El misterio de los narcovuelos

El comandante Sokol Feka fue piloto de helic¨®ptero de las fuerzas armadas albanesas durante 15 a?os. En el momento del accidente ten¨ªa 40 a?os y era instructor en la base a¨¦rea de Farka, en Albania. Todo un experto en vuelos de este tipo. Pero su pericia no le sirvi¨® para esquivar la torre de alta tensi¨®n de la sierra malague?a contra la que ¨¦l y su copiloto gaditano, de 32 a?os, se estamparon en plena noche abordo del BO-105 en el que volaban. Sus cuerpos y los 900 kilos de hach¨ªs que transportaban para una organizaci¨®n de narcos espa?oles quedaron esparcidos por la monta?a. Sokol Feka quiso sacarse un sobresueldo durante sus vacaciones en Espa?a, pero ese ¨²ltimo vuelo le cost¨® la vida. El suceso, ocurrido el pasado 28 de enero, sirvi¨® a la Guardia Civil para detener luego a 19 miembros de una organizaci¨®n de narcotraficantes que estaba a punto de de comprar dos helic¨®pteros m¨¢s para continuar con el lucrativo negocio del tr¨¢fico de hach¨ªs por aire procedente de Marruecos.

El cielo est¨¢ de moda entre los traficantes de esta sustancia. Los vuelos son r¨¢pidos y efectivos. Pero los accidentes son frecuentes. Cada cierto tiempo, cuatro o cinco meses como mucho, aparece en un lugar de Andaluc¨ªa un misterioso helic¨®ptero abandonado. Suele estar volcado en alguna ladera, con las aspas rotas o sin alg¨²n pedazo del fuselaje. Carece de plan de vuelo y no queda ni rastro de la tripulaci¨®n. Y lo m¨¢s extra?o, como sucedi¨® en N¨ªjar (en el Cabo de Gata, Almer¨ªa) el pasado abril con un enorme aparato amarillo, es que nunca nadie reclama el artefacto, aunque pueda llegar a costar 500.000 euros. Aquel caso, que llam¨® enormemente la atenci¨®n de los medios, sigue bajo secreto de sumario, pero fuentes de la Guardia Civil, que ya tiene pr¨¢cticamente cerrada la investigaci¨®n, no dejan lugar a otra posibilidad que otro narcovuelo fallido.

La Guardia Civil est¨¢ a punto de cerrar la investigaci¨®n del helic¨®ptero amarillo de N¨ªjar: no hay duda de que se trataba de un 'narcovuelo'

Volar es m¨¢s costoso y requiere de pilotos m¨¢s experimentados que los que se buscan para las lanchas semirr¨ªgidas (se hace de noche y a muy baja altura para no ser detectados por los radares), pero permite a los narcos alijar su carga en infinidad de puntos de Andaluc¨ªa. ¡°La lancha obliga a llegar a costa, pero en el helic¨®ptero el punto de llegada tiene un radio de acci¨®n m¨¢s grande. Quiz¨¢ es m¨¢s caro, pero es m¨¢s dif¨ªcil de intervenir¡±, se?alan en la Guardia Civil. Adem¨¢s, la velocidad de estos viajes permite a los cuerpos policiales operar con mucho menos margen. Avionetas fumigadoras, helic¨®pteros, ultraligeros y hasta artefactos de radiocontrol. Cualquier aparato volador vale.

El futuro: los drones

De hecho, en los ¨²ltimos tiempos muchos expertos apuntan ya a que lo siguiente que se encontrar¨¢n ser¨¢n los drones no tripulados, como empieza a suceder en la frontera entre M¨¦xico y EE UU. La Guardia Civil ya ha hallado aviones teledirigidos flotando en el mar con peque?as cargas de dos kilos de droga. ¡°Pero para que eso pase a gran escala, tendr¨¢n que ser m¨¢s potentes. De momento un dron no podr¨ªa levantar ni los 30 kilos que suele pesar un fardo¡±, explica el Teniente Coronel de la Guardia Civil Andr¨¦s L¨®pez, jefe de Operaciones en Andaluc¨ªa. De vez en cuando tambi¨¦n se utilizan avionetas robadas (algunas veces fumigadoras), que permiten aterrizar en infinidad de caminos de toda Andaluc¨ªa.

En el caso de los helic¨®pteros, las organizaciones suelen emplear tres modelos de aparatos que en el mercado de segunda mano pueden costar de 140.000 a 650.000 euros. Acostumbran a ser m¨¢quinas viejas, algunas veces compradas en subastas a ej¨¦rcitos del norte de ?frica o pa¨ªses del este, que demasiadas veces carecen de mantenimiento. Por eso son frecuentes los accidentes. Su capacidad alcanza a los 700 kilos (siempre por debajo de los 1.500 que puede llegar a transportar una embarcaci¨®n semirr¨ªgida) y a bordo suelen viajar el copiloto y el piloto, en ocasiones militares de rep¨²blicas exsovi¨¦ticas muy experimentados, ya que los vuelos requieren de equipos de visi¨®n nocturna y mucha habilidad para esquivar obst¨¢culos en plena noche.

La rentabilidad de estos viajes a corto plazo es menor (al transportar menos peso que en una embarcaci¨®n tienen que ir y venir de Marruecos m¨¢s veces), pero al mismo tiempo minimizan los riesgos de ser cazados. ¡°La mayor dificultad son los tiempos de reacci¨®n, un vuelo de este tipo no dura m¨¢s de una hora ida y vuelta; ese es el tiempo que tenemos para reaccionar; una vez que han sido localizados por nuestros radares del SIVE, los del Ejercito marroqu¨ª o los propios del Ej¨¦rcito del Aire¡±, explica el teniente coronel Andr¨¦s L¨®pez. Quiz¨¢ en parte por ello, el n¨²mero de incautaciones de hach¨ªs es peque?o comparado con el que se produce en otras v¨ªas de tr¨¢fico. En lo que va de a?o, representa el 1,79% de todo lo que ha aprehendido la Guardia Civil en Espa?a (900 kg de 50.176). Los a?os anteriores fue de 0,6% y 0,8% respectivamente.

Falta de mantenimiento

A veces, en plena noche, el radar de la Guardia Civil (el SIVE) detecta una aeronave cruzando por alg¨²n punto del Estrecho. Tras comprobar que no pertenece a ninguno de los cuerpos que operan en la zona, se activa el plan para interceptarla. Se calcula la ruta y el punto de intersecci¨®n, y otro helic¨®ptero, con un equipo de intervenci¨®n, sale a darle caza. Normalmente, se espera a que tome tierra para abordarles y evitar que lancen la droga en pleno vuelo. ¡°Pero a veces los dos o tres cargadores que esperan abajo se confunden de helic¨®ptero y nos empiezan a hacer se?as a nosotros¡±, explica L¨®pez.

Las rutas cambian constantemente. Pero suelen cruzar el Estrecho hacia Marruecos por la zona de Algeciras-Tarifa, paran a cargar y regresan casi por el mismo itinerario para dejar la mercanc¨ªa en las provincias de C¨¢diz o M¨¢laga. Ah¨ª guardan la aeronave hasta el pr¨®ximo pase en alg¨²n hangar o nave industrial oculta en alguna finca privada. Es el momento cuando el aparato deber¨ªa pasar su mantenimiento y dejarse en perfecto estado para el siguiente vuelo. Pero pocas veces sucede y llegan los accidentes. Y el abandono de la nave.