Espa?a manda ahora en Europa menos que hace 20 a?os

Perdida la Presidencia del Eurogrupo, a la que aspiraba el ministro de Econom¨ªa Luis de Guindos, el Gobierno se ha fijado como objetivo colocar a un espa?ol al frente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate europeo, que dirige el alem¨¢n Klaus Regling. El fiasco de la candidatura de Guindos ha dejado en evidencia la falta de espa?oles en los puestos m¨¢s relevantes de la UE y, en general, de las organizaciones internacionales. Aunque su presencia entre los altos cargos de las instituciones europeoas ha crecido en los ¨²ltimos a?os y supera ya el 8%, brillan por su ausencia en los los puestos de mayor peso pol¨ªtico.

Javier Solana, secretario general de la OTAN y Alto Representante de la UE para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad; Federico Mayor Zaragoza, director general de la UNESCO o Rodrigo Rato, director gerente del FMI son historia. Hoy no hay ning¨²n espa?ol al frente de los principales organismos internacionales.

La derrota de la candidatura de De Guindos ha sido m¨¢s humillante porque con la presidencia del Eurogrupo se quer¨ªa compensar la p¨¦rdida de peso en la Comisi¨®n Europea, donde Espa?a pas¨® de tener un vicepresidente (Jaqu¨ªn Almunia) a un comisario (Miguel Arias Ca?ete). El Gobierno replica que Ca?ete gobierna dos antiguas comisar¨ªas, Energ¨ªa y Cambio Clim¨¢tico, y recuerda que ni Alemania, ni Francia ni Reino Unido tienen vicepresidencias, pero admite que Espa?a est¨¢ ¡°subrepresentada¡± en los m¨¢ximos niveles de la UE y ese fue uno de los argumentos de De Guindos.

Seguramente exagera el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, cuando compara la presencia institucional de Espa?a en la UE con la de Chipre, pero ya puede mirar con envidia a su vecino Portugal, que no solo tuvo al anterior presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, sino tambi¨¦n al actual vicepresidente del BCE, V¨ªtor Constancio.

Precisamente fue la p¨¦rdida de un asiento en el Comit¨¦ Ejecutivo del BCE el mayor agravio para Espa?a. Rajoy sostiene que, cuando lleg¨® a La Moncloa, ya estaba perdido el puesto, pero fuentes comunitarias matizan que fue el empe?o del Gobierno en cambiar de candidato ¡ªAntonio Sainz de Vicu?a en vez de Jos¨¦ Manuel Campa¡ª lo que decant¨® la partida a favor de Luxemburgo.

El Gobierno conf¨ªa en recuperar la silla espa?ola en el directorio dl BCE, pero tendr¨¢ que esperar hasta 2018, cuando concluya el mandato de Constancio.

El ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, niega que Espa?a haya perdido influencia en la UE, presume de llevar la voz cantante en las relaciones europeas con Latinoam¨¦rica o el Mediterr¨¢neo y considera una ¡°simplificaci¨®n notable¡± juzgar la presencia institucional por el caso De Guindos.

Seg¨²n datos de Exteriores, el 8,2% de los altos funcionarios de la UE son espa?oles, lo que supone casi un punto por encima de la cuota del 7,3% que la Comisi¨®n le asigna en funci¨®n de su porcentaje de poblaci¨®n, n¨²mero de votos en el Consejo y de esca?os en el Parlamento. Espa?oles son cuatro de los 38 directores generales de la Comisi¨®n (algunos tan relevantes como los de Servicio Jur¨ªdico o Presupuesto), dos de los ocho del Consejo y dos de los 12 del Parlamento europeo. Adem¨¢s, son espa?oles dos jefes de Gabinete de comisarios y tres adjuntos.

En el Servicio Europeo de Acci¨®n Exterior, el 11% de los puestos directivos los ocupan espa?oles (por detr¨¢s de los italianos y empatados con franceses). Espa?a aporta 15 de los embajadores de la UE en el resto del mundo, as¨ª como dos adjuntos, una cifra que solo supera Francia. Tambi¨¦n es espa?ol el director ejecutivo de la Agencia Europea de Defensa, Jorge Domecq.

Hay cada vez m¨¢s espa?oles en la c¨²spide del escalaf¨®n europeo (en parte gracias a la creaci¨®n en la Representanci¨®n Permanente ante la UE de una unidad dedicada a asesorar y apoyar a los aspirantes), pero faltan en los puestos m¨¢s visibles, de m¨¢s sesgo pol¨ªtico. En esta carrera de fondo, hay muchos con diploma pero casi ninguno con medalla.

El fen¨®meno no es exclusivo de la UE. En Nueva York, el espa?ol mejor situado es una mujer, Cristina Gallach, secretaria general adjunta de Naciones Unidas y jefa del departamento de comunicaciones e informaci¨®n p¨²blica. Un rango equivalente tienen el exalcalde de Barcelona Joan Clos, director ejecutivo de ONU Habitat, y Bernardino Le¨®n, representante del secretario general de la ONU para Libia.

Rafael Estrella, vicepresidente del Instituto Elcano, asegura que obtener puestos internacionales requiere ¡°una estrategia y un esfuerzo sostenido y compartido¡± por los distintos partidos. Algo que hasta ahora se ha echado en falta.

El PSOE vot¨® contra Ca?ete en el Parlamento europeo y no movi¨® un dedo para que los socialdemocratas europeos apoyasen a De Guindos, seg¨²n se queja el Gobierno. De la actitud del PP da cuenta el tono despectivo con el que su portavoz, Rafael Hernando, se refieri¨® el mi¨¦rcoles en el Congreso a los exministros socialistas en puestos internacionales: ¡°El ¨¦xito de un pa¨ªs no radica en el n¨²mero de altos cargos en las instituciones internacionales, mucho menos si son personas como la se?ora [Bibiana] A¨ªdo, el se?or [Joan] Clos o la se?ora [Leire] Paj¨ªn [...] Por no hablar de la se?ora [Magdalena] ?lvarez, que tuvo que dejar el BEI por corrupci¨®n¡±.

El consenso ha demostrado que da frutos. La exitosa candidatura espa?ola al Consejo de Seguridad de la ONU la inici¨® Zapatero y la culmin¨® Rajoy. Y la elecci¨®n del diplom¨¢tico socialista Bernardino Le¨®n como mediador en Liba cont¨® con el apoyo de Margallo.