El PP se aferra a que mantiene la primera posici¨®n pese al castigo

¡°Mantener la primera posici¨®n en las actuales circunstancias es un ¨¦xito, incluso si se pierde Madrid y Valencia¡±. Fue la sentencia de Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y candidata en Castilla-La Mancha, en plena campa?a. Lo ve¨ªa venir. El PP se aferra a ese fr¨ªo dato de que sigue siendo el primer partido de Espa?a en n¨²mero global de votos (27%) y de concejales (22.700) para soslayar el duro castigo recibido: han ca¨ªdo casi dos millones y medio de papeletas en el camino. El ¡°bocado de Madrid¡±, con la posible p¨¦rdida de la capital, caus¨® conmoci¨®n interna y tendr¨¢ consecuencias inmediatas.

No es la primera vez que unas elecciones municipales marcan en Espa?a la se?al de un cambio pol¨ªtico m¨¢s trascendente. Pas¨® ya, en la historia reciente, en las municipales de 1995 y de 2011, pero en aquellas ocasiones tras Gobiernos socialistas en La Moncloa que hab¨ªan durado al menos dos mandatos. No es ese el caso ahora. Mariano Rajoy apenas lleva tres a?os en el poder, aunque han sido tres ejercicios m¨¢s que complicados, por la situaci¨®n econ¨®mica, los recortes y, sobre todo, la corrupci¨®n y el caso B¨¢rcenas, que ejemplifica a la perfecci¨®n su v¨ªa crucis y sus problemas de gesti¨®n y de comunicaci¨®n.

El Presidente del PP y del Gobierno ha convocado para esta tarde la Ejecutiva Nacional del partido, donde se har¨¢ un primer an¨¢lisis de la situaci¨®n. No se esperan grandes cambios ni novedades, por ahora.

El PP ascendi¨® hasta el 37,54% de los votos en las municipales de 2011 (8.474.031), diez puntos sobre el PSOE. Los portavoces del PP que comparecieron anoche en la sede central de G¨¦nova 13 (Pablo Casado y Carlos Floriano, el responsable de esta anodina campa?a) marcaron la l¨ªnea argumental a seguir: ¡°El PP se confirma como la fuerza mayoritaria en toda Espa?a¡±. Poco m¨¢s pudieron a?adir.

Pero el batacazo, al final, fue mucho m¨¢s relevante que las meras cifras totales. El PP seguir¨¢ siendo, efectivamente, el primer partido de Espa?a con el 27% de los votos (caen 10 puntos en cuatro a?os) pero apenas suma 6.014.428 papeletas, casi dos millones y medio menos que entonces. La distancia con respecto al gran rival socialista es ahora de poco m¨¢s de dos puntos.

El PP se deja en el camino una gran cuota de poder local y auton¨®mico. Al cierre de esta edici¨®n, y con el 98% escrutado, el PP apenas ten¨ªa asegurados repetir los Gobiernos de Castilla y Le¨®n, La Rioja y Murcia y adem¨¢s en minor¨ªa y tras futuribles pactos con Ciudadanos. En algunas de esas regiones, como por ejemplo en Murcia, los l¨ªderes locales hace tiempo que han lanzado sus anzuelos a sus hipot¨¦ticos socios.

Los populares dejar¨ªan de tener mayor¨ªas absolutas y probablemente gobiernos tambi¨¦n en Cantabria, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. En el ¨²ltimo caso los ciudadanos se cobrar¨ªan as¨ª con este castigo el precio del modelo de gobernar y los constantes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que han sufrido los gobiernos populares de Francisco Camps. En la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, la candidata de Rajoy y del PP, sumar¨ªa 48 actas y podr¨ªa gobernar con las 17 de Ciudadanos. La mayor¨ªa absoluta est¨¢ en el l¨ªmite de 65 esca?os. Cifuentes ya ha precisado que mantiene una excelente relaci¨®n con Albert Rivera, el l¨ªder de Ciudadanos, y espera que sea factible un acuerdo.

La previsible derrota de Cospedal en Castilla-La Mancha la dejar¨ªa de nuevo en una situaci¨®n delicada para aguantar su cargo como secretaria general y n¨²mero dos del PP hasta el pr¨®ximo congreso nacional, previsto para despu¨¦s de las elecciones generales de noviembre. Cospedal ya anticip¨® que si no gobernaba aguantar¨ªa un tiempo en su tierra para proceder a una sucesi¨®n ordenada. Tanto Cospedal como Rajoy entienden que no son ahora los tiempos para mudanzas internas en el PP, aunque muchos dirigentes territoriales siguen pensando que la estructura nacional no est¨¢ bien organizada ni engrasada y necesita recambios r¨¢pidamente.

Estos malos resultados para el PP tendr¨¢n ahora algunas repercusiones inmediatas. La primera, seguramente, en la organizaci¨®n en Madrid, que ha gobernado con mano de hierro desde 2004 la ahora cuestionada Esperanza Aguirre. Y otra posible consecuencia se podr¨ªa notar a corto plazo para la investidura de la socialista Susana D¨ªaz en Andaluc¨ªa.