asegura Nangnou, que, como resultado del forcejeo, tiene peque?as heridas en el rostro y en las manos.

La Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se ha volcado con la mujer y en poco m¨¢s de 24 horas el colectivo ha conseguido casi 50.000 firmas para impedir que vuelva a Camer¨²n. ¡°Nos parece tremendo. El riesgo que corre su vida es m¨¢s que evidente¡±, matiza Jes¨²s Generelo, presidente de la federaci¨®n.

Nangnou desde la peque?a sala del aeropuerto de Barajas donde se encuentra es consciente de este apoyo y de la repercusi¨®n que est¨¢ teniendo su caso. ¡°Me da esperanzas. Cada d¨ªa rezo porque acepten mi petici¨®n de asilo¡±, confiesa.

Estrasburgo ya paraliz¨® el pasado 30 de marzo la expulsi¨®n de otra camerunesa que hab¨ªa pedido asilo y que pas¨® 20 d¨ªas en Barajas. Se trata de una mujer de unos 30 a?os que huy¨® de Camer¨²n, v¨ªctima de un matrimonio forzado y de violencia de g¨¦nero. Espa?a deneg¨® su petici¨®n en un primer momento, pero gracias a la resoluci¨®n de Estrasburgo ahora tiene una autorizaci¨®n de permanencia, seg¨²n informa la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado.