Euskadi: elogio de la transversalidad
La que era la comunidad m¨¢s conflictiva de Espa?a se ha convertido en una balsa de aceite
La que hace a¨²n pocos a?os era la comunidad m¨¢s conflictiva de Espa?a se ha convertido en una balsa de aceite y la formaci¨®n de los Gobiernos municipales y forales no es una excepci¨®n. Dos semanas despu¨¦s del 24-M, PNV y PSE ya han fijado las bases para un pacto, que apunta que ser¨¢ de Gobiernos de coalici¨®n, en las Diputaciones forales y en los principales Ayuntamientos vascos.
El pacto es posible porque el PNV ha logrado un excelente resultado. Se ha consolidado como primera fuerza en Bizkaia; ha recuperado el primer puesto en Gipuzkoa y ?lava, desplazando a EH Bildu y al PP, respectivamente, y se ha impuesto en numerosos municipios, entre ellos, dos de las tres capitales: Bilbao y San Sebasti¨¢n. El PNV ha capitalizado la pol¨ªtica moderada, de alejamiento del soberanismo y de primac¨ªa de objetivos transversales ¡ªlucha contra el paro y consolidaci¨®n de la paz¡ª, del Gobierno de Urkullu, con el premio de recuperar la centralidad perdida en tiempos de Juan Jos¨¦ Ibarretxe.
Pero tambi¨¦n el pacto es posible porque el PSE, pese a la fuerte irrupci¨®n de Podemos, ha salvado los muebles con la recuperaci¨®n de Ayuntamientos emblem¨¢ticos en Gipuzkoa, como Lasarte y Pasaia, adem¨¢s de mantener Ir¨²n y Eibar. De modo que PNV y PSE suman mayor¨ªa suficiente en numerosos Ayuntamientos y las tres diputaciones. La excepci¨®n es Vitoria, donde se atrinchera un PP, hundido en Euskadi.
Adem¨¢s, al PNV le va bien el pacto con el PSE porque le aleja de su principal competidor, EH Bildu. Y al PSE, tambi¨¦n, porque le da visibilidad institucional frente a su propio rival, Podemos.
El pacto municipal y foral es un segundo moj¨®n, tras el acuerdo de lucha contra la recesi¨®n y la defensa del Estado de bienestar, de septiembre de 2013, con el que PNV y PSE recuper¨® su entendimiento, roto en 1998 con la irrupci¨®n del soberanismo de Ibarretxe.
Tras el fin de ETA prima la preocupaci¨®n por problemas de la recesi¨®n sobre la pulsi¨®n soberanista
Aquella deriva soberanista del PNV termin¨® con 11 a?os (1987-1998) muy fruct¨ªferos de colaboraci¨®n transversal entre PNV y PSE y con amplio apoyo social: renovaci¨®n tecnol¨®gica tras la crisis de los setenta y ochenta; desarrollo del autogobierno; Pacto de Ajuria Enea y unidad contra ETA.
Hoy, tras el final de ETA, dejada atr¨¢s la conflictividad pol¨ªtica entre los bloques nacionalista y no nacionalista, en el Pa¨ªs Vasco y, aunque queda pendiente una memoria justa sobre los a?os de plomo, prima la preocupaci¨®n por los problemas de la recesi¨®n sobre la pulsi¨®n soberanista. El PNV ha enterrado la tentaci¨®n de imponer el soberanismo y la situaci¨®n en Catalu?a, incluido el fracaso electoral de CiU en el 24-M, no hace sino ratificarle en su pol¨ªtica transversal, de pacto con los no nacionalistas. Euskadi avanza con convicci¨®n hacia la transversalidad.
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