?Qu¨¦ le ha pasado a Izquierda Unida?
La formaci¨®n que aspiraba a emerger tras el desplome del bipartidismo ve ahora en riesgo su futuro. Dirigentes y exdirigentes analizan las causas
Izquierda Unida est¨¢ viviendo hoy una pesadilla que el Partido Comunista de Espa?a (PCE) ya vivi¨® hace m¨¢s de tres d¨¦cadas. En las primeras elecciones democr¨¢ticas de 1977, tras casi 40 a?os de lucha en la clandestinidad contra el franquismo y cuando parec¨ªa que por fin iba a recoger el fruto en las urnas, el PCE tuvo que ver c¨®mo un renovado PSOE, con su c¨²pula reci¨¦n desembarcada del exilio, le arrebataba por sorpresa el espacio electoral de izquierdas. Ese golpe se confirm¨® brutalmente en 1982: el PCE, a¨²n noqueado, se desplom¨® al 4% de los votos; el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez se instal¨® en la mayor¨ªa absoluta. La relaci¨®n de fuerzas nunca volver¨ªa a revertirse.
Algo muy similar ¡ªaunque en contextos totalmente distintos¡ª le ha ocurrido aparentemente ahora a IU, heredera de aquel PCE desde 1986. Tras siete a?os de crisis, recortes y precarizaci¨®n ¡ªy con la esperanza que le hab¨ªan insuflado las elecciones generales de 2011, cuando pas¨® de dos a 11 esca?os¡ª, IU aspiraba a convertirse en una alternativa fuerte al bipartidismo herido. No sucedi¨®: un partido creado ex novo, Podemos, aglutin¨® en 2014 (europeas) y 2015 (municipales y auton¨®micas) el voto indignado, acapar¨® todos los focos y volvi¨® a empujar a un lado a IU cuando ya cre¨ªa tocar con los dedos su objetivo.
?Qu¨¦ ha pasado?
EL PA?S ha trasladado esta pregunta a una decena de dirigentes o exdirigentes de IU en un momento de cambio pol¨ªtico in¨¦dito en Espa?a. El coordinador general durante 11 a?os, Julio Anguita, no ha querido participar en este reportaje; tampoco el actual, Cayo Lara. Lo que sigue es un an¨¢lisis ¡ªmezcla de autocr¨ªtica y reivindicaci¨®n¡ª de la situaci¨®n en la que est¨¢ IU, en boca de algunos de los que han hecho IU.
Antes del 15-M. El punto de inflexi¨®n es para muchos la movilizaci¨®n ciudadana del 15 de mayo de 2011. Pero antes de eso pasaron muchas cosas. ¡°IU hab¨ªa nacido como un ¡®movimiento pol¨ªtico y social¡¯, una agrupaci¨®n de fuerzas de izquierda; algo muy parecido a lo que busca ahora la nueva pol¨ªtica. Pero acab¨® siendo un partido al uso¡±, opina Ram¨®n Luque, secretario de Pol¨ªtica Electoral y miembro del Consejo Pol¨ªtico desde hace 20 a?os. ¡°Como partido, claro, ha tenido mejores y peores momentos. Sobrevivi¨®, ha sobrevivido siempre a pesar de todas las veces que se le ha dado por muerta... Pero lo mejor que ten¨ªa, el constituirse como movimiento social, qued¨® atr¨¢s¡±, dice.
IU naci¨® como un movimiento pol¨ªtico y social. Acab¨® siendo un partido al uso (Ram¨®n Luque)
Gaspar Llamazares, coordinador general entre 2000 y 2008 ¡ªlos a?os de las guerras intestinas sin cuartel y la traves¨ªa del desierto electoral, cuando IU lleg¨® a tener solo dos diputados¡ª, cree que ¡°el proyecto se agarrot¨®¡±: ¡°Se convirti¨® en un proyecto neur¨®tico. Las expectativas nunca se cumpl¨ªan y la frustraci¨®n nos hac¨ªa volcarnos en nosotros mismos. Viv¨ªamos en el empate interno infinito¡±. Hab¨ªa tambi¨¦n limitaciones objetivas. La fundamental, una ley electoral que ha perjudicado dram¨¢ticamente a IU a lo largo de toda la democracia; y algo de lo que se quejan todos los consultados: la pr¨¢ctica ¡°invisibilidad¡± en los medios de comunicaci¨®n.
Hay quien ve un problema en la ¡°excesiva ideologizaci¨®n¡± del proyecto. ¡°Seguimos proponiendo la idealidad para dentro de 100 a?os¡±, dice ?ngel P¨¦rez, hombre fuerte de IU-Madrid (hoy a punto de ser expulsada por la direcci¨®n federal) y en cargos institucionales desde hace 20 a?os. ¡°Cuando pega el sol en el banco en el que se sienta el vecino, lo que hay que hacer es cambiar el banco de sitio, no prometer que no va a salir el sol¡±, ejemplifica.
Otros, al contrario, han percibido una deriva hacia la pol¨ªtica de despachos. ¡°Esa es la clave: IU prioriz¨® la acci¨®n en las instituciones¡±, lamenta Alberto Garz¨®n, candidato a las generales de fin de a?o. Pone este ejemplo: ¡°Durante el franquismo, cualquier movilizaci¨®n social era organizada por el PCE. Sin embargo, hace cinco a?os, al empezar la fase m¨¢s dura de la crisis, ninguna movilizaci¨®n la organizaba IU. Las montaban la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), las mareas... IU estaba all¨ª, sus militantes estaban all¨ª, pero ya no era la referencia. IU ten¨ªa el mejor programa electoral en materia de vivienda, pero fue la Plataforma por la Vivienda Digna quien organiz¨® la respuesta en la calle¡±.
El principal error fue priorizar la pol¨ªtica institucional (Alberto Garz¨®n)
2011. La ruptura social. Hay una gran paradoja: Izquierda Unida, ya con Cayo Lara al frente, fue la primera fuerza que en plena crisis teoriz¨® la necesidad de la confluencia, la apertura, la creaci¨®n de candidaturas que superaran a los partidos cl¨¢sicos. Lo hizo en 2009, cuando se dio oficialmente 18 meses para su ¡°refundaci¨®n¡± y se mostr¨® t¨ªmidamente dispuesta incluso a renunciar a sus siglas en pos de la unidad popular. Nada de eso se llev¨® finalmente a la pr¨¢ctica. El proceso de refundaci¨®n qued¨® hibernando. Dos a?os despu¨¦s estallar¨ªa en el 15-M, los c¨ªrculos y el fen¨®meno social que dio lugar a Podemos. Pero ya no lo lider¨® IU.
¡°El 15-M dio la puntilla a IU. No vimos venir esa explosi¨®n¡±, dice Luque, que a?ade: ¡°Ni nosotros ni el Ministerio del Interior, que se encontr¨® de pronto la Puerta del Sol llena de gente, ni los polit¨®logos... ni los periodistas¡±. ¡°IU no hizo una lectura correcta del 15-M ni del post 15-M¡±, coincide In¨¦s Saban¨¦s, que dej¨® IU aquel a?o, se pas¨® a Equo y hoy es concejal de Ahora Madrid. ¡°IU crey¨® que aquello era un fen¨®meno temporal, una movilizaci¨®n tipo. Pero todas aquellas organizaciones que iban surgiendo y se pon¨ªan a la cabeza de las protestas, Juventud sin Futuro, la PAH, las mareas... Hab¨ªa indicadores claros de que eso desbordaba las movilizaciones tipo. Se iba a otra forma de pol¨ªtica, de m¨¢s intervenci¨®n ciudadana, no a trav¨¦s de los partidos. Ni IU ni ning¨²n partido supo leer ese cambio¡±. Saban¨¦s afirma que de las inercias de IU durante a?os son responsables ¡°todos¡± los que estaban all¨ª ¡ª¡°tambi¨¦n yo¡±¡ª, y a?ade: ¡°A IU no se le puede reprochar no haber estado en la calle, con la gente. Pero no vimos el fin de ciclo, no vimos que los actores pol¨ªticos se multiplicaban¡±.
IU fue en 2009 la primera fuerza en proponer la unidad popular, pero dej¨® dormir el proyecto
El fiasco de las europeas. Y llegaron las europeas de 2014, en las que IU renunci¨® a experimentar con una candidatura distinta a la de a?os anteriores ¡ªalgunos ven ah¨ª un error definitivo¡ª. Y apareci¨® Podemos, un partido que en realidad, aseguran desde IU, es ¡°bastante m¨¢s cl¨¢sico y vertical que IU¡±. Un partido que se llev¨® las mieles del cambio. IU triplic¨® sus resultados, pero la sensaci¨®n fue la irrupci¨®n fulgurante de Podemos, que no parar¨ªa de crecer en los meses siguientes. ¡°La gente lo estaba pasando muy mal y quer¨ªa ver un milagro¡±, interpreta Francisco Frutos, secretario general del PCE entre 1998 y 2009. ¡°Eso, en parte, explica el apoyo a Podemos. Pero no es solo eso¡±, dice, sugiriendo un apoyo medi¨¢tico y de los ¡°grandes poderes¡± al proyecto de Pablo Iglesias en sus inicios, supuestamente con el objetivo de frenar a IU cuando las encuestas auguraban su crecimiento.
¡°El concepto de partido cl¨¢sico no representa hoy la forma principal de participaci¨®n de la ciudadan¨ªa¡±, admite Jos¨¦ Luis Centella, actual secretario general del que durante el franquismo fue ¡°el partido¡± de la izquierda por antonomasia: el PCE. Centella cree que ¡°los partidos tienen que existir¡±, pero asumiendo que ¡°la forma de participaci¨®n ha cambiado¡±. Y sobre IU apunta: ¡°Hacer un an¨¢lisis solo de los errores de IU es hacer trampa. Esta organizaci¨®n ha estado en todas las luchas, en todas las mareas; ha contribuido a que en este pa¨ªs haya hoy una gran corriente de transformaci¨®n social. Hicimos bien el trabajo antes del 15-M. Nuestro diagn¨®stico era fant¨¢stico, pero es verdad que tenemos que mejorar la relaci¨®n entre lo que decimos y lo que hacemos¡±.
Claro que es injusto. Pero en pol¨ªtica las cosas que pasan, pasan (Francisco Frutos)
?Es injusto lo que le ha sucedido en los ¨²ltimos tiempos a IU? Frutos resume un sentimiento contradictorio que, con matices, comparten otros: ¡°S¨ª, es injusto. Pero ha ocurrido. Yo a la gente, a los votantes, no les paso la mano por el lomo si creo que se equivocan. IU ha hecho mucho por la izquierda y debe seguir haci¨¦ndolo. Pero en pol¨ªtica las cosas que pasan, pasan. Y hay que afrontar lo que pasa, no lo que podr¨ªa haber sido¡±.
Aguantar o desistir
El complicad¨ªsimo momento que vive IU, impelida a tomar decisiones sobre su futuro, se ve as¨ª: dos de los dirigentes con m¨¢s peso durante a?os, el excoordinador Julio Anguita y el exsecretario general del PCE Francisco Frutos, est¨¢n ahora mismo en posiciones casi opuestas. Anguita cre¨® el Frente C¨ªvico en 2012 y aboga abiertamente por una confluencia con Podemos y otras fuerzas. Frutos desconf¨ªa: ¡°IU lo que tiene que hacer es aguantar el golpe¡±, dice. ¡°Hemos vivido otras dificultades y las hemos superado. Convergencia, siempre. Y si dentro de un tiempo hay que buscar otra referencia, se busca. Pero a m¨ª IU me importa¡±.
El candidato a las generales, Alberto Garz¨®n, propone una confluencia electoral con Podemos en la que IU podr¨ªa perder las siglas, pero no asumir las de otros: ¡°La marca IU est¨¢ agotada desde 2009. Ha sobrevivido y lo seguir¨¢ haciendo, pero a partir de noviembre se tiene que reformular. Si no, no tendr¨¢ sentido¡±.
El excoordinador Gaspar Llamazares cree que los resultados de las municipales -que IU ve halag¨¹e?os porque particip¨® en varias de las plataformas ciudadanas triunfantes- prueban que ¡°IU tiene suelo¡±. Y que "hay que ir a un proceso de suma, pero no de cualquier forma". Y el madrile?o ?ngel P¨¦rez a?ade: ¡°El proyecto que representa IU no es el de Podemos. Nosotros exist¨ªamos antes de la crisis y existiremos despu¨¦s de la crisis, nos llamemos como nos llamemos¡±.
Ram¨®n Luque, secretario de Acci¨®n Electoral, sostiene, por el contrario: ¡°IU ha cerrado el ciclo pol¨ªtico que le dio origen. Despu¨¦s de noviembre se va a la fundaci¨®n de una nueva fuerza pol¨ªtica¡±. Con ¨¦l coincide Manuel Monereo, miembro de la direcci¨®n en los tiempos de Anguita; en su opini¨®n, ¡°IU, en este formato actual, no tiene futuro, est¨¢ agotada¡±. ¡°Hay que construir algo nuevo. Podemos e IU deben fusionarse en una tercera cosa¡±, afirma. Y propone: ¡°Nosotros tenemos todo lo que ellos no, y viceversa. Ellos tienen audacia, caras nuevas. Nosotros somos viejos pero tenemos organizaci¨®n, miles de cuadros, presencia en todo el pa¨ªs. Y somos especialistas en traves¨ªas del desierto¡±.
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