Londres detiene a un militar ruand¨¦s reclamado en Espa?a por genocidio
El general Karake Karenzi aprob¨® la matanza de tres cooperantes espa?oles en 1994 El caso ha sobrevivido a la reforma de la justicia universal aprobada por el Gobierno El detenido ocupa actualmente la direcci¨®n de los servicios secretos de ese pa¨ªs
Cuando el caso estaba a punto de cerrarse debido a la reforma de la justicia universal aprobada por el Gobierno, un hecho inesperado ha resucitado la investigaci¨®n del juez Fernando Andreu sobre el genocidio de los tutsis sobre los hutus en Ruanda. Las autoridades brit¨¢nicas han comunicado al tribunal espa?ol que han detenido en Londres al exgeneral Emmanuel Karake Karenzi -actual jefe de los servicios secretos ruandeses- procesado en la Audiencia Nacional por genocidio, cr¨ªmenes de guerra, cr¨ªmenes contra la humanidad, integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista y varios atentados terroristas. Como responsable de la inteligencia militar del Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s, del que era principal responsable el presidente Paul Kagame, Karenzi "conoci¨® y aprob¨®" supuestamente el asesinato de los cooperantes espa?oles Flors Sirera, Manuel Madrazo y Luis Valtue?a en enero de 1997.
Los tres cooperantes espa?oles fallecieron en en enero de 1997 en Ruhengeri (norte de Ruanda). Sirera, Madrazo y Valtue?a prestaron auxilio a los supervivientes de una matanza de unos 50 hutus a manos del Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s (liderado por Kagame) y un campesino les mostr¨® las fosas comunes con cuerpos de otras masacres de los guerrilleros en los d¨ªas anteriores. Dos d¨ªas despu¨¦s de ser testigos de ese horror, cuatro soldados tutsis entraron en su residencia en aparente actitud amistosa para, minutos despu¨¦s, matarlos a tiros. Ese ataque fue planificado en una reuni¨®n a la que asisti¨® un miembro del equipo de inteligencia que dirig¨ªa Karenzi y que declar¨® como testigo ante Andreu. El exesp¨ªa relat¨® al juez que el m¨¢ximo jefe militar en ese encuentro orden¨® el asesinato porque "los blancos dispon¨ªan de informaci¨®n sensible de las masacres que acababa de realizar el FPR".
El auto por el que en 2008 el juez Andreu proces¨® a Karenzi junto a otros 39 cargos del Frente Patr¨®tico Ruand¨¦s (FPR) -la organizaci¨®n militar que se hizo con el poder en Ruanda en 1994 tras el genocidio de los hutus sobre los tutsis- relata c¨®mo Karenzi, mientras fue director del servicio de inteligencia militar, organiz¨® varios asesinatos pol¨ªticos en Kigali, la capital ruandesa.? El juez tambi¨¦n lo considera el m¨¢ximo responsable de varias masacres cuyo objetivo era la eliminaci¨®n de la poblaci¨®n hutu en Nyakinama y Mukingo, dos poblaciones del norte de Ruanda. Tambi¨¦n orden¨® operaciones con armamento pesado contra ese mismo grupo ¨¦tnico, a muchos de cuyos miembros persigui¨® incluso cuando abandonaron el pa¨ªs huyendo del terror.
Una vez conocida la detenci¨®n de Karenzi -que, seg¨²n la BBC se produjo el s¨¢bado en el aeropuerto de Heathrow- el siguente paso a dar por la Audiencia Nacional es enviar una orden europea de detenci¨®n a Reino Unido para que el exmilitar ruand¨¦s sea trasladado a Espa?a y declare ante el juez Andreu. Pero la limitaci¨®n de la justicia universal aprobada por el Gobierno siembra dudas sobre en qu¨¦ condiciones podr¨ªa hacerlo. La Sala de lo Penal, aplicando esa reforma legal, rechaz¨® que pudiera juzgarse a los procesados por genocidio, cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad y redujo los delitos que se les podr¨ªan achacar a los de terrorismo -delitos que Karenzi, supuestamente, habr¨ªa cometido- al no encontrarse los acusados en Espa?a. Sin embargo, esa situaci¨®n podr¨ªa cambiar en caso de que el exmilitar ruand¨¦s sea entregado. Si eso ocurre, Karenzi se encontrar¨ªa f¨ªsicamente en Espa?a, con lo que, en principio, tendr¨ªa que responder tambi¨¦n por genocidio y cr¨ªmenes de guerra.
Tras el conflicto ruand¨¦s, Karake Karenzi se convirti¨® en uno de los principales responsables militares del r¨¦gimen de Paul Kagame. En 2007 lleg¨® a convertirse en comandante adjunto de la Operaci¨®n H¨ªbrida de la Uni¨®n Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID). En octubre de 2008, siete meses despu¨¦s de que se conociera su procesamiento y los graves delitos que se le imputaban en Espa?a, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, renov¨® su contrato en ese puesto durante seis meses m¨¢s, aunque solicit¨® al gobierno ruand¨¦s que lo reemplazara al terminarse ese plazo.
Sin embargo, en abril de 2010, el general cay¨® en desgracia. El presidente Kagame, su antiguo aliado, lo expuls¨® del Ej¨¦rcito y orden¨® su arresto por "conducta inmoral" por haber mantenido supuestos contactos con opositores al r¨¦gimen. A?os despu¨¦s, Kagame lo rescat¨® para convertirlo en el jefe de los servicios secretos ruandeses, cargo que ocupa en la actualidad.
La Audiencia Nacional ha advertido a Interpol en varias ocasiones de su paso por Londres, Bruselas o Washington y ha reiterado que la orden internacional de arresto espa?ola estaba vigente, pero la detenci¨®n no se produjo hasta el pasado s¨¢bado.
En el caso del genocidio ruand¨¦s que se sigue en la Audiencia fueron procesados 40 militares de ese pa¨ªs a los que Fernando Andreu imput¨® un exterminio sistem¨¢tico de la etnia hutu, mayoritaria en Ruanda, entre 1994 y 2000. La finalidad de esas matanzas, torturas y cr¨ªmenes sobre la poblaci¨®n civil era hacerse con el poder.
Aparte de los tres cooperantes de M¨¦dicos del Mundo, otros seis espa?oles perdieron la vida en esa espiral de violencia. El padre Joaqu¨ªn Valmaj¨®, que hab¨ªa denunciado los cr¨ªmenes de los tutsis, fue secuestrado y desaparecido. Igual que Servando Garc¨ªa, tambi¨¦n sacerdote. Se encontraba con tres compa?eros maristas (Julio Rodr¨ªguez Jorge, Miguel ?ngel Isla Lucio y Fernando de la Fuente)?junto a 30.000 refugiados ruandeses acogidos en un campo de ACNUR en Congo. Cuando se les suspendi¨® la ayuda alimenticia para obligarlos a regresar a Ruanda, los religiosos permanecieron con los refugiados.? Los miembros del FPR los torturaron, les propinaron machetazos, les dispararon y tiraron sus cuerpos a un pozo.Otro religioso espa?ol m¨¢s, el guipuzcoano Isidro Uzcudun, tambi¨¦n fue asesinado.
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