M¨¢s palabras y menos im¨¢genes
Varios expertos consideran que el PSOE necesita verbalizar su patriotismo integrador
La figura del l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, recortada en una bandera nacional de grandes dimensiones ha espoleado el debate pol¨ªtico en Espa?a. S¨¢nchez, que recurri¨® a una inusual coreograf¨ªa para su presentaci¨®n de candidato a la presidencia del Gobierno el pasado domingo, ha roto una tradici¨®n en un partido sentimentalmente republicano, para el que la bandera roja y gualda, viciada por el abuso que de ella hizo el franquismo, no resulta c¨®moda.
L¨®pez Garrido: "La imagen es que tenemos un proyecto para todos los espa?oles"
A Diego L¨®pez Garrido, diputado socialista y experto en Derecho Constitucional, le sorprende que sorprenda la presencia de la bandera espa?ola en el acto de presentaci¨®n de Pedro S¨¢nchez como candidato a la Moncloa, el pasado domingo en Madrid. "Forma parte de los s¨ªmbolos constitucionales. Es una forma muy expl¨ªcita de decir que nosotros no tenemos ning¨²n problema con el r¨¦gimen constitucional, otros puede que lo tengan", alega.
A nadie llama la atenci¨®n que los candidatos a presidir Catalu?a, Madrid o Extremadura comparezcan con sus respectivas banderas auton¨®micas, pero s¨ª que lo haga un aspirante a jefe del Gobierno de Espa?a, especialmente si es de izquierdas. Y no solo por el tama?o de la tela.
Hace ya 38 a?os que, en abril de 1977, el entonces secretario general del PCE, Santiago Carrillo, se present¨® p¨²blicamente con una rojigualda. La aceptaci¨®n de la Monarqu¨ªa, y la consiguiente renuncia a la tricolor republicana, fue una de las concesiones que hicieron los comunistas a cambio de su legalizaci¨®n.
La izquierda espa?ola siempre ha tenido una relaci¨®n bipolar con la ense?a nacional. Formalmente la acepta, pero entre el p¨²blico asistente a sus actos proliferan banderas de todos los colores -rojas de los comunistas, violetas de las feministas, con el arco¨ªris de los homosexuales y, por supuesto, republicanas-salvo la constitucional. Por motivos distintos, tambi¨¦n los nacionalistas (vascos, catalanes o gallegos) la rechazan o, como m¨ªnimo, la ningunean.
La raz¨®n, para L¨®pez Garrido, est¨¢ en la historia. "El franquismo utiliz¨® la rojigualda como s¨ªmbolo de media Espa?a contra la otra media, pero no podemos dejar que la derecha y la ultraderecha se la apropien ahora".
En todo caso, la presencia de la bandera espa?ola en la proclamaci¨®n de Pedro S¨¢nchez no era un gesto rutinario, sino que encerraba un mensaje: "La imagen que queremos dar es que tenemos un proyecto para todos los espa?oles", reconoce L¨®pez Garrido. Lo mismo significaba la llamada de apoyo que el secretario general del PSOE hizo al Rey tras el pitido que sufri¨® en la final de la Copa en el Camp Nou durante la interpretaci¨®n del himno nacional. Otro de los s¨ªmbolos del r¨¦gimen del 78 que el PSOE quiere reformar, pero no liquidar.
Antonio Rovira:? "El PSOE tendr¨ªa que buscar palabras y no banderas"
Como m¨ªnimo, lo que hizo S¨¢nchez el domingo "no es normal", apunta Antonio Rovira, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Lo atribuye a que el PSOE buscaba un efecto, como cuando los partidos acuden a los mercados, "y ha conseguido su finalidad". De lo contrario, considera que "hiperdimensionar la bandera como s¨ªmbolo de algo ser¨ªa preocupante". Rovira considera que se trata de una contestaci¨®n a los que dudaban del patriotismo del partido y conf¨ªa en que "las dimensiones de la bandera no sean dimensiones ideol¨®gicas del partido".
Con todo, sostiene que lo que al PSOE le convendr¨ªa m¨¢s "encontrar una palabra que explique su posici¨®n al respecto que una bandera". "Buscar palabras y no banderas", porque "en un partido con tanta tradici¨®n" un gesto como ese "es innecesario".
Jordi Palafox. "A una parte importante de Espa?a no le sirve la exhibici¨®n de la bandera"
A Jordi Palafox, catedr¨¢tico de Historia e Instituciones Econ¨®micas de la Universitat de Val¨¨ncia, le sorprendi¨® la coreograf¨ªa que emple¨® S¨¢nchez en el acto del teatro Price de Madrid. Le record¨® a las campa?as norteamericanas, en las que Palafox se especializ¨®. "Espa?a no es Estados Unidos, sus historias y sus s¨ªmbolos son diferentes", subraya. ?l se define "muy poco de banderas -ni de la republicana ni de esta-", pero considera que la exhibici¨®n de la bandera constitucional que hizo el PSOE "a una parte importante de Espa?a no le sirve".
Juli¨¢n Casanova: "El PSOE ha optado por una normalizaci¨®n de la campa?a"
Sin embargo, el historiador Juli¨¢n Casanova Ruiz, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Zaragoza, interpreta que con esta puesta en escena "el PSOE ha optado por una normalizaci¨®n de la campa?a". "A las bases socialistas, teniendo sentimientos republicanos, no les puede molestar ese gesto porque el PSOE tiene que contar con mucha gente si quiere gobernar. Si S¨¢nchez hubiese hecho lo mismo con la bandera republicana, hubiese sido su muerte", compara.
Para Casanova Ruiz, el gesto de S¨¢nchez fue "bastante normal dentro del contexto europeo": "Un partido que ha gobernado y aspira a gobernar usa la bandera nacional como signo de identidad". Pero en el ¨¢mbito espa?ol "llama la atenci¨®n" porque "esa bandera ha estado identificada con la dictadura y la derecha".
Sostiene que lo que no tiene sentido es que la derecha se queje de que el PSOE haya recurrido a la bandera nacional. "No lo entiendo. O lo entiendo solo desde la perspectiva de que el pa¨ªs est¨¢ encabronado", incide. Seg¨²n el historiador, cuando la derecha se queja del uso pol¨ªtico del s¨ªmbolo por parte de la izquierda, est¨¢ dici¨¦ndole desde una posici¨®n patrimonialista: "T¨² no perteneces a esta historia".
Jos¨¦ Juan Toharia: "S¨¢nchez ha movido el agua, es un gui?o de modernidad"
El soci¨®logo y presidente de Metroscopia, Jos¨¦ Juan Toharia, descarta impactos internos en el PSOE por el uso de la bandera constitucional. Lo fundamenta en un reciente sondeo de Metroscopia publicado por EL PA?S, en el que "los votantes del PSOE son de los m¨¢s entusiastas con la Monarqu¨ªa". "Otra cosa", puntualiza, "son los cuadros del partido". Adem¨¢s, afirma que los j¨®venes ven en esta acci¨®n un intento de "acabar con el secuestro de la bandera por parte de la extrema derecha".
Toharia considera que lo que ha hecho S¨¢nchez "es un acierto escenogr¨¢fico". "Ha movido el agua, es un gui?o de normalidad", define el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid. El candidato socialista recurri¨® a una coreograf¨ªa "muy de Obama, el l¨ªder m¨¢s valorado en Espa?a despu¨¦s del Rey y el Papa", en la que "demuestra que no le da verg¨¹enza envolverse en la bandera", "contesta a las cr¨ªticas del PP", que lo acusa de ser un l¨ªder radical, y, de cara a Podemos, "deja claro que est¨¢ con la Constituci¨®n y por el r¨¦gimen del 78 reformado".
Fernando Vallesp¨ªn: "El PSOE se anticipa a que el PP monopolice el discurso espa?olista¡±
Fernando Vallesp¨ªn, catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, estima que el PSOE trata de dar "la impresi¨®n de que es un partido de orden implantado en gran parte del Estado ante las acusaciones del PP". Y tambi¨¦n intenta "anticiparse a la posibilidad de que el PP monopolice el discurso espa?olista¡± en unas elecciones en las que resuenan los ecos del debate soberanista catal¨¢n.
Pero Vallesp¨ªn considera que el PSOE ¡°mata dos p¨¢jaros de un tiro¡±, porque se ubica frente a los pr¨®ximos enfrentamientos que van a tener la patria por denominador com¨²n planteando una ¡°resignificaci¨®n del patriotismo¡±. Frente al ¡°patriotismo rancio¡± del PP, el ¡°patriotismo localista¡± de partidos emergentes perif¨¦ricos como Comprom¨ªs, y el conflicto que surja con Podemos a prop¨®sito de la patria.
Con todo, Vallesp¨ªn recela sobre la coherencia que pueda tener la posici¨®n del PSOE en Catalu?a o el Pa¨ªs Vasco. El desaf¨ªo de S¨¢nchez es ¡°dar contenido de la idea de Espa?a m¨¢s all¨¢ de las im¨¢genes con un patriotismo integrador¡±.
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