Moren¨¦s visita en Somalia la ¡°misi¨®n m¨¢s exigente¡± del Ej¨¦rcito espa?ol
El ministro de Defensa, primera autoridad espa?ola que pisa Mogadiscio
Aterrizar en el aeropuerto de Mogadiscio es como subirse a una monta?a rusa. El avi¨®n cae en picado al mar y luego enfila rasante sobre las olas hacia la cabecera de la pista, para esquivar la amenaza de misiles antia¨¦reos port¨¢tiles. En agosto de 2011, el Gobierno Federal de Transici¨®n de Somalia, con la ayuda de la misi¨®n de la Uni¨®n Africana (Amisom), con m¨¢s de 16.000 efectivos, consigui¨® expulsar a la milicia yihadista Al Shabaab, aliada de Al Qaeda, de la capital somal¨ª y m¨¢s tarde de las principales ciudades del pa¨ªs. Pero Al Shabaab sigue presente, en forma de atentados, cada vez m¨¢s sangrientos: incluso en el aeropuerto y el contiguo campamento internacional, un complejo fortificado donde se atrincheran las organizaciones internacionales y embajadas como las de Suecia y Reino Unido, consigui¨® infiltrar las pasadas navidades un comando que atac¨® el cuartel general de Amison y dej¨® m¨¢s de una veintena de muertos.
El ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, ten¨ªa mucho inter¨¦s en visitar Mogadiscio (una ciudad cuyo nombre est¨¢ asociado a la m¨¢s calamitosa operaci¨®n militar del presidente Clinton) y ayer se convirti¨® en el primer miembro del Gobierno espa?ol (y uno de los primeros europeos) en pisarla. Fueron solo dos horas y no sali¨® del complejo aeroportuario, pero suficientes para agradecer su trabajo a los 15 militares espa?oles (13 en Mogadiscio y otros dos en Nairobi y Bruselas) que forman parte de la misi¨®n EUTM Somalia, la ¡°m¨¢s exigente¡± de cuantas realizan las Fuerzas Armadas espa?olas en el exterior, en palabras del ministro, y conocer de primera mano sus preocupaciones.
Un total de 160 militares de doce pa¨ªses (11 de la UE y Serbia) se dedican a intentar construir un Ej¨¦rcito que sirva de columna vertebral al Estado somal¨ª, desintegrado tras 24 a?os de lucha encarnizada entre clanes y se?ores de la guerra. A la dificultad de instruir a unos militares que carecen de los conceptos b¨¢sicos de la organizaci¨®n castrense se unen las dif¨ªciles condiciones de seguridad.
La misi¨®n se puso en marcha en 2010 en el campo de entrenamiento de Bihanga (Uganda), donde se formaron los primeros contingentes somal¨ªes, y en 2013 se decidi¨® su traslado a Mogadiscio, como una muestra de confianza, quiz¨¢ prematura, en la fortaleza del nuevo Gobierno Federal somal¨ª.
La capital es escenario de incidentes terroristas ¡°casi a diario¡±, seg¨²n reconoce el coronel espa?ol Eugenio Vera Bola?os, jefe del Estado Mayor de EUTM Somalia, y aunque los militares europeos restringen al m¨¢ximo sus salidas del complejo aeroportuario, deben hacerlo para acudir al campo de entrenamiento Jazeera, distante unos cuatro kil¨®metros, donde se adiestra a las tropas somal¨ªes; o a las sedes del Ministerio de Defensa y el Estado Mayor somal¨ª, ya en la ciudad. ¡°En esas ocasiones hay que tomar un plus de precauciones¡±, agrega.
De momento, los grupos yihadistas no han atacado directamente a la misi¨®n europea, pero el coronel Vera es consciente de que ¡°toda la comunidad internacional est¨¢ en su punto de mira¡±. Derrotada en el combate abierto, Al Shabbab ha optado por buscar objetivos vulnerables y llevar el terror m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Somalia, como en el ataque contra la universidad keniana de Garissa, el pasado 2 de abril, con 147 muertos.
Tras reunirse con el jefe de la misi¨®n europea, el general italiano Antonio Maggi, y con el viceministro somal¨ª de Defensa, Mohamed Al¨ª Haga, que acudi¨® al aeropuerto a recibirle, Moren¨¦s puso fin a su fugaz visita a la peligrosa Mogadiscio. A pie de pista, en torno al avi¨®n militar C-295 que trajo al ministro, tres mercenarios de agencias privadas de seguridad escrutaban a los pasajeros pendientes de cualquier movimiento sospechoso.
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