Cospedal se resguarda en el PP hasta las elecciones generales
La secretaria general de los populares ha desaparecido de la vida pol¨ªtica nacional y se protege hasta ver si Rajoy repite gobierno
¡°Cospedal est¨¢ en su despacho, trabajando¡±. ¡°Cospedal sigue al frente del PP¡±. ¡°Cospedal tiene ahora incluso m¨¢s tiempo para dedicar a la secretar¨ªa general del PP y a cuestiones org¨¢nicas que cuando era presidenta de Castilla-La Mancha¡±. Son respuestas de dirigentes populares que se repiten desde hace meses cuando los periodistas acuden a la sede central del partido en el Gobierno y preguntan por el paradero de la a¨²n n¨²mero dos del PP. La curiosidad ha descendido desde que Mariano Rajoy reestructur¨® la c¨²pula del partido el 18 de junio. Los nuevos vicesecretarios, entre 30 y 40 a?os, han conectado entre ellos y se han repartido por ahora sin conflictos sus papeles y su presencia medi¨¢tica. Eso s¨ª, Cospedal sigue desaparecida. Algunos dirigentes la ven ya amortizada, sin futuro. Otros opinan que se est¨¢ resguardando para ver qu¨¦ pasa en el PP tras las elecciones generales.
El mi¨¦rcoles 21 de enero de 2015 la secretaria general del PP compareci¨® por ¨²ltima vez que se recuerde ante los periodistas en la sede central del partido para rese?ar, otra vez a la defensiva judicial y pol¨ªtica, que si exist¨ªa alguna contabilidad B no era en G¨¦nova 13 sino exclusivamente de Luis B¨¢rcenas, el exgerente y extesorero. Otra vez B¨¢rcenas. De nuevo la sombra que ha determinado su mandato desde que B¨¢rcenas fue ascendido por Rajoy en el congreso de Valencia en 2008 a tesorero y ella nominada secretaria general del partido tras rechazar ese cargo varias veces uno de sus antecesores en el puesto, Javier Arenas, otro espectro de la historia y herencia recibida del PP que no ha conseguido borrar en siete a?os en el cargo.
Cospedal tampoco ha logrado conectar bien con el aparato del partido en este tiempo, ni generar muchas empat¨ªas internas con los diversos escalones de la organizaci¨®n ni dar la sensaci¨®n de que dominaba el cargo. Lleg¨®, se instal¨® en su despacho, levant¨® un muro de desconfianza hacia todo lo que husmeara a pasado y no lo ha podido o querido derribar. Siete a?os despu¨¦s sigue casi igual. Preguntas en el PP y no saben si est¨¢. Preguntas a sus responsables de comunicaci¨®n en G¨¦nova 13 y no saben de qu¨¦ informar. Preguntas a los mismos en Castilla-La Mancha y no saben siquiera d¨®nde y para qui¨¦n trabajan.
A finales de junio, G¨¦nova 13, es decir el partido, quiso rendir un homenaje de despedida a Carlos Floriano, el alter ego de Cospedal estos a?os en el PP, el dirigente que no se negaba a atender a la prensa cuando la secretaria general la elud¨ªa, el parapeto que ha recibido todos los palos y que pag¨® con su cabeza los fracasos electorales de estos tiempos y cubri¨® la necesidad de Rajoy de ejecutar alg¨²n cambio cuando prometi¨® haber entendido el mensaje de las urnas el 24 de mayo.
Rajoy, al menos, llam¨® a Floriano, le explic¨® su problema, le agradeci¨® los servicios prestados, le ofreci¨® un cargo menor en el Gobierno que ¨¦ste rechaz¨® por la precariedad de tiempo hasta las elecciones y le coloc¨® en un retiro c¨®modo en el grupo parlamentario. Cospedal ni eso. A¨²n no han hablado. Tampoco acudi¨® a la cena que le dieron en un restaurante de la misma calle de G¨¦nova, a unos metros de la sede, los responsables de distintos departamentos de Organizaci¨®n, Territorial y Comunicaci¨®n de la casa. Floriano lo agradeci¨® emocionado.
Cospedal sigue ausente de la vida pol¨ªtica nacional. No entr¨® en el Gobierno de Rajoy, a¨²n no se sabe si porque rechaz¨® la vicepresidencia que cre¨ªa merecer o porque el presidente no se la ofreci¨®, y ha perdido peso a chorros en el nuevo PP cat¨®dico. Internamente sigue haciendo su trabajo, y seg¨²n concluyen varios de los nuevos dirigentes, ¡°parece m¨¢s tranquila y simp¨¢tica¡± de lo que se tem¨ªan, y de hecho ¡°ha conectado inesperadamente bien¡± con los vicesecretarios medi¨¢ticos y con el nuevo hombre fuerte del partido, Jorge Moragas, el jefe de campa?a. En los comit¨¦s de direcci¨®n, que ahora preside, ordena y coordina al detalle Rajoy en persona, Cospedal expone el orden del d¨ªa y deja hacer. Est¨¢ como en espera, aguardando su momento. Moragas, que ha llegado como ¡°un rinoceronte, entusiasmado y con ganas de meterse y aprender de todo¡±, cubre los huecos que ella siempre ha desde?ado, como los contactos con las agencias de publicidad, los responsables de marketing, los dise?adores de logos, colores y lemas.
Cospedal se centra en el poder org¨¢nico, lo que siempre ha definido a los secretarios de organizaci¨®n de los partidos. Por eso intent¨® colocar a una persona de su confianza en ese cargo que dej¨® vacante la defenestraci¨®n de Floriano. Rajoy no lo permiti¨® y situ¨® a Fernando Mart¨ªnez Maillo, presidente del PP de Zamora y uno de los pocos cr¨ªticos declarados a Juan Vicente Herrera en Castilla y Le¨®n, que fue el presidente auton¨®mico que le sac¨® los colores en una entrevista en Onda Cero tras el 24-M y le anim¨® incluso a cuestionar su candidatura. Rajoy tiene memoria de opositor.
Cospedal tampoco tuvo un gran papel en la selecci¨®n de los otros vicesecretarios. Moragas pidi¨® nombres, caras y perfiles a distintos presidentes regionales. Le llovieron ofertas. Todas con un mismo perfil. J¨®venes, preparados, nuevos, frescos e intercambiables con cualquier dirigente de Ciudadanos. Andrea Levy lleg¨® auspiciada por Moragas y Alicia S¨¢nchez Camacho. Javier Maroto por el clan vasco del PP, por su gesti¨®n en Vitoria y por su propio curr¨ªculo avanzado. Pablo Casado se hab¨ªa ganado el puesto a golpe de tertulia ya en los ¨²ltimos meses y presume de que no es de nadie y un poco de todos. Desde luego ninguno se reivindica de Cospedal.
¡°Est¨¢ fuera, yo no dir¨ªa muerta, pero desde luego no es el futuro del PP, gane o pierda Rajoy, porque la din¨¢mica del partido la est¨¢n dictando a diario Moragas y los vicesecretarios¡±, concluye un veterano dirigente del aparato popular. Uno de los nuevos vicesecretarios lo define de otra manera: ¡°Si Rajoy gana y gobierna otra vez, Cospedal tendr¨¢ un papel y si no se abrir¨¢ una etapa de convulsi¨®n en la que su generaci¨®n se disputar¨¢ el poder y nosotros tendremos que esperar a¨²n a la siguiente ocasi¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.