Un privilegio sometido a mil pleitos
La ense?anza es un campo de batalla permanente entre los obispos y el Estado
La ense?anza es un campo de batalla permanente entre los obispos y el Estado, con miles de pleitos judiciales para dirimir interpretaciones opuestas. Unas veces ganan los prelados, muchas otras las autoridades civiles. Ni siquiera con un Gobierno conservador, cuyos ministros han jurado el cargo ante la Biblia y un crucifijo, se ha pacificado el conflicto, como demuestra esta sentencia del Tribunal Superior de Baleares, una autonom¨ªa gobernada hasta hace unas semanas por el PP. El mismo lamento episcopal se extiende a Andaluc¨ªa, Asturias, Extremadura e, incluso, a Castilla-La Mancha.
Pese a proclamar los prelados que su Iglesia no goza de privilegio alguno, la educaci¨®n y, de manera ostensible, las prebendas econ¨®micas se destacan sobremanera fruto de varios llamados Acuerdos (antes, concordatos), no entre la Conferencia Episcopal Espa?ola y Espa?a, sino entre un Estado extranjero, el Ciudad del Vaticano, y el Estado espa?ol. En el caso de la ense?anza de la religi¨®n a cargo de docentes elegidos para cada curso escolar por los obispos, se asume que los poderes p¨²blicos deben garantizar un derecho-libertad, pero algunos gobiernos se resisten a aceptar que ello les obligue al derecho/prestaci¨®n cuando los alumnos que solicitan la asignatura no llegan muchas veces a uno o dos por curso y, en cambio, no se oferta ense?anza religiosa a alumnos protestantes, musulmanes, jud¨ªos o testigos de Jehov¨¢, por ejemplo, pese a sumar varios cientos de miles en toda Espa?a. Algunos Ejecutivos aducen un problema econ¨®mico: en total, la ense?anza religiosa cat¨®lica cuesta en torno a 700 millones de euros anuales.
La Conferencia Episcopal se queja de que la ley educativa del Gobierno Rajoy ¡°no garantiza la oferta obligatoria¡± de la clase de religi¨®n en bachillerato, todo ello pese a que el PP reforz¨® en esa ley el car¨¢cter evaluable de la asignatura, cuya nota, siempre generosa, cuenta para la media del expediente y para obtener una beca. Los obispos podr¨ªan pleitear por derechos m¨¢s extravagantes si reclamasen todo lo que les concedieron los pol¨¦micos Acuerdos en 1979. Dos ejemplos, tomados del pacto sobre Ense?anza y Asuntos Culturales, negociado y firmado en Roma por el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, notorio miembro ya entonces de la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas. ¡°Deben aplicarse en la ordenaci¨®n jur¨ªdica de los medios de comunicaci¨®n social los mismos principios de libertad religiosa e igualdad sin privilegios, que Iglesia y Estado profesan en materia de ense?anza¡±, dice sobre la pol¨ªtica de prensa. En consonancia con esa idea nacionalcat¨®lica, otro art¨ªculo, despu¨¦s de proclamar que ¡°la acci¨®n educativa respetar¨¢ el derecho de los padres sobre la educaci¨®n moral y religiosa de sus hijos¡±, a?ade un p¨¢rrafo que el Vaticano no se ha atrevido a reclamar, de momento. ¡°En todo caso, la educaci¨®n que se imparta en los centros docentes p¨²blicos ser¨¢ respetuosa con los valores de la ¨¦tica cristiana¡±, dice.
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