¡°La credibilidad del discurso pol¨ªtico caduca como los yogures¡±
Juan Antonio Ortega y D¨ªaz-Ambrona, ministro de Educaci¨®n con Su¨¢rez y Calvo-Sotelo, recuerda ahora su paso por la Pol¨ªtica en ¡®Memorial de transiciones¡¯
?Estamos crispados los espa?oles? Estamos a punto de crisparnos. Influyen el independentismo catal¨¢n y el cambio generacional. Los partidos no han sido porosos para producir el cambio generacional desde dentro y ocurre por fuera de los partidos.
?D¨®nde est¨¢ la culpa? En cierta arterioesclerosis de la vida pol¨ªtica. Las arterias y los conductos est¨¢n endurecidos, as¨ª que la vida no es fluida. Hay que renovar el sistema pol¨ªtico, cambiar la Constituci¨®n en lo que sea necesario, no tir¨¢ndola abajo porque cost¨® mucho hacerla sino reform¨¢ndola por consenso.
?Por d¨®nde empezar? Por las autonom¨ªas. ?Que es muy dif¨ªcil? S¨ª, se?or, pero hay que abordarlo porque fue una simplificaci¨®n. Y hay que plantear mejor la cuesti¨®n de la inserci¨®n de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. Hay autonom¨ªas uniprovinciales que podr¨ªan, o no, existir: Cantabria, La Rioja, Murcia... Para eso se necesitan estadistas de verdad.
La diferencia entre un estadista y un pol¨ªtico normal es que este piensa en las pr¨®ximas elecciones y el estadista piensa en las pr¨®ximas generaciones
?Los hay? Haberlos haylos; ahora no est¨¢ claro d¨®nde est¨¢n.
?En el 78 estaban? Estaban intuidos. Nadie pensaba que Su¨¢rez lo fuera, pero result¨® serlo de primera. Y no estaba claro si el famoso Isidoro, Felipe [Gonz¨¢lez], lo iba a ser. Lo fue tambi¨¦n Calvo Sotelo. La Transici¨®n se hizo sobre gente que ten¨ªa altura de miras para plantear y resolver. Ahora han pasado 37 a?os y lo normal es que las Constituciones cambien si se quiere que duren. Si no, se ponen r¨ªgidas y saltan.
?Y si no? Se produce la ley del p¨¦ndulo: ahora el p¨¦ndulo marca amenaza.
?S¨¢nchez, Rajoy e Iglesias son estadistas? S¨¢nchez e Iglesias est¨¢n por ver y Rajoy est¨¢ en los asuntos econ¨®micos.
?Quiere decir que no est¨¢ en la pol¨ªtica? Quiero decir que no est¨¢ en los asuntos de la reforma constitucional; en la pol¨ªtica de partido s¨ª est¨¢: toma medidas para mejorar los resultados de las elecciones. No est¨¢ plante¨¢ndose c¨®mo mejorar esto para no tirar lo anterior. Y me preocupa que el p¨¦ndulo arrastre la Constituci¨®n.
En el 78 la pol¨ªtica se hizo un harakiri. ?Ve a los pol¨ªticos dispuestos a hacer lo mismo? Los pol¨ªticos franquistas hicieron en el 78 de la necesidad virtud: ¡°O estos barren o nos ponemos delante de la manifestaci¨®n y lo arreglamos por la v¨ªa de la reforma pol¨ªtica¡±. Ahora los pol¨ªticos est¨¢n obsesionados con el corto plazo. La diferencia entre un estadista y un pol¨ªtico normal es que este piensa en las pr¨®ximas elecciones y el estadista piensa en las pr¨®ximas generaciones.
Hay que renovar el sistema pol¨ªtico, cambiar la Constituci¨®n en lo que sea necesario
?C¨®mo vamos a salir de esta? Nos lo van a dar hecho las nuevas generaciones; se ha empezado a ver. Hay parecido desconcierto en Europa; lo de los griegos desconcierta, como el refer¨¦ndum brit¨¢nico para salir de la UE... Nosotros tenemos nuestros males; el m¨¢s importante es el de la independencia. Y la crisis econ¨®mica: estamos saliendo, pero a¨²n no se ve.
?Cree que los veteranos no hemos sabido ver la raz¨®n de la nueva pol¨ªtica representada por Podemos? Me parece que la reacci¨®n contra Podemos es un poco nerviosa y fuera de tono. El hecho de que esos j¨®venes se presenten a las elecciones que est¨¢n establecidas y las ganen en muchos sitios no es malo. Ya se ver¨¢ qu¨¦ queda en pie de lo que dice Podemos, qu¨¦ es lo que se puede y lo que es imposible.
?Proviene s¨®lo de la corrupci¨®n la p¨¦sima imagen de la pol¨ªtica? La mala imagen los pol¨ªticos se la han ganado a pulso, no era tan f¨¢cil. La corrupci¨®n es un elemento determinante y el discurso pol¨ªtico tambi¨¦n. Cada vez est¨¢ m¨¢s desprestigiado y es tambi¨¦n cada vez m¨¢s aburrido. Como los yogures, tiene una fecha de caducidad a partir de la cual deja de ser cre¨ªble.
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