Ambages

Lo nunca visto. El presidente Rajoy comentarista de la EPA. Eso s¨ª, en plasma, como ya es marca de la casa. Pero no en el plasma usual sino en un videoblog distribuido por los social media. ?Qu¨¦ ha pasado? ?Le habr¨¢n aconsejado sus asesores que se haga el moderno? Es posible, pero de nuevo el intento se salda cayendo en el rid¨ªculo. Y no lo digo por sostener que ¡°las cifras son buenas¡± cuando se han perdido 114.000 empleos (un lapsus freudiano menor, comparado con el de Cospedal que confundi¨® sanear con ¡°saquear¡±) sino por haberlo afirmado ¡°sin ambages¡±. Y eso no suena nada moderno, pues recuerda al conceptismo culterano del barroco m¨¢s arcaico. ?Ambages! He tenido que mirar en el Moliner su significado y equivale a rodeos o circunloquios: eufemismos que se usan para oscurecer las cosas evitando nombrarlas abiertamente. O sea, plasma sem¨¢ntico.

El 'caso Rato' refuta las pretensiones de legitimidad para ejercer el poder que el PP recaba para s¨ª como partido de gobierno de la derecha

?Qu¨¦ le pasa al presidente Rajoy, que parece empe?ado en estropear cuanto toca como si fuera un gafe o un cenizo? Este mes de abril todo le ha salido mal en v¨ªsperas electorales. Primero se filtr¨® en un medio digital el rumor de que sustituir¨ªa a Cospedal por Arenas o Feij¨®o al frente del partido. Fue la supuesta conspiraci¨®n de Viernes Santo que Rajoy a duras penas logr¨® controlar, aplazando el contencioso hasta pasadas las municipales. Y despu¨¦s se produjo en otro digital la filtraci¨®n del caso Rato. Pero este nuevo artefacto ya no lo supo desactivar Rajoy. O lo que es peor, trat¨® de controlarlo a distancia rematadamente mal. Pues al intentarlo le estall¨® entre las manos la tragicomedia judicial de la detenci¨®n que nunca existi¨®, sin que hasta la fecha pueda saberse nada de lo que realmente ha pasado en este fenomenal embrollo jur¨ªdico. Como dir¨ªa Mariano: ?vaya l¨ªo!

Se habla de chapucer¨ªa, desbarajuste, astracanada y gatillazo, lo que desde luego resulta patente. Pero tambi¨¦n de conjura, navajeo y ajuste de cuentas, d¨¢ndose por supuesto que la c¨²pula del poder pepero est¨¢ fracturada en facciones irreconciliables entre s¨ª. De ah¨ª que se haya desatado una lucha abierta de todos contra todos, en un s¨¢lvese quien pueda que el presidente Rajoy, ¨¢rbitro ¨²ltimo de la situaci¨®n en teor¨ªa, parece ya incapaz de resolver en la pr¨¢ctica, sobrepasado como est¨¢ por los acontecimientos. Y no es para menos, pues el caso Rato desmiente y refuta las pretensiones de legitimidad para ejercer el poder que el PP recaba para s¨ª como partido de gobierno de la derecha espa?ola, en un estrecho paralelo con lo que el caso Pujol representa para CDC como partido de gobierno de la derecha en Catalu?a.

Se habla de chapucer¨ªa, desbarajuste, astracanada y gatillazo, lo que desde luego resulta patente

Es la hora de la verdad para Rajoy. Hasta ahora gobernaba exclusivamente con el poder duro que le proporcionaba su mayor¨ªa absoluta, no creyendo necesitar ese otro poder blando del que habla Joseph Nye (entendido como capacidad de atraer, convencer y motivar). Pues bien, en esta crisis su poder duro de poco le sirve, ya que estamos al final de la legislatura. Y por eso ahora intenta recurrir a un poder blando del que sin duda carece mediante paseos callejeros, reuniones con empresarios y videoblogs sin ambages. Pero es demasiado tarde, pues est¨¢ perdiendo el control tanto de los acontecimientos como de su propia gente, de camino hacia el estallido final.