Bravucones y pardillos en la pol¨ªtica
Las estrategias unitarias, contradictorias por sus resultados, no han dejado de sucederse
El mundo pol¨ªtico ha vivido m¨²ltiples operaciones que anticiparon los movimientos de las opas en el terreno econ¨®mico. Absorber a otros partidos fue el medio aplicado intensamente por el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez para ¡°agrupar todos los votos¡± del centroizquierda y la izquierda desde la Transici¨®n. Lo intent¨® incluso antes de las primeras elecciones celebradas tras la muerte de Franco, el 15 de junio de 1977. El PSOE fue al copo y los dem¨¢s partidos de su ¨¢mbito, al principio renuentes, se vieron de repente como peque?as minor¨ªas frente al relativo coloso encabezado por Gonz¨¢lez, que logr¨® el 29,32% de los sufragios (118 diputados, sumados los de Socialistas de Catalu?a). Enfrente, el PSP encabezado por Enrique Tierno se qued¨® en el 4,46%.
La fusi¨®n PSOE-PSP proporcion¨® un rendimiento electoral inferior al esperado
Una vez sentenciada la pelea por el dominio de ese espacio ¡ªy del conjunto de la izquierda: el Partido Comunista, de Santiago Carrillo, solo logr¨® el 6,28%¡ª, Tierno capitul¨®. El Viejo Profesor cedi¨® por la presi¨®n de los suyos, muchos de ellos intelectuales o profesionales j¨®venes que, como Jos¨¦ Bono, se ve¨ªan delante de una traves¨ªa del desierto. ¡°Cuando me encontr¨¦ a solas con unos cuantos, y que los dem¨¢s se hab¨ªan ido, comprend¨ª que mi antigua y fort¨ªsima autoridad se hab¨ªa quebrado¡±, dej¨® escrito Tierno en su libro Cabos sueltos. Adem¨¢s, su partido no ten¨ªa un ochavo.
La fusi¨®n PSOE-PSP proporcion¨® un rendimiento electoral inferior al esperado. Antes se hab¨ªan producido acuerdos con peque?os partidos socialistas de ¨¢mbito regional ¡ªprecariamente agrupados en una federaci¨®n¡ª, que permitieron integrarse en el PSOE a Enrique Bar¨®n, Joaqu¨ªn Leguina o Juan Barranco, entre otros. Todo ello antes de la primera gran victoria socialista de 1982.
Solo ha habido un intento a escala nacional de ¡°programa com¨²n¡±, el de PSOE-IU en 2000
M¨¢s tarde, la plataforma de oposici¨®n al mantenimiento de Espa?a en la OTAN fue derrotada por Felipe Gonz¨¢lez en el refer¨¦ndum de 1986, pero termin¨® alumbrando otra agrupaci¨®n de izquierdas (en este caso frente el PSOE) en torno al PCE y otros grupos. De ah¨ª naci¨® Izquierda Unida, que a¨²n sobrevive. Solo ha habido un intento a escala nacional de ¡°programa com¨²n¡± PSOE-IU, en 2000, fallecido en el momento en que el PP de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar gan¨® por mayor¨ªa absoluta.
Las estrategias unitarias, contradictorias por sus resultados, no han dejado de sucederse. En cada ocasi¨®n se ha analizado qui¨¦n desempe?aba el papel de bravuc¨®n y qui¨¦n el de segund¨®n o pardillo. Esta historia no ilumina suficientemente el escenario de ¡°unidad¡± promovido por IU para ganarse a Podemos y menos a¨²n un hipot¨¦tico pacto nacional con el PSOE. Pero lo cierto es que se inscribe en una larga tradici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.