Montoro y Adversarios
La corrupci¨®n donde empieza a atacar de verdad es en el tr¨¢fico
Crist¨®bal Montoro, con la montura de las gafas a juego con la corbata, como en los mi¨¦rcoles de Champions, y el gesto pac¨ªfico, en severo trance, se sent¨® este mi¨¦rcoles en su esca?o y empez¨® a pasear su mirada hastiada, una mirada de siglos (¡°he visto declaraciones que vosotros no creer¨ªais¡±) por las gradas de la oposici¨®n. No se vio violentado, pese a que llegaron a llamarle pufero por una deuda ya pagada con su comunidad de propietarios, cuando adem¨¢s si hay una lucha leg¨ªtima en Espa?a es la de defraudar a los vecinos, sobre todo personalmente. Tambi¨¦n le dijeron varias veces que se fuese, que no permaneciese en su puesto ¡°ni un minuto m¨¢s¡±, le nombr¨® el diputado Garz¨®n a Al¨ª Bab¨¢ y le echaron en cara su antigua firma, Montoro y asociados, de la que Montoro dijo que hab¨ªa ¡°contribuido a fundar¡±, como Carminha la de Novedades Carminha, que lleg¨® a bautizar un grupo estupendo (Montoro y Asociados tambi¨¦n ser¨ªa un buen nombre de garaje-punk). Por momentos los diputados de la oposici¨®n estiraban los brazos como queri¨¦ndole coger la nuca al ministro, que se zafaba en slow motion igual que Neo esquivaba las balas. Todo esto una semana despu¨¦s de que Hacienda liderase a caballo el registro y detenci¨®n de Rodrigo Rato, que por momentos, si uno se abstra¨ªa lo suficiente, en lugar de vicepresidente econ¨®mico del PP parec¨ªa haber dirigido la PAH.
Lo que se reclamaba en el Congreso eran nombres. El pueblo quiere saber qu¨¦ calles se van a cortar en el futuro para no verse metido en el atasco de Madrid. La corrupci¨®n donde empieza a atacar de verdad es en el tr¨¢fico, y no es raro encontrarse un tap¨®n en Vel¨¢zquez y en lugar de un accidente empezar a barruntar un blanqueo. A Montoro se le exige que saque la lista con los datos personales, incluidos los domicilios, para empezar a poner puntos negros en Google Maps y de paso pon¨¦rselos a ¨¦l. Montoro empieza a tener un destino fat¨ªdico similar al del Real Madrid: provoca tanta animadversi¨®n que los argumentos contra ¨¦l no var¨ªan haga una cosa o la contraria. Lo malo para la oposici¨®n es que Montoro, como el Madrid, empieza a encontrarse c¨®modo en esos escenarios. No contest¨® a nada de lo que se le pregunt¨®, se apuntal¨® las gafas con un dedo tieso como un palo y dijo que nadie estaba a salvo de Hacienda, ¡°ni yo mismo, por supuesto¡±, dijo ri¨¦ndose de la ocurrencia. ¡°Pero algunos antes, con tranquilidad¡±, matiz¨® de repente, mirando a todo el mundo con los dedos se?al¨¢ndose los ojos.
Tambi¨¦n estuvo Pedro S¨¢nchez en el Congreso, incluso en Madrid. Hab¨ªa un articulista en mi ciudad, que jurar¨ªa que era yo, que al d¨ªa siguiente de publicar un art¨ªculo enviaba otro para explicarlo. En la ¨²ltima semana Pedro S¨¢nchez ha pulsado un bot¨®n equivocado, ha mandado a Machado a nacer a Soria y ha dicho, en sede parlamentaria, ¡°miembras¡±. Por si esto fuera poco esc¨¢ndalo, luego ha explicado por qu¨¦ lo hac¨ªa. A su lado Hernando desenrollaba unas fotos: en una Rato era subido a un coche policial y en otra Rato era subido a Rajoy. La noticia no eran las fotos, sino el orden cronol¨®gico, que era el habitual: primero Rajoy y luego la polic¨ªa, as¨ª que el golpe de efecto se desactiv¨® solo. Hasta Soraya, aburrida, pronunci¨® por primera vez en toda la legislatura ¡°amnist¨ªa fiscal¡±. Acabar¨¢ reconociendo, de perdida al r¨ªo, que es del PP.
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