M¨¢s de 200 personas han ofrecido dar un ri?¨®n a un desconocido en vida
Solo un 7% de los 'buenos samaritanos' logra pasar todos los controles para el trasplante Un tercio tiene contraindicaciones m¨¦dicas, entre ellas problemas psiqui¨¢tricos
Un sacerdote catal¨¢n fue en 2011 el primer buen samaritano del sistema nacional de trasplantes espa?ol. Don¨® de forma altruista un ri?¨®n y con ello permiti¨® iniciar la primera cadena de trasplantes, que implic¨® a seis personas, tres ¨®rganos y dos hospitales de Barcelona y Granada. En los ¨²ltimos cinco a?os, la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) ha recibido solicitudes de 231 candidatos a buen samaritano o donante altruista, una figura creada en 2010 con la que se intenta aliviar la lista de espera de enfermos renales.
Ha habido muchas personas dispuestas, pero pocas han pasado los estrictos controles de la ONT, que ha rechazado el 93% de las solicitudes. En estos cuatro a?os solo se han hecho siete trasplantes de donante vivo altruista. Hay otro pendiente de realizarse y siete candidatos m¨¢s que est¨¢n en estudio. Un tercio de los descartados lo son por contraindicaciones m¨¦dicas, entre las que figuran los problemas psiqui¨¢tricos. A cerca de la mitad la ONT los incluye en una categor¨ªa que llama "desinter¨¦s"; all¨ª est¨¢n tanto a los que ya no vuelven a localizar como a los que se echan atr¨¢s despu¨¦s de conocer toda la informaci¨®n sobre lo que implica donar un ri?¨®n.
"Hemos querido ser tremendamente conservadores, muy estrictos", se?ala Rafael Matesanz, director de la ONT. "Cuando hemos cre¨ªdo que pod¨ªa producirse cualquier da?o en el donante, tanto f¨ªsico como ps¨ªquico o moral, lo hemos rechazado. Muchos de esos candidatos podr¨ªan haber donando en cualquier otro pa¨ªs, pero no aqu¨ª", a?ade en conversaci¨®n con EL PA?S.
El riesgo psicosocial es otro de los motivos -dos de cada diez descartes- que llevan a rechazar a un donante altruista. "La situaci¨®n laboral precaria, por ejemplo, es uno de los inconvenientes. Que alguien puede perder su trabajo por este motivo", explica Matesanz. O la falta de apoyo familiar. Tambi¨¦n el hecho de estar institucionalizados, es decir, viviendo en una residencia o internados en una c¨¢rcel. "Hemos recibido solicitudes de presos, pero no podemos aceptarlas", a?ade.
Miriam Orme?o, soci¨®loga de la ONT, forma parte del equipo que atiende la primera llamada de un potencial donante altruista: "Son conversaciones muy largas, de un m¨ªnimo de 40 minutos y hasta de hora y media, en las que intentamos que se den cuenta de lo que implica la decisi¨®n que quieren tomar. El donante tiene que saber perfectamente a lo que se enfrenta. Entre otras cosas, que nunca va a conocer al receptor", explica. Sobre ese punto suele ser necesario insistir, porque muchas personas llaman con ideas equivocadas, pidiendo donar para un ni?o en concreto porque han visto una campa?a en las redes sociales o la televisi¨®n. "Les tenemos que explicar que no funciona as¨ª", a?ade.
El buen samaritano, que tiene que ser una persona muy sana y muy equilibrada, inicia lo que se conoce como cadena de trasplante cruzado: su ri?¨®n se le trasplanta a un receptor desconocido, un familiar (generalmente la pareja) de este receptor dona su ri?¨®n a otro enfermo, cuyo pariente hace lo mismo con otra persona con la que tiene compatibilidad, etc¨¦tera. La mayor cadena realizada hasta ahora en Espa?a permiti¨® trasplantar seis ri?ones en abril de 2014. El primero procedi¨® de un donante altruista. Cinco parejas de donante y receptor con ¨®rganos incompatibles entre ellos y un receptor en lista de espera de un ri?¨®n de cad¨¢ver completaron los eslabones. En Estados Unidos se han practicado cadenas de hasta 30 injertos.
Cadena de trasplantes de ri?¨®n
La ONT promueve desde hace a?os el trasplante renal de paciente vivo como forma de conseguir m¨¢s disponibilidad de ri?ones para pacientes con insuficiencia renal cr¨®nica. El n¨²mero de donantes fallecidos no satisface las necesidades de la lista de espera (la diferencia entre los que lo esperan y lo reciben es de cerca de 2.000 personas al a?o). El 15% del total ya se realiza as¨ª. La pareja, un hermano o la madre del enfermo son, por este orden, los principales donantes. Pero cerca de un 30% de personas que desear¨ªan donar a un familiar no pueden por un problema de incompatibilidad.
Ah¨ª surge la figura del buen samaritano. "Hasta principios de este siglo se consideraba que exist¨ªa riesgo en la donaci¨®n de vivo, pero diferentes estudios y muchos miles de pacientes despu¨¦s han mostrado que es seguro. Aunque el riesgo cero no existe en medicina, y sigue habiendo el riesgo quir¨²rgico de cualquier operaci¨®n, que es de 3 por 10.000", precisa Matesanz. Esa es otra de las informaciones que deben entender los donantes. Pueden pasar entre tres y cinco meses desde la primera llamada hasta la extracci¨®n del ri?¨®n, y por el camino, visitas con psic¨®logo, psiquiatra y varios especialistas que hacen un completo chequeo del estado de salud del samaritano.
Hay gente que busca reconocimiento social o reforzar su autoestima", dice una soci¨®loga de la ONT
Orme?o asegura que en el primer filtro se desestima al 67% de los candidatos. "Tenemos formaci¨®n espec¨ªfica y sabemos tirar del hilo si no vemos algo claro", explica. Por ejemplo, un problema psiqui¨¢trico o una depresi¨®n. "Hay gente que busca reconocimiento social o reforzar su autoestima. Que dicen 'Voy a ayudar a alguien y me voy a sentir mejor'. Alguno ha llegado a decirme que quer¨ªa donar los dos ri?ones", a?ade.
Los impedimentos f¨ªsicos se detectan con las pruebas. La hipertensi¨®n, la obesidad y la diabetes son factores de riesgo de insuficiencia renal, as¨ª que los candidatos que las padecen, o incluso que tienen antecedentes familiares, como en el caso de la diabetes, son rechazados. Muchas personas mayores han querido donar y no han podido. "Nos han llamado muchos m¨¦dicos jubilados", se?ala Orme?o.
Si hay algo en com¨²n en los perfiles de los buenos samaritanos es el esp¨ªritu solidario. "Son personas muy activas socialmente, que est¨¢n en ONG o en asociaciones de enfermos, o que han trabajado en hospitales y conocen la enfermedad" enumera Orme?o. "Es gente muy especial que quiere volcarse con los dem¨¢s y que tiene antecedentes de acciones solidarias", les define Matesanz.?
Eslabones de una cadena solidaria
El buen samaritano inicia lo que se conoce como cadena de trasplante cruzado: su ri?¨®n se le trasplanta a un receptor desconocido; un familiar (generalmente la pareja) de este receptor dona su ri?¨®n a otro enfermo, cuyo pariente hace lo mismo con otra persona con la que tiene compatibilidad, etc¨¦tera. La mayor cadena realizada hasta ahora en Espa?a permiti¨® trasplantar seis ri?ones en abril de 2014. El primero procedi¨® de un donante altruista. Cinco parejas de donante y receptor con ¨®rganos incompatibles entre ellos y un receptor en lista de espera de un ri?¨®n de cad¨¢ver completaron los eslabones. En Estados Unidos se han practicado cadenas de hasta 30 injertos. All¨ª, y en otros pa¨ªses, las cadenas de trasplante cruzado se realizan desde hace a?os, pero en Espa?a se trata de una pr¨¢ctica relativamente reciente. La primera la inici¨® un sacerdote catal¨¢n en 2011. "Dando, doy m¨¢s de lo que recibo", dijo el buen samaritano en una grabaci¨®n difundida por el Ministerio de Sanidad. "Ahora me siento m¨¢s ligero", a?adi¨®. Actualmente se encuentra en buen estado de salud, pero no quiere hablar con los medios de comunicaci¨®n. Su ri?¨®n fue para Josep Antoni S¨¢nchez, de 62 a?os, de Barcelona. "Para m¨ª ya forma parte de la familia, es mi hermano. Me ha devuelto la vida. Me gustar¨ªa conocerle, pero la ley no lo permite, ya me lo han dicho los m¨¦dicos", relat¨® a este diario.
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